Proyecto que endurece la Ley Antitabaco es respaldada por la Sala

A la Comisión de Salud volverá el proyecto de ley, en primer trámite, que adecua la legislación nacional al estándar al Convenio Marco de la Organización Mundial de Salud (OMS) para el Control del Tabaco. Esto luego que la Sala aprobara –con 29 votos a favor y cinco abstenciones- la idea de legislar.

De esta forma, los integrantes de esta instancia parlamentaria deberán comenzar a estudiar las indicaciones. Éstas podrían recoger parte del debate en la Sala, el que abordó la potencial venta clandestina que generaría la norma, el contenido del convenio marco de la OMS, el enfoque prohibitivo que se estaría priorizando, y la necesidad de financiar la educación y prevención del tabaco. También se generó una polémica respecto al carácter lícito de la actividad, el lobby de las tabacaleras y la necesidad de debatir los alcances de una eventual sobrerregulación.

En la discusión hicieron uso de la palabra los senadores Juan Antonio Coloma, Guido Girardi, Rabindranath Quinteros, Fulvio Rossi, Carolina Goic, Jacqueline Van Rysselberghe, Alejandro García Huidobro, Iván Moreira, Hernán Larraín, Juan Pablo Letelier, Jaime Quintana, Alejandro Guillier, Francisco Chahuán, Jorge Pizarro, Alberto Espina y Víctor Pérez Varela. Finalmente, el Ministro de Salud (S) Jaime Burrows agradeció la aprobación.

El senador Coloma aseguró que la iniciativa contempla “aspectos que se escapan de una buena lógica legislativa”. Ejemplificando aquello, enumeró el hecho que se prohíba exhibir cigarrillos en su punto de venta y se niegue la posibilidad de poner la marca en el envase, lo que calificó como inentendible puesto que “es un producto lícito”. Por ello, advirtió sobre el mercado negro que podría generarse, y la “política prohibitiva y chiíta” que estaría imperando.

Luego el senador Girardi argumentó que diversos estudios científicos han demostrado la conveniencia de neutralizar la publicidad del tabaco para proteger a los menores que “son las principales víctimas de este flagelo”. Comentó además que la Asociación Chilena de Enfermedades Respiratorias, un experto de la Universidad Adolfo Ibáñez y la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile han apoyado la norma con investigación de base respecto a los efectos de las máquinas expendedoras con este producto y la exposición a spot asociados.

Por su parte, el senador Quinteros valoró el texto legal, pero hizo un llamado a que el Estado cuente con recursos para realizar campañas que desincentiven el sobre-consumo, se lleven a cabo campañas preventivas en la atención primaria, y se efectúe una efectiva fiscalización de la ley vigente. “También quiero advertir que como se traspasa el control a la autoridad sanitaria, es necesario que tengan los inspectores necesarios para hacerlo”, admitió.

El senador Rossi aludió al presunto lobby que “están haciendo las tabacaleras a través de sus empleados, quienes señalan que quedarán desempleados si se aprueba el proyecto”. “Lamento que la industria utilice a sus trabajadores y los gerentes no sean los que estén acá”. Recordó que Chile está dentro de los países con mayor índice de tabaquismo, en particular el caso de las niñas entre 13 y 15 años que son las más fumadoras del mundo.

A su vez, la senadora Goic mencionó las cifras que se esconden tras el tabaquismo en nuestro país como las muertes por año asociadas al sobre-consumo. “Este es un problema grave que mata cada año a más de 16 mil personas y 46 mueren en forma diaria en Chile, y estas muertes son evitables” planteó. “Me cuesta entender que se rechace este proyecto que busca proteger a la población del abuso que hacen estas empresas” declaró recordando el exitoso caso de Australia con el empaquetado genérico.

La senadora Van Rysselberghe analizó el convenio marco de la OMS, denunciando que “este proyecto supera con creces esas recomendaciones, por ejemplo respecto del tamaño de la advertencia”. Asimismo apuntó a que esta propuesta nació equivocada puesto que “no ha habido el tiempo para evaluar la que está en vigencia ya que no sabemos si ésta ha sido efectiva”. Advirtió que la venta a menores está prohibida, por lo que corresponde enfatizar la fiscalización; y abogó para que el texto pase a la Comisión de Constitución.

El senador García Huidobro valoró los cambios que ha generado la ley en vigencia, respecto a generar conciencia del daño que provoca el humo de tabaco. En tanto, relevó esta actividad productiva desde el punto de vista del empleo, particularmente de los pequeños productores de tabaco de su región. “No voy a aceptar que se le entregue solo a extranjeros la posibilidad de comercializar en nuestro país, mientras que a los nacionales se les limita su quehacer”, insistió.

A su turno, el senador Moreira apuntó al hecho que la venta de este producto es lícita, argumentando que “estamos frente a una ideologización del debate”. En su opinión, “no porque uno esté en contra de algunas cosas, por ejemplo, se critique la eliminación de aditivos, va a estar a favor de las empresas y sea partidario de promover una política criminal”. En otro orden, recordó la cantidad de empleos que se han perdido desde que comenzó la actual administración.

Para el senador Larraín el fondo del debate debe estar en identificar si estamos en presencia de una actividad lícita. “Me parece que si es lícita, debemos dejar que se desarrolle porque, de lo contrario, se producirá lo que muchos temen y que es: la pérdida de empleos”. Admitió sus reparos respecto a la cajetilla genérica, cuya advertencia cubre el total del envase, por ejemplo, respecto a la necesidad de identificar un producto por la marca.

El senador Letelier dijo ser partidario de respetar la libertad de cada persona –mayor de edad- en cuanto al uso que le da a su cuerpo. En ese sentido, confesó que “me parece absurdo que en país democrático como el nuestro, dos personas no puedan juntarse a fumar”. En cuanto a los productores de tabaco, aseguró que “me parece equivocado que se acuse a los trabajadores de lobby” junto con reconocer que “esta norma se pasa de la raya”.

El senador Quintana calificó como “un lobby subrepticio la presencia de empleados de las tabacaleras en las tribunas y los pasillos del Congreso”. Declaró que existe un problema laboral asociado, pero también garantizó que la salud es un bien superior a resguardar. “Esta industria lucra con la salud y es solo comparable con el narcotráfico que se sustenta en la muerte de las personas”, mencionó descartando que esta norma se relacione con la actividad agrícola.

"Un debate de esta naturaleza tiene un componente ético", sentenció el senador Guillier, por lo que precisó que a su juicio prima la salud pública, y en particular la salud de los niños y alertó sobre el temprano consumo de alcohol y tabaco en menores de edad, "y una vertiente de esto es la publicidad de estos productos", indicó. "El consumo general de drogas tiene que ver con los hábitos que se crean y las adicciones de niños entre 12 y 13 años son muy difíciles de superar", señaló.

A su turno, el senador Chahuán recalcó que "en nuestro país el tabaquismo ha experimentado un aumento, pero lo que más preocupa es su prevalencia en la juventud". Sin embargo, sentenció que se deben establecer normas objetivas, "por ello me he opuesto a las cajetillas genéricas, ya que se atenta contra la libertad de elegir un producto determinado y tampoco no resulta posible endosar la responsabilidad a las empresas, porque quien adquiere el producto asume el riesgo".

"Si fuéramos realmente coherentes deberíamos hacer primero una evaluación seria y objetiva de lo que ha sido la ley actual", sentenció el senador Pizarro, quien criticó que "nadie ha dicho acá cuántos han infringido la norma, ¿cuantos han sido sancionados?", se preguntó y adelantó su abstención. "Rayamos en lo absurdo cuando se generan normas que después no se pueden cumplir (…). Las mejoras que se proponen a mí no me convencen", argumentó.

En tanto, para el senador Espina coincidió en la falta de evaluación de la actual legislación y reclamó por los dichos emitidos sobre los trabajadores de las tabacaleras, "¿tenemos derechos a ofender a trabajadores que piensan distinto a nosotros? No; eso es un acto de cobardía política", manifestó. Asimismo señaló que "esta legislación contiene disposiciones que considero exageradas", pero concordó con la necesidad de revisar si es posible restringir más el acceso a los niños.

"Nadie de la industria tabacalera ha hablado conmigo", expresó el senador Pérez Varela al comienzo de su intervención y advirtió sobre los errores a los que puede incidir el proyecto, pues se señala que responde al convenio marco para la OMS, "pero aquí hay una serie de normas que exageran a las propias propuestas que la OMS propone", señaló, por lo que indicó que se "está desvirtuando" la materia y justificó así su abstención.