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Nuevas exigencias podrían poner en riesgo a las pequeñas farmacias

Por Carlos Kuschel, senador por la Región de Los Lagos

6 de septiembre de 2013

Imagen foto_00000040Respecto al proyecto de ley de fármacos que discutimos, quiero expresar una vez más mi preocupación, la misma que la planteé por primera vez creo que en el año 1991 o 1992, que es la situación de las pequeñas farmacias y medianas, especialmente en comunas y localidades pequeñas.

 

Ello porque la norma establece una serie de exigencias que no creo que pueda cumplir una farmacia en una pequeña localidad. Existe una masa crítica insuficiente, un mercado mínimo o un punto de equilibrio inexistente que no permite cumplir con lo que se requiere para instalar uno de estos recintos comerciales donde existe una pequeña población.

 

Me refiero particularmente a la información que se exige, es decir, los precios que debe tener cada medicamento, la presencia de numerosos genéricos y principios activos, y la seguridad de contar con fármacos bioequivalentes. El rol del Estado en estos casos es muy insuficiente a mi juicio, porque se deja a las leyes del mercado la posibilidad de que estas pequeñas pymes puedan sobrevivir frente a las grandes cadenas.

 

Estoy pensando en cosas tan cotidianas pero peligrosas como las intoxicaciones que a veces, efectivamente, se producen cuando no se cuenta con el control debido para revisar las fechas de vencimiento, por ejemplo. A ello debemos sumar que muchos adultos mayores y mujeres no tienen cómo acceder a la información apropiada.

 

Lo peor de todo es que las exigencias presentes más las que se están proponiendo, podrían acentuar la disminución de las farmacias en determinadas localidades donde no hay los medios para cumplir con lo mínimo.

 

Después, aquí mismo en el Senado, nos quejamos que el mercado farmacéutico está concentrado en solo tres cadenas. Las grandes empresas no tienen problemas porque cumplen los requisitos debido a que pueden enfrentar las circunstancias que implica vender en pequeñas comunas, ellos pueden adquirir productos, pueden integrarse, fijar precios y generar utilidades.

 

Pero, con estas exigencias, muchas veces dificultamos que se instalen nuevas farmacias y que las existentes desaparezcan en comunas de pocos habitantes. Allí muchas veces existe una única farmacia, y el supermercado de esos lugares –que muchas veces es solo uno-  eventualmente podría vender estos medicamentos, pero como está el proyecto actualmente ello no se podría llevar a cabo.

 

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