Reflexionan en torno a la seguridad ciudadana: “la delincuencia no se ha reducido porque emergió la relación droga-delito”

Haciendo una reflexión en torno a la seguridad ciudadana, el senador Jaime Orpis manifestó que durante décadas en nuestro país se creyó que la solución del problema de la inseguridad ciudadana pasaba por aumentar las penas y encarcelar, pero, a su juicio “ha quedado demostrado que los problemas complejos no pueden tener respuestas fáciles. Y el de la inseguridad ciudadana es extremadamente complejo”.

El legislador recordó que desde “hace mucho tiempo se comenzó a aplicar una política de construcción de recintos penitenciarios que llevó a nuestro país a tener los índices más altos del mundo en la relación entre personas encarceladas y número de habitantes. Se construyeron más penales, los que se llenaron. Sin embargo, la inseguridad ciudadana siguió aumentando, no disminuyó”.

“La pregunta que uno debería formularse es ¿por qué habiéndose incrementado las penas y construido más cárceles, la delincuencia no bajó? Y tengo la profunda convicción de que no se redujo porque emergió un fenómeno nuevo en el ámbito de la seguridad ciudadana: la relación droga-delito”, enfatizó.

Por lo tanto, agregó “ante eso, la respuesta debe ser radicalmente distinta. Ella se encuentra en la rehabilitación y en la reinserción social. Y eso no es un mero capricho: está demostrado científicamente”.

En la misma línea el senador manifestó que la Fundación Paz Ciudadana realizó tres estudios denominados "I-ADAM" (años 2005, 2010 y 2012) y en todos ellos se indica que en el 70% de los delitos de mayor connotación social se pudo constatar una relación entre su comisión y el consumo de pasta base, cocaína y marihuana.

“Si uno analiza el perfil de los condenados –prosiguió- ocurre exactamente lo mismo tanto en adolescentes como en población adulta. Más del 50% de este último grupo consume pasta base, y 20%, cocaína; es decir, el 70% tiene alguna vinculación con la droga. Y en adolescentes la situación no cambia demasiado”.

Ante este escenario, “definitivamente, en el ámbito de la seguridad ciudadana debemos cambiar el paradigma, el enfoque. La única normativa que apuntaba a la rehabilitación y a la reinserción social era la Ley sobre Responsabilidad Penal Adolescente, que cumplió cinco años y ha sido un fracaso”, criticó el congresista.

Asimismo hizo presente que la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento analizó a fondo la materia y planteó un conjunto de modificaciones al referido cuerpo legal y recordó que editó un libro sobre el particular.

“Afortunadamente, modificamos la ley 18.216, sobre penas alternativas. Así, por primera vez en nuestra historia se incorporan los conceptos "rehabilitación" y "reinserción social", especialmente en la aplicación de determinadas penas, pero  nos faltan recursos para crear los centros respectivos y permitir efectivamente la derivación. Pero hay un avance legislativo, al menos en esa materia”, destacó.

Para el parlamentario, hoy en día los tribunales de tratamiento de drogas, en general, son parte de políticas piloto muy acotadas a determinadas regiones. “Y se trata de un mecanismo que ha resultado. Hay, sí, que masificarlo definitivamente como política pública en materia penal. En consecuencia, estamos iniciando un camino”.

“Se ha hecho una reflexión respecto a la Ley sobre Responsabilidad Penal Adolescente. Modificamos la ley 18.216, con lo cual al menos ya contamos con un instrumento legal que incorpora la rehabilitación y la reinserción social. Pero tengamos claro que, como señalé, es un camino que recién estamos iniciando”, sentenció.

“A mí me gustaría recorrerlo con mucha más celeridad. Y me asiste la profunda convicción de que ahora la respuesta debe estar no sólo en la cárcel y en las penas, sino también en la rehabilitación y en la reinserción social”, concluyó.