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  Se requiere una política de Estado

  Por Fulvio Rossi, senador por las regiones de Arica y Parinacota, y Tarapacá

25 de octubre de 2012

ImagenLos beneficios contenidos en el proyecto de ley para las zonas extremas, los hemos estado esperando hace bastante tiempo en la zona norte, si bien no constituyen una verdadera política de Estado que se haga cargo del abandono, de la postergación y de temas geopolíticos. Arica es un caso emblemático: tenemos un conflicto por una demanda territorial terrestre-marítima. El juicio oral empieza a fines de año, y, evidentemente, es una situación que preocupa mucho a la gente de nuestra región.

 

Por eso hemos dicho tanto que se requiere de una política de Estado que permita aumentar la inversión, generar empleo y generar desarrollo.

 

Siento que hay pocos indicadores que reflejan tan bien la situación de crisis de una región que el despoblamiento. Cuando una región pierde habitantes, indudablemente que quiere decir algo y esa es una señal muy potente de que el Estado debe reaccionar.

 

No obstante, este proyecto tiene aspectos positivos, porque establece la permanencia en el tiempo de ciertos incentivos, como, por ejemplo, el famoso DFL 15 que es una bonificación a la inversión. En algún minuto esta bonificación a la inversión fue automática; hoy día hay un fondo concursable, que ha aumentado. Hay una serie de modificaciones que se han hecho al crédito tributario y esto va a permitir mayor liquidez, especialmente a pequeñas empresas que van a poder descontarlo del pago de impuestos mensual.

 

Es necesario destacar, en el ámbito industrial, un incentivo que hemos planteado hace mucho tiempo y que está contemplado hoy día en este proyecto de ley, que es eliminar el pago de IVA a todos los servicios, a los bienes y a los insumos que contraten aquellos empresarios que desarrollen procesos productivos de carácter industrial. Me refiero a la telefonía, al transporte, al agua, a la electricidad. Eso es importante, porque muchas veces estos productos se exportaban, y estábamos exportando IVA y restándole competitividad a quienes desarrollaban procesos productivos de carácter industrial.

 

Un tema bastante debatido está relacionado con la bonificación a la contratación de mano de obra, conocida como el ex decreto 889. Muchos han dicho que esto ha servido, más bien, para ahorrarle plata a las pymes al momento de contratar un empleado o mantener el empleo, pero no ha generado empleo. Es un tema bastante al que resulta difícil aproximarse, porque en la práctica, hay más de 70 mil u 80 mil trabajadores que están contratados por un empleador que recibe esta bonificación por cada uno de ellos.

 

En el caso del norte, junto al senador Jaime Orpis, propusimos que se copiara la fórmula que estaba contemplada en el ingreso ético familiar respecto del subsidio al empleo femenino, o el subsidio al empleo joven, en donde el Estado bonifica o entrega un subsidio al empleador para generar un incentivo a la contratación, y por otro lado, se entrega un subsidio al empleado, al trabajador, trabajadora, para mejorar su salario.

 

Respecto del tema de Arica, la devolución del IVA al turista extranjero, siento que va a seguir siendo letra muerta. Actualmente, tenemos que un turista extranjero consume, compra productos sobre una UTM y se supone que, teóricamente, le devolverían el IVA. Resulta que, en la práctica, si uno analiza lo que ha gastado el Estado por concepto de dejar de percibir este IVA es prácticamente cero. O sea, ha sido ineficiente y no ha servido para el propósito para el cual se creó, que es justamente fomentar el turismo.

 

Por qué no hacemos una zona franca turística, que es lo que hemos estado planteando, al igual que la Cámara de Comercio. Porque uno se pregunta en dónde le devuelven el IVA a ese turista extranjero. No me explico todavía a través de qué procedimiento se va a hacer efectiva esta medida. Este proyecto plantea que un turista puede comprar el equivalente a media UTM y le devuelven el IVA, pero el punto es que nadie lo solicita y en la práctica, no ha servido para nada.

 

Sumando y restando, este es un proyecto positivo; establece reglas claras del juego; establece certezas para la inversión, porque estábamos renovando ciertos beneficios en la Ley de Presupuesto año tras año, y eso, sin duda alguna, genera una incertidumbre que no es buena para Regiones como la nuestra. Echo de menos, sí, una política de Estado mucho más fuerte. Porque hay que entender que los problemas de las zonas extremas son problemas de Chile, especialmente por consideraciones geopolíticas.

 

 

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