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Preocupación por resolución de tribunal que dejó en libertad a imputados por ataque a bus en La Araucanía

El senador Alberto Espina señaló que “en la práctica está significando la impunidad respecto de actos criminales” que ocurren en la zona.

23 de agosto de 2013

Luego de conocer la resolución del Tribunal del Juicio Oral en lo Penal de Temuco, que absolvió a 12 comuneros mapuches acusados de atacar a tres vehículos, entre ellos un bus que transportaba a 50 pasajeros en el año 2009, asegurando que la prueba presentada por el Ministerio Público fue “débil, pobre y vaga”, el senador Alberto Espina  expresó su preocupación y crítica frente a este hecho.

 

“Es una vergüenza porque finalmente ese hecho criminal ha quedado sin ningún responsable. De esto deben rendir cuenta detallada a la opinión pública los jueces y los fiscales”, sostuvo el parlamentario.

 

El senador Espina manifestó que “hay dos posibilidades: una de ellas es que los fiscales hayan preparado mal la causa y que en definitivamente no hayan tenido pruebas como lo califica el fallo del Tribunal Oral de Temuco. Y la otra es que los jueces del Tribunal Oral derechamente estén exigiendo niveles probatorios que en la práctica están significando la impunidad respecto a los actos criminales que ocurren en la Araucanía”.

 

“Aquí la responsabilidad es de quienes les corresponde aplicar justicia, que son los fiscales y los tribunales y el resultado concreto es un estrepitoso fracaso porque es incomprensible que un acto de esta naturaleza respecto del cual en el gobierno de Michelle Bachelet se interpuso una querella terrorista quede en la total impunidad”.

 

De los antecedentes que ha podido recabar, el parlamentario precisó que “se presentó un testigo a rostro descubierto quien en detalle señalo cómo se había cometido este delito, y no obstante esa prueba el Tribunal Oral ha determinado dejar en libertad a quienes aparecían como presuntos culpables”.

 

Finalmente, el senador Espina reiteró sus críticas indicando que este caso “es una vergüenza mayor si consideramos que este juicio se retrasó con más de 20 postergaciones pedidas por la defensa durante dos años y medio y que fueron utilizados en la práctica para dilatar el proceso y de esa manera se iba debilitando la prueba producto de que muchos testigos y antecedentes fueron quedando en el camino”, concluyó.

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