Consagrarán en la Constitución el derecho a voto en el extranjero

Tras un extenso debate, la Sala aprobó el proyecto –iniciado en moción- que permite el ejercicio del sufragio de los ciudadanos que se encuentran fuera del país. Esto tras respaldar los cambios introducidos por la Cámara Baja en su segundo trámite a la propuesta de reforma constitucional.

Por 28 votos a favor, 5 en contra y 3 abstenciones, los legisladores apoyaron en particular la norma de autoría de los senadores Isabel Allende, Patricio Walker, Alberto Espina, Hernán Larraín y la ex senadora Soledad Alvear.

De esta forma, esta reforma constitucional queda en condiciones de transformarse en ley, por lo que comenzará su etapa de promulgación.

Los legisladores analizaron en detalle los principales hitos de su tramitación, profundizando en aspectos como las condiciones mínimas para ejercer este derecho, su materialización y la necesidad de una Ley Orgánica Constitucional (LOC) que lo regule, los acuerdos previos establecidos en la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento, y la definición del vínculo con el país.

En el debate hicieron uso de la palabra los senadores Eugenio Tuma, Alejandro Navarro, Patricio Walker, Hernán Larraín, Jorge Pizarro, Alejandro Guillier, Fulvio Rossi, Carolina Goic, Pedro Araya, Baldo Prokurica, Lily Pérez San Martín, Alberto Espina, Isabel Allende, Antonio Horvath, Rabindranath Quinteros, Andrés Zaldívar, Jacqueline Van Rysselberghe, Ignacio Walker, Carlos Bianchi, Manuel José Ossandón, Juan Pablo Letelier, Ricardo Lagos Weber, Francisco Chahuán, Jaime Orpis, Andrés Allamand, Juan Antonio Coloma, Ena Von Baer y José García Ruminot. Finalmente, se dirigió a la Sala, la ministra Secretaria General de la Presidencia, Segpres, Ximena Rincón.

El senador Tuma explicó que el proyecto apunta a facultar a los chilenos en el extranjero, a votar en las elecciones nacionales, lo que “implica otorgar un deber cívico que si no se materializa, genera un atentado a los derechos políticos, y por consiguiente, humanos”. Asimismo, aseguró que de aprobarse esta norma, “Chile podrá ponerse al día respecto a las naciones que han decidido fortalecer su democracia por este medio…lo que permitirá también, acercar los representantes a las personas”.

Luego, el senador Navarro recordó que “tuvieron que pasar 24 años para que este anhelo se concrete, puesto que ni la Concertación ni el Gobierno de Piñera fueron capaces de reconocer este derecho y tramitarlo con agilidad”. A su parecer, los opositores de este proyecto “creen que aquellos que viven afuera son todos de izquierda, y eso no es así” y responsabilizó de esta situación a la Constitución que solo permite una participación que se limita a emitir un voto cada cuatro años.

El senador Patricio Walker calificó el debate como histórico. Comentó que luego que se transformara en ley la inscripción automática y el voto voluntario, “el paso siguiente era permitir a los chilenos que viven en el extranjero participar en los sufragios”. Explicó que fruto de los acuerdos, se consensuó no poner condiciones, siempre y cuando la persona se inscriba una sola vez y actualice su domicilio con regularidad. En la práctica, recordó que “se requerirá de una modificación a la LOC de votaciones para fijar procedimientos concretos”.

El senador Larraín admitió que muchos se oponen al proyecto porque creen que perderán votos, sin embargo, aseguró que “eso no me preocupa porque lo importante es entregar este derecho”. No obstante, adelantó su votación, indicando que “no será ni a favor ni en contra, puesto que no se ha cumplido un acuerdo anterior que se estableció en la Comisión de Constitución”. A su parecer, siempre será necesario formalizar un vínculo con Chile. Además, advirtió las dificultades que generará esta votación en las elecciones municipales.

Para el senador Pizarro, “es vital que los 800 mil chilenos que viven en diversos países puedan reafirmar su identidad a través del sufragio considerando que expresar la opinión, implica fortalecer el lazo”. El congresista manifestó que es razonable generar un protocolo que permita resolver problemas prácticos que se darán con su aplicación, indicando que “no pienso que el cambio de domicilio vaya a significar una dificultad”.

El senador Guillier hizo ver que esta votación es tardía por cuanto, “está implícito en la Constitución  que votar es un derecho y cualquier otra interpretación es una restricción a la democracia”. El parlamentario felicitó a los legisladores que presentaron la iniciativa, puesto que “toma en cuenta los deseos de muchos chilenos que están fuera del país que quieren votar para elegir a sus gobernantes”, aunque agregó, “se perdieron 24 años de democracia chilena esperando esta aprobación”.

Por su parte, el senador Rossi hizo saber que este debate, “es un signo de los nuevos tiempos”, por cuanto en la campaña presidencial de Michelle Bachelet se consideraron propuestas que buscan reforzar la democracia. "Sin embargo, aun cuando se apruebe esta iniciativa, se seguirá manteniendo una deuda con muchos chilenos, puesto que se prolongó por mucho tiempo esta decisión”, dijo junto con destacar que esta votación “repone un derecho ciudadano y entrega un derecho humano”.

La senadora Goic calificó como positiva esta aprobación, puesto que “brinda  alegría a una gran cantidad de chilenos que se encuentran fuera del país, por motivos laborales, familiares o de estudio”. La parlamentaria recordó a los cientos de chilenos que hoy recobrarán un derecho constitucional, agregando que “este proyecto  fortalece nuestra democracia y sella una deuda pendiente con todos los chilenos fuera del territorio”.

El senador Araya recordó que el proyecto se originó a través de una indicación que se hacía cargo de la gran cantidad de chilenos que viven fuera de Chile y las razones asociadas, acotando que “esta es un discriminación por cuanto los motivos políticos hoy ya no existen”. Aclaró así que son numerosos los compatriotas que están fuera de nuestras fronteras por diversos motivos y quieren ejercer este derecho.

Por su parte, el  senador Prokurica hizo ver la legitimidad de tener opiniones encontradas sobre la norma. “Es legítimo entregar opiniones en determinada materias, y veo que algunos sostienen que votar en contra del proyecto es antidemocrático pero no es así ya que uno tiene derecho a disentir”. El congresista hizo ver los requisitos que ponen diversas naciones para entregar esta facultad “porque deben tener alguna cercanía con el territorio “, puntualizó.

La senadora Pérez San Martín recordó que en el gobierno del presidente Sebastián Piñera ya se planteaba este derecho, agregando que los senadores de Amplitud siempre se mostraron a favor de la iniciativa. Así agregó que, “no se puede dividir a las personas entre buenas y malas, puesto que la polarización se deriva de la desconfianza. Es más existe el prejuicio que todas las personas que están fuera de Chile, esconden una razón política, lo que no es cierto”.

A juicio del senador Espina esta es una votación importante, porque avanza en tres pilares para el perfeccionamiento de la democracia: la participación, la justicia y los acuerdos alcanzados. “El rol del Senado es intentar resolver los problemas pendientes para dar estabilidad y progreso y este proyecto demuestra entendimiento”, indicó. Asimismo, destacó que permite ampliar la participación para un sistema más  democrático y “más participativo”.

“Estamos dando un tremendo paso, por fin nos ponemos al día con los chilenos en el extranjero”, exclamó la senadora Allende, una de las autoras de la iniciativa,  quien además, manifestó “una profunda satisfacción; este ha sido un largo camino. Estamos llegando a un punto importante que espero no tenga marcha atrás”. La legisladora recordó que solo el 12% de los chilenos que viven en el extranjero, son exiliados y precisó que una Ley Orgánica regulará la materia.

El senador Horvath subrayó que “tenemos 500 mil chilenos en la Patagonia argentina, ¿quién más que ellos añoran que a nuestro país y a las regiones les vaya bien?”, por lo que manifestó su voto a favor, pero llamó a cuidar el rol objetivo de los consulados y embajadas, “para no influir en los posibles electores”. El parlamentario agregó que “en el extranjero están más informados de lo que pasa en Chile, por lo que pueden influir positivamente en el devenir de nuestro país”.

A su turno, el senador Quinteros, pese a respaldar el texto legal, manifestó que se debería considerar el voto para todas las elecciones en nuestro país. “Del texto aprobado se contempla la partición en primarias presidenciales, presidenciales y plebiscitos nacionales, pero soy del parecer que no deberían quedar al margen las elecciones de parlamentarios y alcaldes (…). Los derechos constitucionales no pueden ser limitados” y destacó la importancia de no perder la vinculación regionalista.

Destacando a los autores de la moción y el trabajo de la Comisión de Constitución, el senador Zaldívar precisó que “esta reforma constitucional no era necesaria, porque el derecho de voto, aun cuando estén en el extranjero, es un derecho por sí mismo, hubiera bastado una ley orgánica constitucional”, pero valoró el avance, porque “estábamos incumpliendo como Senado, el no legislar sobre la materia, más aun después de la ley que estableció el sistema de inscripción automática”.

La senadora Van Rysselberghe aseguró que “aquellos que vayan al consulado a inscribirse, sí tendrán un interés real en el país”, por ello afirmó que “ese no es el punto sino definir la vinculación”. A su parecer aquellas personas que participen de estas votaciones, deben asumir las consecuencias del voto que emitan, no obstante, los chilenos que no viven la realidad nacional, “no se ven afectados en el día a día al optar por determinada opción política”.

A su turno, el senador Ignacio Walker dio cuenta de su experiencia como ex canciller. Relató que el censo realizado en el 2005, determinó que 842 mil chilenos vivían en el extranjero, de los cuales un 75% aludían razones económicas-laborales y sólo un 12% mencionaban lo político. “Así se derribó un mito de algunos sectores de la derecha, que insisten en que sólo los exiliados viven fuera de las fronteras… en cambio, creo que no poder votar, sí es una forma de exilio”.

“Con esto se corrige una injusticia”. Con esas palabras el senador Bianchi comenzó su intervención revelando que este tema le toca de cerca puesto que tiene dos hermanos viviendo fuera de Chile, quienes anhelan poder votar. “Creo que hoy es muy fácil mantener el vínculo porque la tecnología lo permite” aseveró junto con criticar a aquellos que proponían amarrar esta facultad a determinado número de viajes al país, lo que “se ve complicado por razones económicas”.

El senador Ossandón aprovechó el debate para enfatizar que “gran parte de estas discusiones no tienen que ver con los principios sino con cálculos matemáticos”. En esa línea, abogó por actuar transparentemente de manera de sincerar las posturas en torno a las reformas que vienen. En cuanto a la norma, hizo ver su extrañeza puesto que “se permitirá que los connacionales participen en plebiscitos y no en elecciones parlamentarias”.

Luego, el senador Letelier recordó que a principios de 1990 se vio la necesidad de materializar este derecho, que por lo demás, está contemplado en la Constitución. Mencionó así diversos hitos de la historia republicana en cuanto a permitir que distintos ciudadanos como las mujeres y los analfabetos, puedan ejercer su sufragio. “Hay muchos empresarios que viven afuera por la naturaleza de su trabajo, y eso no los hace menos chilenos”, sentenció.

El senador Lagos Weber aludió a la importancia de erradicar los prejuicios sobre el voto de ciudadanos en el extranjero. “Los chilenos estamos bastante distribuidos. No es cierto que quienes viven en el exterior votarán por la centro izquierda”.  Valoró que “hoy se haya llegado a la convicción de que el país ha cambiado y que se considere bueno y sano para Chile que los compatriotas puedan ejercer su derecho a voto”.

A su vez, el senador Chahuán recalcó la necesidad de dejar explicitado en la Constitución el ejercicio de este derecho a voto en el extranjero. Indicó que “en la práctica sabemos que no se puede votar fuera del país y para evitar cualquier interpretación jurídica se ha optado por consagrar este derecho en la Carta Fundamental. Además dijo que “espera que la Ley Orgánica que la regule sea simple”.

Una postura distinta expuso el senador Orpis quien explicó la importancia de que las personas mantengan el vínculo con Chile. Recordó que países como Estados Unidos, Uruguay y Alemania, con sistemas democráticos exigen, un vínculo en el sufragio en el extranjero y descartó que se trate de un argumento que esconda un cálculo político. Asimismo advirtió que “el día de mañana nos vemos expuestos a que decidan el destino del país personas que no tienen vínculo y que no les va a afectar las decisiones que se adopten en el país”.

El senador Allamand estimó que “no tengo duda que esta reforma es un avance democrático” y precisó que en la perspectiva del mundo globalizado este es un proyecto necesario. En cuanto al vínculo con el país, indicó que en el mismo texto legal se establece que “en el caso de los hijos de padre o madre chilenos no se ha cambiado el requisito de tener a lo menos un año de avecindamiento en el país”.

A su turno, el senador Coloma, fijó su posición respecto a la necesidad que “quienes ejerzan el derecho a voto vivan en el lugar con el fin de tomar buenas decisiones”. Mencionó que éste es un argumento válido ya que tiene que ver con que “quienes resuelven los problemas del país tienen que conocerlos”. Mencionó que en otros países el voto en el exterior ha pasado a ser relevante y ha dificultado casos como las elecciones en El Salvador o Italia.

Por su parte, la senadora Von Baer manifestó su molestia por la discriminación que a su juicio se ejerce sobre aquellos que votan en contra de aprobar la propuesta.  En esa dirección acotó que “aquellos que tenemos opiniones distintas,  no somos mejores ni peores y no queremos algo mejor o peor para Chile, solo tenemos una  opinión diferente”. La parlamentaria ejemplificó con legislación extranjera las distintas condiciones para otorgar este derecho.

Cerrando el debate, el senador García Ruminot admitió que las personas que están fuera del territorio mantienen un vínculo, un sentimiento y una relación con su país, a través de  familiares o  amigos, lo que hace que siempre estén conectados con el país.  Incluso sostuvo que “muchos compatriotas que no viven acá, sienten más la obligación de ir a votar que aquellos que estamos dentro de Chile”. Así agrego que  la idea matriz es “simplemente poder sentirse chileno a pesar de la distancia”.