Garantizarán derechos laborales de trabajadores que se desempeñen en notarías, archivos y conservadores
El Senado despachó el proyecto que permitirá la aplicación de las normas del Código del Trabajo en este ámbito de servicios jurídicos.
6 de abril de 2011
En condiciones de ser promulgado como Ley de la República quedó el proyecto que hace aplicables las normas del Código del Trabajo al personal que se desempeña en notarías, archivos y conservadores.
Ello, luego de que la Sala del Senado despachara en tiempo récord y en forma unánime, la iniciativa que incorpora estos oficios en el concepto de empresa de modo de aclarar en la jurisprudencia las distintas interpretaciones.
En tanto, el senador Francisco Chahuán dejó constancia de su inhabilitad para votar este proyecto conforme a las normas vigentes.
La senadora Ximena Rincón, presidenta de la Comisión de Trabajo explicó que "hoy día el Código del Trabajo establece que las modificaciones totales o parciales del dominio de una empresa no alterará los contratos de los trabajadores que mantendrán su vigencia con los nuevos empleadores".
Puntualizó que el problema "son los fallos disímiles que han ocurrido en tribunales porque en el caso de las notarías, archivos y conservadores, el nuevo titular entiende que no tiene relación con los trabajadores y muchas veces se los despide".
Por estas razones "el proyecto aclara la dependencia, en caso de cambio de titularidad en notarías, conservadores y archivos", dijo.
Cabe señalar que existen fallos de la Corte Suprema que se han señalado que, en estos casos, la relación laboral se traba entre los empleados y el respectivo notario, archivero o conservador, quienes, si bien serían los empleadores, no constituirían una empresa propiamente tal en los términos del Código del Trabajo.
Por ello, si la titularidad de la respectiva notaría, archivo o conservador llega a su fin y cambia, los contratos de trabajo suscritos por el empleador -que es una persona natural cuyo desempeño en el cargo concluyó-, deberían, del mismo modo, terminar.
Esto se ha traducido en la falta de continuidad en los vínculos laborales, con toda la precariedad que ello significa en el ejercicio de los derechos correlativos.