Rechazan idea de legislar de moción que establecía prohibiciones en materia de uso de imágenes de autoridades en propaganda electoral

Por 21 votos a favor y 5 en contra, la Sala del Senado acordó rechazar la idea de legislar de la moción presentada en diciembre de 2007, por el senador Alejandro Navarro y que apuntaba a “impedir que servidores públicos y autoridades se atribuyeran obras o acciones de carácter público como propias”.

La Sala acogió así el criterio expresado en igual sentido por la Comisión de Gobierno, Descentralización y Regionalización que discutió este proyecto solamente en general y rechazó la idea de legislar por la unanimidad de sus miembros, los senadores Ebensperger, Araya, Bianchi, Galilea y Quinteros.

Los principales argumentos se fundaron en que la iniciativa se presentó con anterioridad a toda la reforma al sistema electoral y que estableció un nuevo marco regulatorio para la propaganda electoral y en materia de probidad y transparencia.

Hicieron uso de la palabra los senadores Pedro Araya, Alejandro Navarro, Luz Ebensperger, Felipe Kast, José Miguel Insulza y Ricardo Lagos Weber.

ARAYA

“La Comisión estimó que este proyecto no se condice con la actual legislación electoral, en materia de normas de probidad y con los dictámenes que ha tenido la Contraloría General de la República que ha estado regulando permanentemente, previo a cada proceso electoral, la publicidad que puedan realizar tanto el Gobierno central, los Gobiernos regionales, así como los municipios”.

NAVARRO

“Creo que pese a la buena fe, ha habido una interpretación un tanto mezquina y reducida del proyecto  de ley. Lo que se busca es que la propaganda, cualquiera sea el medio para su difusión, pagada con recursos públicos o privados, se ejerza sin mencionar ni el nombre ni la imagen ni la voz del funcionario público que pueda ser el titular de manera transitoria de la obra. Las obras financiadas por el Estado las hace el Estado de Chile, no los alcaldes o intendentes de turno”.

EBENSPERGER

“Creo que esta materia está absoluta y completamente reglamentada. La Contraloría lo ha hecho a través de un lato número de dictámenes. Me parece absolutamente injusto que detrás de esas obras públicas las personas y autoridades que las han gestionado -los propios alcaldes, concejales, intendentes, futuros gobernadores regionales, cores, incluso con la gestión de algunos parlamentarios- no puedan a dar a conocer el día de mañana lo que ha sido su trabajo”.

LETELIER

“Hay que preguntarse por qué cuando se van inaugurando obras, se están disputando espacios para grandes placas con una treintena de nombres, donde no solamente está el intendente o intendenta de turno, los consejeros regionales de esa provincia y de otra, hasta el secretario del CORE. Siento que a veces se exagera la nota. Y yo creo que probablemente son esos excesos los que generan esta reacción”.

KAST

“Comparto el espíritu del proyecto. Esto tiene mucho que ver con cómo prestigiamos también la labor política y claramente el nivel de clientelismo que se genera con este tipo de actos es tremendo. Sin embargo, tengo dudas con la redacción que podría llevarnos a cometer alguna acción incorrecta.

INSULZA

Habiendo votado a favor del proyecto que plantea la posibilidad de poner el nombre de los creadores de un proyecto en una ley, me parecería completamente absurdo negar ahora que un lugar, por ejemplo, alguna empresa, alguna calle, algo así pueda llevar el nombre de alguien porque esto es visto como propaganda. Hay un mineral en el norte que se llama “Radomiro Tomic”. Yo creo que es un nombre justo. Es justo, es una persona que luchó toda su vida por llevar adelante una política del cobre que se refleja en ese mineral.

LAGOS

“Tengo un problema de fondo con este proyecto porque dice: “se atribuyan obras públicas, proyectos o los resultados de acciones de carácter público”. Pero eso ya es todo. Aquí hay algunos que empujamos el túnel a baja altura entre nuestra Región y Argentina. Si algún día es realidad, a mí me gustaría que dijeran que -tal vez- empujó”.