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A ley proyecto que tipifica los delitos de robo o hurto de vehículos motorizados y aumenta sus penalidades

El Senado despachó el texto legal que también contempla sanciones para quienes realicen la receptación de este tipo de especies o partes de ellas.

23 de noviembre de 2012

En condiciones de ser remitido al Presidente de la República para ser promulgado como ley quedó el proyecto que modifica el Código Penal para tipificar como delitos autónomos el robo y hurto de vehículos motorizados, y establecer sanciones especiales cuando se trata de la receptación de este tipo de especies o partes de ellas. Ello, luego que el Senado aprobara por 21 votos a favor, 1 en contra y 2 abstenciones la idea de legislar y, luego en particular la iniciativa, y la Cámara de Diputados hiciera lo propio en el tercer trámite.

 

Durante el debate intervinieron los senadores Hernán Larraín, Patricio Walker, Baldo Prokurica, Alejandro Navarro, Alberto Espina, Eugenio Tuma, José Antonio Gomez, Soledad Alvear, Carlos Bianchi.

 

El senador Larraín, en su calidad de presidente de la instancia, explicó que la iniciativa que tuvo su origen en una moción de un grupo de diputados para enfrentar el robo de vehículos motorizados. Aseguró que "este delito se ha incrementado en forma progresiva, a pesar de una campaña para contenerlo, no obstante, el Ejecutivo avala y apoya esta iniciativa porque complementa los esfuerzos que se van desarrollando para lograr una mejor persecución penal de este delito que incluso se ha transformado en un mercado negro de carácter internacional y vinculados a las drogas".

 

Respecto a las modificaciones que se introdujeron en la instancia, precisó que se acordó sancionar "con una pena única de presidio menor en su grado máximo, es decir, entre 3 años y un día a 5 años a quienes roban vehículos en lugares no destinados a la habitación en bienes nacionales de uso público". "La misma pena arriesgan quienes tengan, transporte compre o venda; transforme o comercialice en cualquier forma vehículos robados".

 

En tanto, el senador Walker coincidió en que "la iniciativa se hace cargo de una realidad que afecta principalmente a la clase media del país que no tiene los recursos para contar con la tecnología y los seguros para evitarlos. En Chile hay 100 robos al día de vehículos motorizados y el año pasado hubo 36 mil robos de vehículos, sin embargo, en la práctica nadie cumple pena privativa de libertad por robar y eso lo saben las bandas".

 

A su turno, el senador Prokurica felicitó a autores del proyecto porque "la delincuencia producto de la información y tecnología cambia constantemente y estamos ante un delito que afecta a determinados vehículos y como las sanciones son bajas se ha transformado en una verdadera industria el robo y reducción del vehículo". "Si a esto agregamos la sensación de impunidad esto se transforma en una pésima señal porque los más afectados son las personas de clase media".

 

El senador Navarro manifestó sus dudas respecto a "si hemos tenido correlación positiva entre el aumento de las penas y la disminución de delitos. Veo que no hay una correlación eficiente y, por lo tanto, es un auto engaño decir que aumentando las penas van a disminuir los delitos". Agregó que "paralelamente podrían haber mayores recursos tecnológicos contemplados en el Presupuesto, para que nuestras policías eviten el paso de vehículos robados por la frontera y tengan elementos más efectivos para la persecución del delito y para su prevención".

 

Por su parte, el senador Espina, señaló que esta legislación es urgente porque la realidad actual es que las personas que roban vehículos, en la práctica, quedan en la total impunidad debido a la penalidad que está establecida en nuestro Código Penal tanto para el que comete el delito como para el que realiza receptación, va entre 541 días a 5 años, esto significa que si la persona configura dos atenuantes, lo probable es que la pena se rebaje en un grado y la regla general es que termina siendo remitida". "Por eso se ha transformado en un gran mercado".

 

El senador Tuma valoró la iniciativa que "preocupa a los ciudadanos especialmente de trabajo y que muchas veces pierden su único ahorro". No obstante, señaló que "los que cometen estos delitos no van a imponerse del aumento de penas y no creo que les importe. Por eso creo que somos poco eficaces en buscar formas creativas de proteger patrimonio chilenos que son más vulnerables y donde el vehículo es un bien de primera necesidad". Por eso justificó su voto en contra del proyecto.

 

A su vez, el senador José Antonio Gómez, precisó que dentro de las modificaciones que introdujo la Comisión "se penaliza con mayor rigor a aquel que comete el delito y sería interesante hacer un análisis para prevenir que se cometa el delito". Por eso manifestó que "lo razonable sería contar con un estudio de lo que significan económicamente estos robos y ver cómo el Estado podría colaborar para establecer seguros o mecanismos técnicos que eviten los robos y daños personales y morales".

 

La senadora Alvear coincidió con sus pares en el sentido que "dentro de la Región Metropolitana comunas Santiago, Puente Alto, Providencia y Maipú son las comunas con mayor índices de robos, incluso están identificados los lugares donde se cometen los delitos y las marcas de los vehículos más robados. Entonces, uno dice cómo no podrá hacerse una prevención de modo de detener a estas bandas, en lugar de aumentar automáticamente las penas". Por ello, recalcó la necesidad de reforzar las tareas de prevención e inteligencia para desarticular las asociaciones ilícitas.

 

Finalmente, el senador Carlos Bianchi aseveró que este proyecto "da cuenta de una realidad que se vive más en la capital", no obstante, hizo énfasis en "el robo de cuello y corbata que se comete a través de la receptación porque muchas compraventas han dañado a muchas personas que, con gran esfuerzo, han adquirido o dado en parte de pago un vehículo y se han visto estafadas con vehículos robados". Por lo mismo destacó la necesidad de sancionar la receptación y también desarrollar medidas de prevención.

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