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Prensa Parlamentaria

Reforma tributaria: donación de productos de primera necesidad genera apoyo transversal de senadores

Los legisladores Juan Antonio Coloma, José Miguel Insulza, Ximena Rincón, Felipe Harboe, Manuel José Ossandón y Rodrigo Galilea participaron en una reunión pre-legislativa junto al ministro de Hacienda, Felipe Larraín.

30 de agosto de 2018

Uno de los ámbitos del proyecto de modernización tributaria (Boletín N° 12043-05) que genera mayor acuerdo, es el que busca incentivar que las empresas donen productos de primera necesidad (y ahora, otros que por diversas razones no comercializan) a organizaciones sociales, para que lleguen a las personas más vulnerables que los necesitan.

 

Entre quienes han estado impulsando estos cambios hay una positiva valoración de los avances, que buscan plasmar a nivel legal medidas que ya están operativas mediante circulares del Servicio de Impuestos Internos (SII) e ir un poco más allá.

 

No obstante, se entiende que estos cambios no son más que un aperitivo, ya que el verdadero plato fuerte vendrá en 2019 con la propuesta de un sistema unificado para las donaciones, una demanda de largo tiempo de las organizaciones de la sociedad civil.

 

Imagen foto_00000002En este marco, el ministro de Hacienda, Felipe Larraín se reunió con un grupo transversal de senadores, quienes apoyan este aspecto de la iniciativa que cursa su primer trámite en la Cámara de Diputados. Los legisladores Juan Antonio Coloma, José Miguel Insulza, Ximena Rincón, Felipe Harboe, Manuel José Ossandon y Rodrigo Galilea participaron de esta reunión pre-legislativa.

 

GASTO RECHAZADO

 

Al término del encuentro, este último manifestó que “le pedimos al ministro no sólo incentivar las donaciones para que las empresas entre donar y destruir, ojalá decidan donar. Pero si eventualmente eligen destruir alimentos o artículos de primera necesidad, queremos que esa empresa tenga que explicar las razones ante el SII y si no se justifica la destrucción de los productos, su valor sea considerado gasto rechazado. Es decir, un fuerte desincentivo a destruir productos que son muy necesarios para ayuda social”.

 

El proyecto de ley detalla que las empresas “no podrán deducir como gasto el costo de los bienes destruidos si no se acogen a la normativa de entrega gratuita de bienes”.

 

CONTEXTO

 

En 2009, el SII oficializó un incentivo tributario clave para las donaciones: dictó la circular 54, que permitió deducir como gasto necesario para producir la renta el valor de alimentos que fueran donados a entidades sin fines de lucro para su entrega a personas de escasos recursos.

 

En julio pasado, el SII amplió esta normativa para incluir pañales que no se comercializaban por tener fallas en su embalaje o transporte, y a comienzos de agosto extendió este tratamiento tributario a los productos de higiene personal: pasta de dientes, champú, jabón, entre otros.

 

Al determinar que el valor de los productos de este tipo donados a organizaciones de ayuda humanitaria puede imputarse como gasto necesario para producir la renta, el SII permite que las empresas que entregan gratis estos productos pueden rebajar ese valor del monto total respecto del cual tributan.

 

En el proyecto de modernización tributaria no solo se incluyó lo ya reconocido en las circulares del SII, sino que fue dos pasos más allá. Primer paso: incluyó la donación de bienes en general, como libros, ropa, útiles escolares y otros que generan impacto social, con las medidas de trazabilidad necesarias para resguardar el interés fiscal. Segundo paso: castigo a la destrucción.

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