Regionalización del salario mínimo

Hace unos días sostuve un encuentro con el movimiento sindical de Chiloé, la comuna de Quellón, donde se acordó solicitar de la autoridad económica del país la regionalización del salario mínimo, atendiendo a lo que han sido otros movimientos sociales que ha habido en el país en el curso del último tiempo.

Dada las características de la lejanía geográfica y las condiciones insulares de la provincia de Chiloé, ellos han acordado solicitar a la autoridad las modificaciones legales pertinentes con el propósito de que se pueda establecer un salario mínimo de 300 mil pesos.

Todo indica que esta cifra se justifica si consideramos el elevado precio de los combustibles, que influye en el transporte tanto de carga como de pasajeros dentro de la isla, como en el encarecimiento de los insumos de aquellos alimentos y del abastecimiento de los artículos de construcción y de otros productos que llegan a un precio considerablemente más elevado.

Entiendo que hasta ahora, no solamente en este Gobierno, también en los Gobiernos de la Concertación, la autoridad económica se ha mostrado en una posición de rechazo a incursionar en una alternativa de esta naturaleza. Pero también comprendo la evolución del país y las nuevas exigencias que se hacen patentes, lo cual aconseja estudiar nuevas alternativas.

No es igual la situación de los trabajadores de menores ingresos a lo largo y ancho del país. La situación de las familias es claramente distinta y sobre todo los costes de transportes que se han encarecido enormemente.

Como todavía estamos a la espera del proyecto de ley espejo sobre el Transantiago, de manera de poder entregar un subsidio al transporte de pasajeros que influye directamente en la tarifa, creo que esto se hace aún más necesario.

Quisiera solicitar al Gobierno que se abra a una mirada que no sea simplemente enviar un proyecto que reitere los 205 mil pesos que se ha propuesto hasta ahora. Ello porque todo indica que en el país hoy hay conciencia de que este volumen de ingresos está por debajo de las exigencias de nuestra sociedad.

Esta es una discusión que va más allá de los guarismos. En el caso de la Región de Los Lagos que represento, no cabe ninguna duda de que la situación salarial es precaria porque se ha producido un retroceso en los ingresos de los hogares, lo que aconseja hacer un mayor esfuerzo con un aumento más significativo.