Click acá para ir directamente al contenido

  Revisando la arquitectura institucional

  Por Guido Girardi, Presidente del Senado

15 de septiembre de 2011

ImagenEn estos días celebramos un nuevo aniversario patrio. Es el primer año del tercer siglo de existencia de la República de Chile, que comenzó sin mucha claridad ni proyecto, pero que a muy poco andar sí sabía que quería ser una nación libre, soberana e igualitaria.

 

Fue el primer país de América en suprimir la esclavitud y ese gesto, sin duda, expresa en qué medida se constituyó un proyecto nacional que aspiraba a lo mejor para todos los habitantes de la República.

 

Hoy estamos en una coyuntura importante. Estamos en un momento de síntesis y revisión que marcará la historia de las próximas décadas.

 

Tras veinte años de gobierno de la Concertación y uno y medio de gobierno de la Alianza, todo parece haberse precipitado y el estado general de las cosas, que parecía a medias satisfactorio y que admitía su administración sin introducir cambios de fondo, está en cuestión. Es decir, estamos revisando toda la arquitectura institucional, que sin duda permitió muchos y sustantivos avances, pero que ha mostrado también todos sus límites.

 

Hoy vemos que no es posible seguir con el mismo modelo de educación. Sabíamos desde hace mucho que había que mejorarlo y trabajamos mucho para ello, pero dentro de una camisa cuyas costuras cedieron sin vuelta.

 

Hoy vemos que nuestra democracia demanda mecanismos que estimulen y faciliten la participación activa de tantas otras personas, que no admiten ya un sistema electoral que otorga casi todo el poder de decisión a los partidos.

 

La gente quiere influir, participar, hacer ver y sentir sus anhelos y demandas; y el actual sistema no permite que esos deseos fluyan y se cumplan de manera satisfactoria. Hay que reformular el sistema político, no sólo el sistema electoral.

 

Hoy vemos que la conciencia ambiental de la gente ha crecido enormemente. Ya no hay legitimidad ni piso para emprender grandes obras hidroeléctricas o centrales carboníferas en cualquier lugar. La gente sabe qué es el patrimonio ambiental y quiere luchar por conservarlo.

 

Hay tantas maneras de hacer las cosas bien que hemos aprendido a reconocer fácilmente la demagogia y el engaño, como cuando dicen que Chile se quedará a oscuras si no se hace determinada obra. Falso. Ya lo sabemos todos.

 

En suma, estas Fiestas Patrias no deberían ser sólo una ocasión para celebrar y compartir con la familia y los amigos. También podemos y debemos reflexionar sobre el país que queremos. Apenas pasen las fiestas estaremos nuevamente ante importantes disyuntivas; que no nos pillen de sorpresa. El futuro es demasiado importante.

Imprimir