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Sala deberá revisar sanciones para aquellos que transporten basura a vertederos ilegales

La iniciativa que se encuentra en tabla, contempla sanciones como presidio menor en su grado medio a máximo, suspensión de la licencia de conducir y multas en UTM

5 de mayo de 2013

El martes próximo, la Sala debería analizar el proyecto de ley, iniciado en moción que sanciona el transporte de desechos hacia vertederos clandestinos. Esto luego que la Comisión de Transportes y Telecomunicaciones emitiera un nuevo primer informe.

 

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La iniciativa de autoría de los senadores Guido Girardi, Juan Pablo Letelier y Jorge Pizarro, cuenta con un artículo único que modifica la Ley N° 18.290 de Tránsito. La idea es sancionar a quienes transporten, conduzcan, trasladen o depositen basuras, desechos o residuos en vertederos, depósitos o rellenos sanitarios clandestinos.

 

El proyecto sanciona estas conductas con presidio menor en su grado medio a máximo, y con la suspensión de la licencia de conducir o inhabilidad para obtenerla hasta por cinco años y multas de 50 a 100 UTM, es decir, entre dos millones 14 mil 300 pesos y 4 millones 28 mil 600 pesos.

 

“Igual sanción será aplicada al que mantuviere, administrare, operare o explotare los sitios antes señalados”.

 

La iniciativa propone que “si las basuras, residuos o desechos fueren tóxicos, peligrosos, infecciosos, corrosivos, combustibles, inflamables o pusieren en grave riesgo la salud de la población o el medio ambiente, la pena se podrá elevar en uno o dos grados”.

 

FUNDAMENTOS

 

A juicio de los parlamentarios, la actual legislación de tránsito, sanitaria y penal presenta serios vacíos en lo referente a dotar de medios compulsivos a la autoridad para combatir el tráfico ilícito de basura y la operación de vertederos y rellenos sanitarios ilegales.

 

A su vez, explicita que las sanciones administrativas contempladas son insuficientes para disuadir a los infractores, lo que ha incidido en la proliferación de vertederos o rellenos sanitarios en las ciudades, especialmente en las grandes urbes, lo que pone en riesgo la salud de la población y el medio ambiente.

 

El proyecto denuncia la formación de “verdaderas asociaciones ilícitas que operan como mafias en sitios eriazos, abandonados o fuera de los límites de la ciudad, recibiendo en ellos toda clase de basuras, desechos y residuos sin ningún control de la autoridad”.

 

En tal sentido, explica que es de normal ocurrencia el tráfico vehicular ilícito con miras a trasportar y acopiar ilícitamente residuos de todo tipo con el fin de burlar el sistema formal existente y obtener menores costos en estas operaciones ilegales.

 

 

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