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Destacan trayectoria y legado de constitucionalista Alejandro Silva Bascuñán

El Senado rindió homenaje al insigne abogado, profesor de Derecho y fundador de la Falange Nacional recientemente fallecido.

16 de octubre de 2013

Imagen foto_00000016Ante la presencia, en las tribunas, de familiares, correligionarios y amigos del abogado y constitucionalista, Alejandro Silva Bascuñán, el Senado rindió un emotivo homenaje al reconocido profesor de Derecho quien falleciera el pasado 11 de septiembre a la edad de 102 años.

 

En la oportunidad, hicieron uso de la palabra los senadores Baldo Prokurica, Ximena Rincón y Hernán Larraín quienes en nombre de los distintos Comités resaltaron las virtudes intelectuales y humanas de quien fuera uno de los fundadores de la Falange Nacional.  

 

El senador Prokurica expresó las condolencias de la Corporación a la familia de Alejandro Silva Bascuñán a quien calificó como “leal, consecuente e interesado en los demás. Una persona obsesionada en ser justo y respetado por todos”. Destacó sus causas sociales y aseveró que “su fe en Cristo y la fidelidad a la fe católica fueron rasgos centrales de su vida, dio testimonio público y cotidiano de su fe”.

 

Asimismo valoró su aporte fundamental al derecho constitucional chileno y su “vocación por servir al prójimo y la patria” ya sea como profesor universitario, abogado y  en los distintos cargos que le correspondió desempeñar a lo largo de su prolífica vida.

 

Por su parte, la senadora Rincón en nombre de los Comités de senadores de la DC, PPD, PS, PRSD y MAS  hizo un emotivo recuerdo de la figura del destacado “camarada, profesor y jurista”. Mencionó que “su nombre era motivo de orgullo en la Facultad de Derecho de la Universidad Católica, sede Concepción” y resaltó su “cariño por la enseñanza del derecho constitucional y su cariño por su partido, la Democracia Cristiana”.

 

Mencionó que “una de sus mayores cualidades fue su sencillez. Él no necesitaba vociferar ni fanfarronear para demostrar su profundidad de conocimientos ni su dimensión humana”. Asimismo, expresó su que “su vida no solo fue la universidad y las aulas tuvo una mirada política comprometida y siempre tuvo una convicción democrática”.

 

Finalmente, el senador Hernán Larraín, afirmó que “el triste y lamentable fallecimiento de Alejandro Silva nos obliga a reflexionar sobre una persona única”. “Su trayectoria lo hizo destacar en todos los planos, especialmente en lo humano. “Fue notable abogado, un profesor insuperable, constitucionalista de nivel internacional, autor del tratado de derecho más completo escrito en nuestro país pero, por sobre todo, un ser humano excepcional, respetado por todos”.

 

El parlamentario valoró su legado en política, “formó parte de una ilustre generación con mucha influencia y todo, pese a que lo suyo, no era la política, según él mismo aseveraba”.  Uno de los mayores honores que recibió fue “el reconocimiento de sus propios pares, lo que le permitió desarrollar una gestión gremial inolvidable”.

 

VIDA EJEMPLAR

 

Alejandro Silva Bascuñán nació en Talca, el 31 de diciembre de 1910 y falleció el 11 de septiembre de este año. Fue un destacado jurista y constitucionalista, y uno de los fundadores de la Falange Nacional.

 

Egresado de la Facultad de Derecho de la Universidad Católica en 1933, realizó numerosos estudios relativos al Derecho Público en Chile. Asimismo, fue activista en numerosas causas sociales como la Acción Católica, siendo el Presidente del Consejo Nacional de Hombres de dicha entidad entre 1950 y 1958.

 

A lo largo de su extensa actividad profesional, fue presidente del Colegio de Abogados entre 1964 y 1975; integrante de la Corte Suprema entre 1991 y 1994; y profesor de derecho constitucional de la Pontificia Universidad Católica de Chile desde 1946.

 

Por su labor en Acción Católica fue condecorado por el Papa Paulo VI con la orden de San Silvestre. Recibió el Doctorado Honoris causa de la Pontificia Universidad Católica de Chile en 1991 y la Cruz Oficial de la Orden de Isabel La Católica en 1998, de manos del Rey  Juan Carlos I.

 

Fue el comentarista más importante de las constituciones chilenas del siglo XX. Su obra más famosa es el Tratado de Derecho Constitucional, de dos ediciones. La primera edición, de tres tomos, publicada en 1963, analiza los principios y normas de la Constitución de 1925. La segunda edición, de doce tomos hasta la fecha, publicada a partir de 1997, analiza detalladamente la Teoría Constitucional y la Constitución de 1980.

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