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Instan al Gobierno a ratificar el Protocolo de Nagoya sobre diversidad biológica

Mediante la ratificación de un proyecto de acuerdo la Sala pidió al Ejecutivo que apruebe este instrumento que otorga mayor certeza jurídica a proveedores y usuarios de recursos genéticos. Asimismo dio el vamos a otro proyecto de acuerdo que aboga por la protección de la Araucaria Araucana.

7 de junio de 2017

Imagen foto_00000016Su respaldo unánime otorgó la Sala del Senado a un proyecto de acuerdo impulsado por un grupo transversal de senadores en el que solicitan a la Presidenta de la República que ratifique el “Protocolo sobre Acceso a los Recursos Genéticos y Participación Justa y Equitativa en los Beneficios que se Deriven de su Utilización al Convenio sobre Diversidad Biológica”, más conocido como “Protocolo de Nagoya”, acordado en la 10ª Reunión de la Conferencia de las Partes, celebrado en Nagoya, Japón, en 2010. (Boletín N° S 1.904-12)

 

La iniciativa fue impulsada por los senadores Alfonso De Urresti, EugenioTuma, Isabel Allende, Adriana Muñoz, Pedro Araya, Carlos Bianchi, Francisco Chahuán, Guido Girardi, Alejandro Guillier, Antonio Horvath, Ricardo Lagos Weber, Juan Pablo Letelier, Manuel Antonio Matta, Carlos Montes, Iván Moreira, Alejandro Navarro, Jaime Quintana, Rabindranath Quinteros, Fulvio Rossi, y Andrés Zaldívar.

 

Cabe señalar que el Convenio sobre Diversidad Biológica surgido de la Conferencia de la ONU sobre el Medio Ambiente y Desarrollo (1993), y ratificado por Chile en 1995, único instrumento internacional que aborda exhaustivamente la diversidad biológica, tiene como objetivos: la conservación de la diversidad biológica, su utilización sostenible y la participación justa y equitativa en los beneficios derivados de la utilización de los recursos genéticos.

 

Para impulsar este último objetivo, la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible (Johannesburgo, 2002) hizo un llamado a negociar, en el marco del Convenio, un régimen internacional que promoviera la participación justa y equitativa en los beneficios derivados de la utilización de recursos genéticos. La Conferencia del Convenio (2004) mandató a un grupo de trabajo para elaborar y negociar dicho régimen.

 

Tras 6 años de negociaciones, el 29 de octubre de 2010, en la 10ª Reunión de la Conferencia de las Partes, celebrada en Nagoya, Japón, se adoptó el Protocolo sobre Acceso a los Recursos Genéticos y Participación Justa y Equitativa en los Beneficios que se Deriven de su Utilización al Convenio sobre la Diversidad Biológica.

 

De este modo este Protocolo proporciona la base para mayor certeza jurídica a proveedores y usuarios de recursos genéticos y establece obligaciones que cada parte asumirá para asegurar el cumplimiento de la legislación o los requisitos de la Parte que proporciona dichos recursos, y la obligación de cumplir condiciones de cooperación acordadas.

 

Los autores de este proyecto de acuerdo recalcan que “este Convenio de Nagoya es un paso necesario para establecer un equilibrio entre los derechos de los obtentores vegetales establecidos en la Convención UPOV 91, ratificada por Chile en 2011 y los derechos y el trabajo innovador de los agricultores, el valor del conocimiento tradicional y el saber colectivo desarrollado por los campesinos y pueblos indígenas desarrollado por miles de años para crear las variedades vegetales que hoy existen”.

 

ARAUCARIA ARAUCANA

 

Imagen foto_00000015Por otro lado, la Sala del Senado también respaldó en forma contundente el proyecto de acuerdo que insta al Ejecutivo a adoptar medidas para proteger y conservar la especie Araucaria Araucana, conjuntamente con destinar recursos para el desarrollo de un plan de monitoreo de la misma. (Boletín N° S 1.918 -12).

 

La iniciativa fue impulsada por los senadores Alfonso De Urresti, Adriana Muñoz, Lily Pérez San Martín, Francisco Chahuán, Alberto Espina, José García Ruminot, Alejandro García-Huidobro, Felipe Harboe, Antonio Horvath, Carlos Montes, Alejandro Navarro, Manuel José Ossandón, Víctor Pérez Varela, Jorge Pizarro, Baldo Prokurica, Jaime Quintana, Rabindranath Quinteros, Fulvio Rossi, Eugenio Tuma y Andrés Zaldívar.

 

Cabe señalar que la Araucaria Araucana es una de las especies más longevas del planeta, pudiendo superar los mil años. También conocida como pehuén por los mapuches, quienes recolectan su fruto, el piñón, es una especie arbórea endémica de los bosques subantárticos.

 

Fue declarada Monumento Natural en 1990 por DS Nº43 de Agricultura, gracias a la defensa que de ella hicieron comunidades pehuenches, frente a la amenaza de iniciativas de explotación. Fue clasificada en la categoría de “Vulnerable” mediante DS Nº51, de Segpres, de 2008.

 

Sin embargo hace más de un año, Conaf dio la alarma sobre el visible deterioro que estaban sufriendo las araucarias en el sur de Chile. Los síntomas de esta extraña “enfermedad” son la pérdida de color verde de las hojas en las ramas inferiores, las que pasan a un color café y se secan.

 

Luego, se sigue secando hacia las ramas superiores, causando en muchos casos la muerte del árbol. Respecto al alcance de los daños en el territorio, las cifras van de 50% a 80% en los sectores más afectados, hasta sitios donde todas las especies se encuentran sanas.

 

Entre las causas que han generado el deterioro de las araucarias en el sur del país, diversos científicos de la Universidad Austral de Chile y del Centro de Investigación en Ecosistemas Patagónicos, han encontrado pruebas de que las araucarias del Parque Nacional Conguillío, en particular, se encuentran en un importante estado de déficit energético, el que sería responsable de generar en ellas el deterioro de sus funciones. Esto debido a los cambios climáticos y los déficit hídricos que enfrentan distintas regiones del país.

 

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