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Proyecto de ley sobre encapuchados

14 de noviembre de 2013

Me parece increíble que no quieran legislar y tipificar el delito de los encapuchados, toda vez que son individuos que intencionalmente,  premeditadamente, organizadamente y  con intención,  salen a las calles a causar desmanes,  lesiones graves a la propiedad privada, a los Carabineros que también son personas. 

 

Al respecto, una reflexión: seguramente muchos de ustedes deben conocer Peñalolén. En lo más alto de esta comuna se divisa un panorama verdaderamente hermoso, al ver todo el valle de Santiago, de día, con  los grandes edificios, y de noche, las luces que la iluminan.  Se aprecia un panorama de tranquilidad, gracias a nuestras policías.  Pero usted, ¿se ha puesto a pensar? Piense un momento que pasaría si no existiera ningún Carabinero, ni Policía que de día o de noche trabaje, custodie las calles, que vele por la seguridad de la población civil.  Por favor piense un momento, seguramente estará de acuerdo conmigo.  Sería sin duda una batalla campal, todos contra todos, saqueos, robos, violaciones, muertes a cada minuto, un pueblo sin ley, sin misericordia,  una brutal guerra civil, corrupción, narcos, reinando en todas las calles.

 

Y ¿qué valor real le dan los señores legisladores a esta noble labor policial? Sinceramente ninguna.  Dos años duerme el proyecto, se discuten cosas tan necias como que mucha gente usa pasamontañas o pañuelos para tapar sus rostros por  un tema de salud, pero por favor, si con este pensamiento lo único que están utilizando es a quien le conviene más tener tontos en las calles que sean manipulables y que políticamente,  sirvan para tambalear al gobierno de turno.

 

La sociedad cambió, es necesario tipificar estos delitos con claridad, con fuerza, con firmeza, para lograr tener paz en la sociedad. ¿De qué sirve tener éxito económico sin tenemos un fenómeno social de delincuencia?

 

Y por favor, piensen que pasaría si no existieran las policías, que son un gran ejemplo de vida para los ciudadanos, y que por cierto, no existen derechos humanos para ellos. Eso es totalmente injusto, y fuera de todo razonamiento civilizado.

 

El problema es social, y está claramente  en la juventud, son niños o jóvenes (muchos son utilizados por adultos, para cometer ilícitos) que no saben vivir en libertad, en democracia,  confunden la libertad, con el libertinaje.  Es función del Estado lograr ordenar a esta sociedad, bajo condiciones de valores, con una legislación clara, y eficiente, que les dé garantías, pero también que les quite las garantías cada vez que salen encapuchados a quemar Carabineros, a personas inocentes, a saquear supermercados y a robar sin piedad. 

 

Es este el tema: legislar para tener una sanción ejemplificadora para todo aquel que crea que está por sobre la ley. Y por supuesto utilizar los recursos existentes legales, pero perfeccionar los que no son eficientes, el encapuchado es un potencial terrorista.

 

David Vásquez Suazo

 

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