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Consejo Nacional de Televisión: reflexionan sobre el futuro de la televisión, el lento proceso de digitalización y el desarrollo de internet

El nombramiento de los nuevos consejeros abrió un debate en Sala sobre la necesidad de acoger un debate más amplio sobre los cambios tecnológicos y sociales que afectan a la televisión.

1 de febrero de 2019

Imagen foto_00000009Por 37 votos a favor y una abstención la Sala del Senado respaldó la designación de María de Los Ángeles Covarrubias, María Constanza Tobar Castro, Andrés Egaña, Gastón Gómez y Héctor Segura como integrantes del Consejo de Televisión Nacional. (S 2.044-05)

 

La petición fue realizada por el Presidente de la República y más allá de los nombramientos que, en sí  mismos cumplían los requisitos para el cargo, se generó una amplia reflexión sobre el futuro y los objetivos de la televisión abierta, el lento proceso de la digitalización y el desarrollo de internet, entre otros.

 

No obstante, el senador Latorre dejó constancia de su abstención debido a la necesidad de contar con mayor pluralismo en este tipo de instancias “dada la fuerte concentración de los medios de comunicación”.

 

En la oportunidad, hicieron uso de la palabra los senadores Jaime Quintana, Yasna Provoste, Alfonso De Urresti, Guido Girardi y Juan Ignacio Latorre. Además de la ministra Secretaria General de Gobierno, Cecilia Pérez.

 

El nombramiento corresponde a lo establecido en el artículo 2°, inciso final de la ley N° 18.838, el cual dispone que, para estos casos, las vacantes en los cargos de consejeros deben proveerse de acuerdo al mismo procedimiento de designación de los titulares originales y durarán en sus funciones el tiempo que se reste para completar el período del consejero reemplazado.

 

Los nominados en su exposición ante la Comisión de Educación analizaron todo el tránsito que está haciendo la televisión, desde analógica a digital, “donde hay todavía un porcentaje muy alto de las principales estaciones televisivas que no han logrado dar ese paso”, dijo el senador Jaime Quintana. “Tenemos solo un 16 por ciento de digitalización, y eso, evidentemente que significa un gran inconveniente, especialmente para los territorios aislados donde, finalmente, esta señal no está llegando, no va a llegar. Esto en virtud de la ley de televisión digital terrestre”.

 

Asimismo, “todos los cambios tecnológicos que está experimentando la industria también fueron objeto del análisis. Muchos temas que tienen que ver con las denuncias que se formulan a distintos canales de televisión, que también son conocidas por el Consejo Nacional de Televisión”.

 

En tanto, la senadora Provoste destacó la trayectoria y las experiencias profesionales de cada uno de los postulantes y, por ello, “la Comisión de Educación, por unanimidad, consideró que cada uno de los integrantes tiene méritos personales y profesionales para desempeñar la función que la ley le ha establecido al Consejo Nacional de Televisión”.

 

A su vez, el senador De Urresti apuntó que “está pendiente el debate de la implementación de la Ley de Televisión Nacional y el canal cultural, pero los cambios que se avecinan en la industria de la televisión, no solo el canal estatal, son tremendos pues está expuesta a cambios tecnológicos y de audiencia”. Por lo mismo, “se debiera generar un debate mayor. Creo que el Senado no es un buzón para simplemente ratificar nombres que -insisto- no son objeto de discusión, sino para debatir cuál es la función del Consejo Nacional de Televisión; cuál es la televisión que viene -pública y privada-; cuáles son los contenidos que se están generando”.

 

Por su parte, la senadora Von Baer, valoró la profundidad del debate e intercambio de opiniones con los consejeros, algunos de los cuales están renovando su período y con los nuevos. “Ellos, necesitan más apoyo en la fiscalización también de los canales más pequeños en regiones, que es un tema que creo que es relevante porque son canales que hoy están apareciendo con cada vez más fuerza y donde tenemos poca fiscalización. Y ese es un tema relevante para la honra de las personas y también para el cuidado de nuestros niños, niñas y adolescentes”. “También conversamos sobre la delgada línea que hay entre la libertad de expresión y la fiscalización que tenemos que tener, el fortalecimiento también de nuestra democracia y los contenidos en distintas plataformas. Hablamos también con los consejeros respecto a la migración a la televisión digital y los problemas que se están teniendo y cuáles son las miradas que tienen los consejeros respecto a esta temática”.

 

El senador Girardi compartió la necesidad de tener una discusión más a fondo, “porque creo que lo que está viviendo la televisión, el formato de televisión que tenemos, es lo mismo lo que le pasó a Kodak y Blockbuster: van a desaparecer.El camino a la digitalización es un camino que tiene costos, que tiene necesidad de recursos, pero creo que la gente a futuro va a ver televisión o va a ver a través de plataformas múltiples pero por internet. Entonces, más importante para mí es que todos los chilenos tengan acceso a internet, que va a ser la vía a través de la cual se van a desarrollar o ver los contenidos. Me parece que la televisión, si va a subsistir, va a ser como una televisión de nicho. Es decir, nadie va a ir a ver una película como veíamos antes en la televisión abierta; la va a ver en alguna plataforma streaming”.

 

Finalmente, el senador Latorre, hizo hincapié en “la necesidad de contar con un mayor pluralismo en este tipo de espacios, dada la concentración de los medios de comunicación en Chile, la privatización de los medios y una línea editorial hegemónica que, muchas veces, es funcional a una agenda de gobierno. Por ejemplo, en educación nos ha tocado el año 2018 todo el debate sobre “Aula Segura”; toda la influencia de los medios de comunicación para efectos de la población de informar e influir en una cierta opinión política a la población; o ahora lo vemos con el proyecto de admisión justa, donde vemos al Presidente Piñera apareciendo en los matinales y con una agenda mediática muy fuerte. Lo que, en definitiva, termina afectando la calidad democrática, la calidad del debate público y de la deliberación pública”.

 

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