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  Por una defensa efectiva de los consumidores

28 de abril de 2010

El proyecto que busca permitir las demandas colectivas por parte de quienes sufrieron daños en susImagen viviendas tras el terremoto, y que tuvo su origen en una moción de la senadora, Soledad Alvear, da cuenta que los damnificados y quienes se sienten dañados en sus viviendas, especialmente, cuando se trata de bienes comunes o de propiedades de condominio, se encuentren en la indefensión.

Y esto tiene que ver con una falencia que tiene tanto la Ley del Consumidor como la Ley de Urbanismo y Construcción. La primera no recoge los instrumentos necesarios para hacer integral la protección de los usuarios y consumidores. Tanto es así que expresamente la ley señala que no tiene cobertura en un conjunto de áreas, como es la financiera, en que hay leyes especiales; no tiene aplicabilidad un conjunto de atribuciones que el SERNAC tiene o la Ley del Consumidor tiene cuando se trata de construcciones o cuando se tratan de todas aquellas materias que están reguladas por leyes especiales.

Si revisamos cada una de las leyes especiales nos vamos a dar cuenta que, en ninguna de ellas, la mirada está puesta en defender a los consumidores, sino que en regular el sector. Cuando vemos la Ley de Bancos, está regulada por la Superintendencia y todo está pensado en los ahorrantes y también en los accionistas de los bancos, pero nunca en los consumidores y usuarios. Lo mismo ocurre con la Ley de Urbanismo y Construcción.

Nosotros hicimos una ley general de protección a los consumidores, pero excluimos un conjunto de materias y actividades. Por eso que estamos haciendo modificaciones, porque no tenemos en Chile una efectiva y verdadera Ley del Consumidor.

En esta materia deberíamos establecer una legislación, porque más que judicializar las soluciones es prevenir soluciones.

Con el senador Ricardo Lagos Weber hemos presentado un proyecto de ley para establecer un seguro obligatorio, al menos para todas aquellas viviendas menores de dos mil unidades de fomento, que establece la cobertura para las familias más vulnerables.

Y del mismo modo que como Estado hemos creado subsidios al agua potable, o hemos creado un subsidio al seguro agrícola, ¿por qué no crear un subsidio también al seguro de la vivienda?

Ahora, cuando tenemos estos desastres, no estamos yendo a los tribunales a presentar demandas de ninguna naturaleza ni individual y colectiva, sino que estamos remitiéndonos a que la compañía de seguros dé respuesta, pague y repare la vivienda o cancele el daño que ha sufrido por esta catástrofe.

Quiero llamar la atención respecto de cómo estamos mirando la protección de los ciudadanos y la protección de los consumidores.

En tal sentido, creo que deberíamos revisar en la integralidad de la Ley del Consumidor, cómo protegemos en general a los propietarios de viviendas para que nunca más tengan la incertidumbre de que un caso de un siniestro no van a tener alguien que responda por los daños.

También necesitamos ver cómo hacemos una legislación para revisar qué es lo que está ocurriendo con los seguros bancarios y con los créditos hipotecarios, donde es una paradoja que quien paga la prima del seguro no es el beneficiario, sino que el beneficiario, en definitiva, es el banco.

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