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  Instan al Ejecutivo a que dicte nuevas normas que regulen la pesca de jibia y fomenten su consumo

  El senador Alejandro Navarro presentó un proyecto de acuerdo que será votado en la Sala. Asimismo, el parlamentario criticó el anuncio del ministro de Economía, Pablo Longueira, quien señaló que la fijación de la cuota de captura de jibia será de 180 mil toneladas anuales.

24 de enero de 2012

Solicitar al Presidente de la República, Sebastián Piñera, que instruya  al ministro de Economía y al subsecretario de Pesca,  para que dicten nuevas normas que regulen la pesca de la jibia y se caracterice como una actividad esencialmente artesanal, es el objetivo del proyecto de acuerdo que presentó el senador Alejandro Navarro.

 

El parlamentario comentó que "la idea es también que el Ejecutivo pueda instruir a las otras carteras, con el fin de incorporar en sus políticas públicas el fomento al consumo humano interno de este cefalópodo, especialmente considerando su bajo costo y su alto valor nutricional".

 

Agregó que "la Subsecretaría de Pesca informó que durante junio de 2011 se desembarcaron 22.500 toneladas de jibia, 5 veces lo capturado en el mes precedente y diez veces lo capturado que en junio 2010. El desembarque de jibia acumulado a junio de 2011 fue de 61.200 toneladas, cifra significativamente baja si se compara con las 149.900 toneladas del mismo periodo del 2010".

 

Precisó que "del total desembarcado, 30.600 toneladas (el 50,1%), fueron capturas realizadas en la V región; 15.200 toneladas (el 24,8%), fueron capturas realizadas en la VIII región".

 

El legislador recordó que "hasta hace dos décadas se asumía que la diferencia entre el volumen de los desembarques y el volumen ingresado a plantas de procesos (materia prima para: fresco-enfriado, congelado, conserva y harina) correspondía al volumen de consumo interno. Así se apreciaba un aumento exponencial en el consumo de jibia fresca en Chile entre 1991 y 1993".

 

Indicó que en 1991 "112 toneladas fueron registradas como de consumo a nivel nacional, 158 toneladas en 1992, y 496 toneladas en 1993. Pero ya en 1994 el total de las capturas artesanales (embarcaciones menores de 12 m de eslora, 43 ton.) ingresaron a las plantas de proceso, haciendo prácticamente nulo el consumo interno de este cefalópodo".

 

El parlamentario expresó su preocupación a raíz de un memorándum de  la División de Desarrollo Pesquero de la Subsecretaría de Pesca, "en éste se recomendó incorporar a la especie Jibia en la nómina de recursos hidrobiológicos autorizados para la elaboración de harina de pescado" explicó.

 

En ese sentido, añadió que "en el actual contexto de crisis de la mayoría de las más importantes pesquerías nacionales, la captura de la jibia ha sido una actividad que especialmente en el caso de los pescadores artesanales ha permitido suplir la falta de pescada y de ingresos que han deteriorado la calidad de vida de muchos ellos. Sin embargo, el que la jibia no sea una pesquería regulada y que adicionalmente se permita su incorporación a la producción industrial de harina, afectan los puestos de empleo que esta pesca genera en la pesca artesanal y limita o excluye su incorporación a los productos pesqueros de consumo humano nacional".

 

 

DESAPARICIÓN

En el marco del anuncio del ministro de Economía, Pablo Longueira, quien señaló que la fijación de la cuota de captura de jibia será de 180 mil toneladas anuales, de los cuales el 20% le corresponderá al sector industrial y un 80% a la pesca artesanal, el senador Alejandro Navarro expresó su insistencia en regular lo antes posible esta actividad, porque "existiría una depredación sin límites de los industriales que llevaría a la jibia a su desaparición", argumentó.

 

El parlamentario, añadió que el planteamiento del ministro Longueira  "es un avance, pero la disposición política de este gobierno en el fondo, lejos de solucionar el problema, colaboran con su porfía en no asistir seriamente a los pescadores artesanales de la jibia, al punto de presumir que lo que quieren con estas medidas superficiales, en realidad, es que de a poco desaparezcan y sólo existan los industriales".

 

Subrayó que "lo que pedimos es que la pesca de la jibia sea regulada, para evitar que todos la capturen indiscriminadamente y así, por una parte, en esta actividad los pescadores no vean afectado su empleo; y por otra, se asegure la presencia del producto marino para el consumo humano".

 

 

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