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  Muerte de líder de Al Qaeda genera dispares reacciones entre senadores de la Comisión de Relaciones Exteriores

  Mientras el senador Eugenio Tuma manifestó su preocupación por la vigencia del Derecho Internacional para perseguir estos crímenes, su par el senador Hernán Larraín, dijo que esta acción, si bien no es la ideal, es un golpe al terrorismo.

2 de mayo de 2011

Dispares opiniones generó entre senadores de la Comisión de Relaciones Exteriores, la muerte del Osama Bin Laden, líder de Al Qaeda, mientras el senador Eugenio Tuma, presidente de la instancia reaccionó con cautela y solicitó al Gobierno "ser prudente" para reflexionar sobre las consideraciones internacionales de este hecho; su par, el senador Hernán Larraín, aseveró que "con los terroristas no es posible el diálogo ni la racionalidad ni mucho menos hacer justicia por la ley ni por los tribunales".

El senador Tuma calificó la muerte de Bin Laden como un hecho que "habla muy mal de la vigencia del Derecho Internacional". Por ello, pidió al Gobierno ser prudente e invitar a reflexionar antes que a celebrar. "Debemos como un país pequeño que busca ser respetado a nivel regional y global, ser capaces de alzar la voz por un sistema internacional, fundado en el derecho y en el multilateralismo, única forma de asegurar una convivencia pacífica y respetuosa entre las distancia naciones del orbe", aseveró.

"Desde la campaña presidencial, el Presidente Barack Obama afirmó que se concentraría en ubicar vivo o muerto a Bin Laden y dispuso de todos los recursos militares para esos fines, lo cual habla muy mal de la vigencia del Derecho Internacional a nivel global".

Precisó que "una persona que comete crímenes, por atroces que sean, debe ser juzgado, para eso se han creado tribunales internacionales. Pero curiosamente Estados Unidos no es parte de la Corte Penal Internacional pues prefiere seguir desarrollando acciones unilaterales de fuerza", dijo el parlamentario.

Agregó que "parece que para Washington el mundo entero es parte de su jurisdicción nacional, pues ellos pueden ir a cualquier país del mundo, al margen de la legalidad, y hacer justicia por propia mano. Ellos mismos se encargan de buscar, secuestrar, apresar y, en casos como éste, asesinar personas que ellos por si y ante si han establecido que son responsables, de atentados terroristas".

Para el senador Tuma la muerte de Bin Laden no terminará con las acciones del terrorismo islámico radical, "al revés, es probable que lo aliente. Eso es lo más dramático de este episodio, pues el único antídoto en contra del surgimiento de grupos de esta especie es la lucha contra la injusticia, la falta de democracia, la pobreza y la marginalidad de centenares de millones de personas en Oriente Medio y el Norte de África".

"Son las condiciones de vida de esta población el caldo de cultivo de las posiciones radicales. Tampoco estas prácticas cesarán si es que las potencias occidentales no dejan de actuar en la zona como lo hacían los viejos imperios coloniales durante el siglo XIX. Probablemente si no hubiera petróleo en esa parte del mundo, tendrían muchos menos problemas que los que tienen hoy en día, en donde el acceso a sus recursos naturales genera tensiones, invasiones, intervenciones ilegítimas que causan muerte y dolor a la población civil", señaló el legislador.

GOLPE AL TERRORISMO

Por su parte, el senador Hernán Larraín, integrante de la Comisión indicó que "la muerte de Osama Bin Laden es un gran golpe al terrorismo y, por ende, es una buena noticia para el mundo, porque no es posible que personas que se dedican a asesinar indiscriminadamente a personas inocentes puedan pasar por la vida sin tener consecuencias por sus actos".

No obstante, advirtió que "hubiese preferido que Osama Bin Laden hubiese sido llevado ante los tribunales en forma pública para agotar las investigaciones y esclarecer públicamente sus actividades ilícitas y las redes de Al Qaeda".

Sin embargo, recalcó que "lo que ocurre es que con terroristas no es posible el diálogo ni la racionalidad ni mucho menos hacer justicia por la ley ni por los tribunales, porque como dice el antiguo refrán ¿quien a hierro mata a hierro muere' y eso es lo que ha ocurrido".

El senador Larraín indicó que "si bien la muerte de Bin Laden, puede generar algunas reacciones desesperadas de parte de grupos fanáticos que todavía no entienden que el terrorismo no es el camino de la humanidad, espero que haya la fuerza suficiente para, de una vez por todas, terminar con este flagelo que ha afectado al mundo en las últimas décadas, causando graves situaciones de seguridad pública y afectando la paz".

Puntualizó que "Chile debe monitorear lo que está pasando y reaccionar según la voluntad de la comunidad internacional. Esto debería llevar a una acción multilateral de la ONU para darle más fuerza a este combate al terrorismo y nuestro país puede cooperar con su voz y voluntad.  Hay que estar preparados porque las ramificaciones internacionales de estos grupos son muy numerosas y activas y probablemente pueden incurrir en actos violentos".

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