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Conceden nacionalidad por gracia a religiosa Augusta Pedrielli Cleanti

Por unanimidad la Sala consideró merecedora del reconocimiento a la religiosa italiana "con una vida de servicio en Aysén", por lo que el oficio pasó sin modificaciones a la Cámara de Diputados y se encuentra ad portas de convertirse en ley.

15 de abril de 2015

Con la venia de la totalidad de los presentes en la Sala, el Senado aprobó otorgar la nacionalidad por gracia a la religiosa italiana Augusta Pedrielli Cleanti, quien se ha desempeñado desde 1966 en obras de beneficencia y ayuda espiritual en la Región de Aysén, lo que fue valorado por la Comisión de Derechos Humanos, instancia parlamentaria que emitió un informe favorable por la moción.

 

La encargada de informar sobre el proyecto, en segundo trámite constitucional y que quedó en condiciones de convertirse en ley, fue la senadora Jacqueline Van Rysselberghe, quien recordó que la religiosa comenzó su profesión Perpetua el día 4 de marzo de 1967, en Santiago.Imagen foto_00000015

 

La propuesta también fue valorada por el senador Patricio Walker, representante de la XII Región y conocedor de la obra de Pedrielli.

 

En los antecedentes descritos se destacó la abnegada entrega al prójimo por casi 40 años en el Servicio de Salud de Aysén, en particular, en el Hospital de Puerto Aysén, donde asumió, entre otras responsabilidades, la jefatura del servicio de pediatría.

 

Sin perjuicio de lo anterior, consciente de la terrible realidad social que afectaba a los niños de dicha región, decide fundar el primer Hogar de la Congregación en Chile, bajo el nombre de “Hogar del Niño Madre Eleonora Giorgi”, con el propósito de brindar una respuesta efectiva a los grandes problemas de desnutrición que existían en esa época, particularmente en la región de Aysén, la que poseía el lamentable récord de contar con la tasa de mortalidad infantil más elevada a nivel nacional.

  

Si bien esta situación fue superada sustancialmente con el transcurso del tiempo y los cambios sociales, fueron surgiendo otras problemáticas igualmente apremiantes y amenazantes, como el abandono, que afectaba la calidad de vida de los niños de la región. Ello motivó a la Congregación, representada por sor Augusta Pedrielli, a asumir un nuevo desafío el 01 de abril de 1999, haciéndose cargo de la administración del hogar El Ángel, centro que en enero de 2008 concluyó sus funciones.

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