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  Derechos y deberes de los pacientes sobre sus atenciones de salud dio importante paso

  La Sala aprobó la iniciativa, pero eliminó un artículo que permitía a las personas manifestar anticipadamente su voluntad de no someterse a cualquier procedimiento médico.

7 de septiembre de 2011

En condiciones de cumplir su tercer trámite en la Cámara de Diputados quedó el proyecto que regula los derechos y deberes que tienen las personas en relación con acciones vinculadas a su atención de salud, luego que la Sala del Senado aprobara por unanimidad la iniciativa, con excepción de un artículo que permitía a los pacientes manifestar anticipadamente su voluntad de no someterse a cualquier procedimiento o tratamiento médico.

Respecto de dicha norma, la Sala acogió con 18 votos a favor, 12 en contra y 1 abstención, la propuesta que le hizo la Comisión de Salud, que por mayoría optó por eliminar el artículo 19 que señala que "la persona podrá manifestar anticipadamente su voluntad de no someterse a cualquier procedimiento o tratamiento vinculado a su atención de salud", lo que podrá hacerse por escrito ante un ministro de fe o, al momento de la internación, ante el Director del establecimiento o en quien éste delegue tal función y el profesional de la salud responsable de su ingreso.

Durante la votación de la iniciativa intervinieron los senadores Fulvio Rossi, Patricio Walker, Francisco Chahuán, Ximena Rincón, Gonzalo Uriarte, Alberto Espina, Guido Girardi, Alejandro Navarro, Ricardo Lagos, Jaime Quintana y Carlos Larraín.

El senador Rossi se mostró contrario a la decisión de eliminar el citado artículo del proyecto, argumentando que "me parece positivo que un paciente tenga derecho a establecer una suerte de testamento vital para establecer si quiere o no someterse a ciertos tratamientos en determinadas circunstancias estando consciente y en el pleno uso de sus facultades intelectuales y con una capacidad de juicio adecuada".

Opinión similar manifestó el senador Girardi quien señaló que "estamos hablando de un derecho universal que obra en casi todas las leyes de derecho de los pacientes del mundo desarrollado. No estamos hablando de eutanasia, porque eso podría considerarse un extremo, pero el otro extremo es que las personas no tengan autonomía ni posibilidad de resolver nada respecto de la propia vida".

Del mismo modo, la senadora Rincón señaló que el articulado es claro en establecer que "estamos hablando de la manifestación anticipada de voluntad de no someterse a un tratamiento específico, a lo que se agrega que la persona puede cambiar de decisión" y no de otro tipo de norma que atente contra la dignidad de las personas.

En tanto, el senador Navarro indicó que "la regulación de esta ley sin este artículo va a quedar con un fuerte vacío. Cuando uno deposita su salud en manos de médico lo mínimo que uno quisiera hacer es tomar decisiones en forma conjunta. Estamos hablando de enfermedades con consecuencias y uno debiera tener la posibilidad de decidir".

El senador Lagos lamento que se rechazara "la posibilidad de que una persona pueda decidir libre y soberanamente si quiere un tratamiento. Se rechaza que la persona pueda manifestar anticipadamente su voluntad de rechazar un tratamiento de salud. Eso es atentatorio contra la libertad de las personas. Esta ley es buena en general, pero va a quedar coja".

En tanto, el senador Quintana aclaró que "aquí no está en discusión la eutanasia. Estamos frente a una situación que se hace en un momento consciente del paciente. Es una decisión personalísima, revocable para un momento en que una persona después va a estar inconsciente y no existe riesgo de tipo penal o de otro tipo para un médico".

POSTURA MAYORITARIA

En tanto, el senador Patricio Walker señaló que optó por rechazar este artículo tras escuchar los planteamientos del Ministro de Salud, quien "explicó que hay muchas situaciones en que pacientes anticipadamente dicen que en determinados casos no quisieran un tratamiento y después cambian de opinión".

El senador Chahuán indicó que eliminar esta disposición "no implica no seguir la doctrina de la muerte digna en términos que una persona libremente pueda optar, frente a una situación de diagnóstico de una determinada patología, por someterse o no a un tratamiento. Se ha optado a que a una persona no se le pueda dejar de suministrar los insumos mínimos para que se pueda sostener la vida y hemos sostenido que siempre debe quedar abierta la posibilidad de revisar este punto y por eso hemos rechazado el articulado".

El senador Uriarte precisó que "suscribo la postura mayoritaria. Creo que se trata de una institución muy importante, esencialmente revocable total o parcialmente. Creo que lo que corresponde es mantener la tesis mayoritaria, sin perjuicio de tener mucha razón la postura del senador Rossi, salvo en cuanto a que esto es esencialmente revocable".

En tanto, el senador Espina dijo que se optó por "excluir de la ley muchas materias que son propias de la esfera médica, porque rigidizaban esa decisión. Hay complicidad entre un profesional médico y su paciente que le permiten ir tomando decisiones minuto a minuto y por eso muchas de esas normas fueron sacadas. Establecer a priori una decisión sobre un tratamiento, lo único que hace es complejizar la decisión que debe tomar un médico".

Finalmente el senador Carlos Larraín señaló que "he visto muchas veces como en el curso de la enfermedad hay mejoras y la gente ve la posibilidad de vivir. Por eso que estos denominados testamentos vitales, los denominaría testamentos mortales. El hombre sano al otorgar su testamento vital, ¿sabe de lo que está hablando?, ¿estará cabalmente informado?, ¿cómo se tipifican las enfermedades?. Los tratamientos médicos evolucionan rápidamente, la evolución es casi cotidiana".

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