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Ratifican permanencia de tropas chilenas en Haití pero piden a Cancillería que estudie otras formas de cooperación de Chile

La Sala solicitó que el Ministerio de Relaciones Exteriores evalué un giro desde el ámbito militar al civil, con miras a un retiro paulatino de las fuerzas chilenas en ese país.

22 de mayo de 2013

Con 30 votos a favor y 3 abstenciones, la Sala del Senado autorizó la permanencia de tropas chilenas en Haití por otro año más hasta el 1 de junio de 2014, completando así nueve años de la participación de Chile en la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití (MINUSTAH).

 

Sin embargo, los senadores solicitaron a la Cancillería que elabore un informe que permita ver cómo el aporte de Chile puede migrar desde el tema de seguridad al desarrollo institucional, pues la idea es redireccionar el futuro de la misión, desde lo militar a lo civil, de modo de contribuir con el desarrollo de Haití, con miras a un horizonte de salida.

 

Imagen foto_00000015Durante la votación, intervinieron los senadores Ignacio Walker, Juan Antonio Coloma, Baldo Prokurica, Hernán Larraín, Camilo Escalona, Víctor Pérez, Alejandro Navarro Hosaín Sabag, Soledad Alvear, Mariano Ruiz-Esquide, Carlos Cantero y Ricardo lagos Weber, además del Ministro de Defensa  Rodrigo Hinzpeter.

 

En su calidad de presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores, el senador Ignacio Walker explicó los alcances de la misión e informó que producto de un acuerdo, se redujo en 34 el número de efectivos chilenos del batallón Chile, los que fueron reemplazados por soldados salvadoreños.  Explicó que por primera vez la comunidad internacional se plantea la posibilidad de una consolidación de la situación en Haití asociada a un horizonte de salida, que podría ser entre los años 2016 y 2017, no obstante lo cual es fundamental prorrogar la estadía por un año más para no interrumpir el trabajo de las fuerzas internacionales. Agregó que la permanencia en Haití tiene un costo neto de 24 millones de dólares al año.

 

En tanto, el senador Coloma valoró el accionar de las FF.AA. chilenas y el aporte que han hecho a la estabilización de Haití, pero señaló que lamentablemente los informes señalan que los objetivos diseñados en un principio no han funcionado y ha habido una suerte de estancamiento. Agregó que tiene la convicción de que jamás se debe abandonar a Haití, pero estima que la manera de hacerlo no es manteniendo la misma forma, pues se debe hacer un giro en la forma de ver a ese país y de colaborar con la nueva institucionalidad.

 

El senador Prokurica también destacó el accionar de las tropas chilenas, al mismo tiempo que advirtió que se debe reorientar la presencia de Chile en Haití, en orden a potenciar el trabajo en el área institucional. Señaló que con la presencia de las tropas no sólo se beneficia a Haití, sino que también la región y los países vecinos cuando hay estabilidad. Agregó que cualquier decisión que no sea permanecer en Haití y permitir que haya estabilidad, no va a ocurrir.

 

En tanto, el senador Larraín dijo que corresponde hacer una evaluación de la presencia en Haití y que de acuerdo a los antecedentes se demuestra que aún se está muy lejos de haber recuperado a ese país del desastre en que se encontraba. Valoró el aporte que ha habido en materia de orden público, pero dijo la responsabilidad de Chile es ir transitando hacia una responsabilidad de orden civil, más que de carácter militar. Indicó que el costo acumulado supera los 130 millones de dólares, cifra no menor, que amerita modificar la orientación de la misión.

 

A su turno, el senador Escalona destacó la muestra de profesionalismo de las tropas chilenas, pero advirtió que su permanencia no puede ser una decisión indefinida en el tiempo.  Dijo que la situación en Haití no es un problema de defensa o de contingentes militares, sino que es un tema crónico de pobreza, marginalidad y atraso. En tal sentido, señaló que si bien no podemos restar nuestra colaboración, no es válido mantener indefinidamente en el tiempo una posición de contención de agudas necesidades que son desatendidas por quienes debiesen asumir una posición de liderazgo.

 

El senador Pérez señaló que este es el noveno año en que se analiza la permanencia de tropas en Haití y que si bien las fuerzas chilenas han actuado de manera brillante, cabe preguntarse si lo que requiere ese país es sólo una respuesta militar. En su opinión las tropas deberían permanecer en ese país, pero advirtió que dado que hay un estancamiento en los temas fundamentales de Haití, la presencia de las tropas pueden ser en algún momento hasta conflictiva y ese riesgo hay que tenerlo presente.

 

El senador Navarro dijo que es un deber de Chile estar ahí, pero reconoció que es importante vislumbrar un horizonte de salida después de 9 años de presencia allí. En su opinión la situación de parálisis política es casi total, por lo que se requiere un vuelco en la orientación de la misión, agregando que la presencia militar va a ser insuficiente siempre porque ellos se preocupan del orden, pero hay que enfocarse ahora a recuperar la democracia para Haití.

 

Por su parte, el senador Sabag manifestó que la participación de las FFAA en esta misión ha sido una excelente oportunidad para que actúen con sus similares, pero que es conveniente preguntarse hasta cuando se extenderá este apoyo. Dijo que se tiene que ver un retiro gradual de las tropas.

 

La senadora Alvear dijo que como país debemos dar la mano a países de nuestra región, pero estima que también debiéramos efectuar un giro en materia de cooperación a Haití, hacia los ámbitos de institucionalización, de generación de un conjunto de otras necesidades que Haití también demanda. Asimismo, planteó que nuestra Cancillería estudie otras formas de cooperación que Chile pueda entregar a Haití, lo que fue acogido por la unanimidad de la Sala.

 

El senador Ruiz-Esquide manifestó que aparte de la justificación ética de nuestra participación en Haití, está el hecho de como país no somos inmunes al desastre que se podría producir ahí. Recordó que se ha dicho que no solo debía ser una participación de Chile en el ámbito militar y que es importante ver hacia donde va ese país.

 

En tanto, el senador Cantero planteó que hay que ver qué pasa con el proceso de desarrollo político, institucional, económico y social, que son áreas donde Chile debiera tener una presencia más relevante. Señaló que ante una petición humanitaria de esta naturaleza, no se puede votar en contra, pero pidió que la Comisión de Relaciones Exteriores dedique algunas sesiones a ver cómo complementar el aporte de Chile migrando del tema de seguridad al de desarrollo institucional.

 

Finalmente, el senador Lagos señaló que cuando la misión chilena llegó a Haití lo hizo en un contexto de un Estado destrozado, que en el caso de que no hubiera llegado la comunidad internacional se podría haber transformado en un desastre.  Recordó que se está trabajando en buscar un horizonte de salida, pero que las complejidades son de tal envergadura que no se ve una solución a corto plazo.

 

 

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