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TAREAS PARA EL CONGRESO TRAS EL MENSAJE PRESIDENCIAL

Por Andrés Zaldivar, Presidente del Senado

9 de junio de 2017

Imagen foto_00000002Bastante se ha dicho ya sobre el mensaje presidencial del pasado 1 de junio. Cada uno desde su vereda ha destacado lo bueno, lo malo, lo pendiente y lo ausente de la última cuenta pública de la Presidenta Michelle Bachelet.

 

En lo medular, el discurso entregó un completo balance de las transformaciones impulsadas por el Gobierno para alcanzar mayor equidad e igualdad entre los ciudadanos. Al mismo tiempo, dejó de manifiesto la vocación de servicio de la Mandataria, expresada en reflexiones sobre el Chile que recibió al asumir el cargo, el proyecto de país que se propuso construir y el que dejará en marzo del próximo año.

 

Junto con enumerar los principales logros de su gestión, la Presidenta dejó al Poder Legislativo importantes tareas, que es fundamental cumplir para poder concretar los cambios que el país necesita para seguir creciendo en un marco de mayores oportunidades y menores desigualdades entre los chilenos. Algunas de esas iniciativas están actualmente en discusión y otras serán enviadas en los próximos meses, pero todas ellas requieren de una mirada seria y responsable, que busque el bienestar de los ciudadanos en el largo plazo, más que los dividendos inmediatos para uno u otro sector.

 

Entre aquellos proyectos ya ingresados se encuentran el que crea un nuevo sistema de enseñanza superior y consagra la gratuidad, junto con el fortalecimiento de la educación pública y la desmunicipalización de los establecimientos; la despenalización de la interrupción del embarazo en tres causales; la regionalización; el subsidio a trabajadores para acompañar a hijos con enfermedades graves; los proyectos relativos a derechos de la niñez, que incluyen a menores vulnerados e infractores de ley; el que consagra el derecho de las muyeres a una vida libre de violencia; la protección de los datos personales; la creación del Ministerio de Ciencia y Tecnología; el mejoramiento de caletas pesqueras; la modernización y fortalecimiento del Servicio Nacional de Pesca; la creación del Servicio Nacional Forestal y del Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas; la nueva institucionalidad para enfrentar riesgos y emergencias y la modernización de la Cancillería, por citar los más relevantes.

 

El día después de la Cuenta Pública, el Gobierno envió un proyecto específico para fortalecer las universidades estatales, mientras que para los próximos meses se anunció la presentación de una iniciativa que establecerá un sistema de financiamiento estudiantil complementario a los esfuerzos de gratuidad. Así, la reforma en materia de educación superior tomará cuerpo desde todos sus frentes y contribuirá a reducir las brechas de acceso a un derecho tan básico como lo es una enseñanza de calidad y al alcance de todos.

 

A este recién ingresado cuerpo legal se sumarán otros, como el refuerzo del pilar contributivo del sistema de pensiones; la creación de un organismo administrador del 5% adicional de las cotizaciones; la mitigación de las lagunas previsionales por parte del Seguro de Cesantía; el nuevo texto constitucional; una nueva ley migratoria; el fortalecimiento de la Dirección del Trabajo; la Ley SANNA sobre acompañamiento a hijos enfermos graves con riesgo vital,  y la eliminación de la diferencia entre empleados y obreros en la Ley de Accidentes del Trabajo, entre otros.

 

En suma, tenemos un intenso trabajo por delante, con iniciativas trascendentales, que abordan las grandes temáticas del presente y del futuro de nuestro país. Ahora, de este Congreso depende hacer realidad esas transformaciones que permitirán ir venciendo las barreras que aún persisten en nuestra sociedad y que impiden a muchos chilenos mejorar su calidad de vida.

 

Esta tarea debemos hacerla teniendo también en cuenta el llamado a la unidad formulado por la Presidenta al final de su mensaje. Un llamado genuino, hecho a todos los sectores, incluyendo a aquellos que se niegan a reconocer cualquier avance. Un llamado hecho desde la convicción de que, para progresar como sociedad, es imperativo actuar de cara a las demandas de las personas, dándoles las respuestas que esperan de nosotros.

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