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  Corporación Andina de Fomento podría comenzar sus operaciones financieras en Chile

  Ello, en virtud del proyecto de acuerdo aprobatorio del Convenio internacional que permite el desarrollo de actividades por parte de dicho organismo.

14 de octubre de 2010

Listo para ser revisado en la Comisión de Hacienda, quedó el proyecto de acuerdo, en segundo trámite, que aprueba el "Convenio entre Chile y la Corporación Andina de Fomento (CAF)", para el desarrollo de las actividades de esa organización en nuestro país. Ello, luego de que la Comisión de Relaciones Exteriores aprobara en forma unánime dicha iniciativa.

Así lo dio a conocer el senador Hernán Larraín, presidente de la instancia quien explicó que el instrumento consiste en autorizar el desarrollo de las actividades de la Corporación Andina de Fomento (CAF) en Chile, y otorgarle las inmunidades y privilegios que tenía en 1978 y que son idénticos a los que nuestro país ya otorga a otros organismos financieros multilaterales que hacen operaciones con Chile.

El parlamentario precisó que "participar en esta Corporación ofrece enormes beneficios y permite abrir espacios para que dicho organismo pueda realizar distintas prestaciones financieras, como créditos y otros a personas del ámbito público y privado y contribuir al desarrollo del país".

Admitió que durante el debate de la iniciativa era incluso difícil de explicar "por qué no nos habíamos incorporado antes a esta corporación. Por eso la Cancillería y al Comisión estimaron valioso suscribir este acuerdo que permitirá llevar adelante operaciones con el aval del Banco Central, de modo de extender sus beneficios a todas las personas que quieran acceder a créditos y beneficios".

El senador Larraín expresó que "este acuerdo se suma a otro instrumento internacional recientemente aprobado y que permitirá incorporar también al Banco Europeo de Inversiones. Con ambos estamos haciendo más accesibles los créditos para el desarrollo público y privado del país".

HISTORIA DE LA CAF

Cabe recordar que la idea de crear un organismo financiero para impulsar y fomentar la integración de la región andina comenzó a gestarse en 1966, tras la histórica firma de la Declaración de Bogotá, en la que estuvieron presentes los presidentes Carlos Lleras Restrepo, de Colombia; Eduardo Frei Montalva, de Chile; Raúl Leoni, de Venezuela, y los representantes personales de los primeros mandatarios de Ecuador y Perú. El gobierno de Bolivia se adhirió en 1967.

La Declaración de Bogotá aprobó un programa de acción inmediata para los países andinos y Chile, que contempló la aplicación de medidas de integración económica y de coordinación de las políticas de los países participantes en materia comercial, industrial, financiera y de servicios de cooperación técnica.

El Acuerdo de Cartagena fue aprobado en mayo de 1969, y estableció el marco político del grupo subregional andino y propuso la adopción de un modelo conjunto de desarrollo económico, social y comercial entre países que presentaban características similares y que buscaban obtener los beneficios que, en el esquema regional de la época (ALALC), estaban generalmente reservados a los países más grandes.

El 8 de junio de 1970, la Corporación Andina de Fomento (CAF), inició formalmente sus operaciones, como un organismo financiero multilateral, tanto para al sector público como privado de sus países accionistas, y fijó su sede en Caracas, Venezuela.  Chile fue uno de los países fundadores de esta institución financiera, manteniéndose como accionista hasta octubre de 1978, cuando el Gobierno de la época dispuso el retiro de Chile del entonces Grupo Andino, hoy Comunidad Andina.

Mediante la firma de los Documentos de Suscripción de Acciones de Capital Ordinario y Acciones de Capital de Garantía, de fecha 18 de agosto de 1992 y de fecha 9 de noviembre de 2007, la República de Chile se convirtió nuevamente en accionista de la CAF.

Para desarrollar nuevamente sus actividades en Chile, la Corporación requiere de las inmunidades y privilegios que le otorga el presente Convenio, que los tenía en 1978 y que son idénticos a los que Chile ya otorga a otros organismos financieros multilaterales que hacen operaciones con Chile.

La CAF no sólo opera en los países andinos, sino que en toda Latinoamérica, siendo la principal fuente de financiamiento del área de infraestructura en dicha región.

Con el objeto de promover el desarrollo sostenible y la integración regional de sus países accionistas la CAF, como intermediario financiero, capta recursos de países para Latinoamericana, promoviendo inversiones y oportunidades hacia la región.

Con dichos recursos, la CAF enfoca su estrategia de acción en promover el desarrollo socioeconómico de sus países accionistas, a través del financiamiento de operaciones para la mejora competitiva  de los distintos sectores de la economía, el desarrollo de la infraestructura social y económica de los países, el apoyo a la integración física y fronteriza de la región, el desarrollo de la mediana y micro empresas, la consolidación de los mercados financieros nacionales y regionales, el desarrollo del capital humano, y la reforma y modernización del Estado.

Todo lo anterior teniendo en cuenta los factores ambientales y regionales para asegurar el uso sostenible de los recursos naturales.

En este sentido, la CAF presta servicios financieros múltiples, de alto valor agregado y de manera oportuna al sector público y privado en forma de préstamos, garantías y avales, asesoramiento financiero y banca de inversión, servicios de tesorería, participaciones accionarias y cooperación técnica, entre otros.

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