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Presidentes de ambas ramas legislativas expresaron su compromiso con la democracia y el diálogo político

El titular del Senado, Jorge Pizarro y el de la Cámara de Diputados Edmundo Eluchans entregaron una declaración conjunta para construir consensos políticos, sociales y económicos en el marco de la conmemoración del 11 de septiembre.

11 de septiembre de 2013

Imagen foto_00000015Una declaración conjunta entregaron los Presidentes del Senado Jorge Pizarro y de la Cámara de Diputados, Edmundo Eluchans en el marco de la conmemoración de los 40 años del 11 de septiembre.

 

En la oportunidad, ambos timoneles que pertenecen además a partidos distintos (a la DC y la UDI, respectivamente) reafirmaron el compromiso de ambas corporaciones con el diálogo y la construcción de consensos, para evitar los errores del pasado. (Revise nota de contexto histórico sobre los quiebres institucionales que han significado el cierre del Parlamento)

 

“En una democracia plural y representativa debemos cultivar el diálogo permanente y apuntar a construir consensos políticos, sociales y económicos que nos permitan gradualmente construir un Chile más justo y más solidario”, señalaron.

 

Asimismo, al inicio de la sesión ordinaria, la Sala del Senado guardó un minuto de silencio en conmemoración de los 40 años del 11 de septiembre de 1973.

 

El senador Pizarro afirmó que “junto con mostrar capacidad de aprendizaje de los errores que explican el quiebre democrático, también debemos mirar al futuro para que junto con las nuevas generaciones y de modo transversal nos comprometamos a que nunca más en Chile se interrumpirá la vida democrática; nunca más se acepten las violaciones a los Derechos Humanos y nunca más aceptaremos que se clausure el Parlamento”.

 

“Sin importar cuáles sean las razones esgrimidas por uno y otro sector, lo que sí necesitamos como país es un Acuerdo por un Nunca Más, asumido por el Estado y por todos los actores políticos y sociales que con la Democracia no se juega, no se la pone en riesgo, no se le deja morir. Nada justifica la interrupción de la institucionalidad, el Estado de Derecho y el respeto a las garantías básicas de las personas. Ese debería ser nuestro gran aprendizaje tras cuatro décadas de desencuentros”, afirmó Pizarro.

 

Asimismo, el senador sostuvo que “la sociedad chilena merece que sus dirigentes políticos generen una nueva forma de vincularse, que se base en el respeto, la reconciliación y con sentido de futuro”.

 

“Hace 40 años vivimos la tragedia política del quiebre de nuestra convivencia democrática (…) El quiebre de la institucionalidad democrática, la clausura del Congreso y la instalación de una lógica de amigos/enemigos que permitió la violación de los Derechos Humanos fundamentales a miles de compatriotas es una situación en que todos los actores de la sociedad chilena tenemos responsabilidad”, agregó.

 

Asimismo, el titular del Senado indicó que al cumplirse los 40 años de la tragedia democrática, “junto con mostrar capacidad de aprendizaje de los errores que explican el quiebre democrático, debemos también mirar al futuro, para que junto con las nuevas generaciones y de modo transversal nos comprometamos a que nunca más en Chile se interrumpirá la vida democrática; nunca más se acepten las violaciones a los Derechos Humanos y nunca más aceptaremos que se clausure el Parlamento”.

 

“Las fuerzas políticas democráticas representadas en el Congreso reiteramos nuestra convicción de que la Democracia, el respeto a los Derechos Humanos y las libertades y la plena vigencia del Congreso como órgano representativo de la soberanía popular es el modo de convivencia que hemos optado como sociedad”, añadió.

 

“El Congreso y el Senado, reiteramos nuestra convicción de que nuestra misión es no repetir los errores y las divisiones de hace 40 años y siempre, buscaremos de modo inclaudicable privilegiar el diálogo y la construcción de consensos con sentido de futuro para que Nunca Más en el país se repitan hechos tan dolorosos y ajenos a nuestra bicentenaria tradición democrática”, puntualizó el senador.

 

También, el parlamentario aclaró que “la mayoría de los chilenos y chilenas quiere vivir en un Chile que se caracterice por su convivencia democrática pacífica, tolerante ante la pluralidad, respetuosa de las libertades públicas, con un desarrollo social inclusivo y con capacidad de diálogo y acuerdo para que el país progrese para todos. Por tanto, si preservamos esos valores la tragedia del 73’ no se repetirá y ese es nuestro compromiso con el futuro”.

 

FUTURO MÁS TOLERANTE

 

Por su parte, el presidente de la Cámara de Diputados, Edmundo Eluchans, indicó que “la inexistencia de una visión común sobre las causas del quiebre de nuestra democracia y sobre las responsabilidades políticas previas y posteriores, no representa un impedimento para lograr construir un futuro común más tolerante y respetuoso de las ideas ajenas, capaz de generar mecanismos institucionales para que nunca la fuerza reemplace a la política en la solución de las controversias internas del país. Podemos pensar distinto respecto del pasado y ello no debe ni puede obstaculizar el reencuentro en las tareas del futuro”.

 

“He propuesto la suscripción de un Acuerdo Nacional destinado a resolver grandes controversias políticas y temas sociales relevantes, tales como el cambio o perfeccionamiento del sistema binominal, la forma como deben enfrentarse la violencia y el vandalismo instalados como práctica en las manifestaciones políticas, el financiamiento de la educación superior, la prioridad nacional para resolver la pobreza extrema y el enorme desafío de mejorar el sistema previsional frente a una población que vive cada vez más años, entre otros”, agregó.

 

Además, el diputado Eluchans hizo un llamado “a erradicar la violencia en Chile. Resulta incomprensible que, reconociendo que la violencia fue una de las causas que generaron la crisis institucional que desembocó en los hechos del 11 de septiembre, se acepte que ella siga siendo un método de acción política, afectando la vida e integridad de personas inocentes. Formulo un llamado especialmente a las nuevas generaciones, para que el recuerdo de los dolorosos momentos que se vivieron en el pasado no conlleve nuevos costos en vidas humanas, cuyo cuidado, ayer y hoy, representan un valor superior en la convivencia de todo país civilizado”.

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