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  Terminar con prácticas abusivas

  Por Gonzalo Uriarte, senador por la Región de Coquimbo.

15 de septiembre de 2011

ImagenLos dos puntos que han generado discordia en el debate del proyecto que perfecciona el sistema de otorgamiento y uso de licencias médicas, nunca han estado dentro de las ideas matrices de esta iniciativa.

 

Desde su origen hasta ahora, la verdad es que ni el tema de la circular Nº 2727 -que se refiere a las licencias por enfermedades del hijo menor de un año- ni el tema de los tres días de la carencia han formado parte de las ideas matrices desde el momento en que se presentó el mensaje presidencial en la Oficina de Partes hasta el día de hoy.

 

Este proyecto apunta a regular el uso malicioso de las licencias médicas, que le cuesta al Estado de Chile 150 millones de dólares anuales. Eso significa, para que lo tengamos claro, dos hospitales como el de Talca, que se dejan de hacer por el costo que le significa al Estado la pérdida de estas licencias médicas fraudulentas.

 

Por eso este proyecto es bueno, porque avanza muchísimo en algo en que hasta ahora no había cómo frenarlo. Y por esa razón es que la ex Presidenta Bachelet presentó este proyecto de ley.

 

Lo que se pretende es asegurar el otorgamiento y un uso correcto de las licencias médicas, aplicando medidas de control, de fiscalización y multas severas para aquellos médicos que hagan uso malicioso y fraudulento de esta práctica.

 

Es, obviamente, un avance, porque además se le otorgan facultades concretas a la COMPIN en lo que es la entrega y la remisión de antecedentes o informes complementarios que respalden la emisión de una licencia médica.

 

También avanza muchísimo porque se le otorga a las contralorías médicas facultades para solicitar información a los profesionales de la salud que hayan emitido estas licencias médicas. Porque además el Ministerio de Salud y del Trabajo pueden establecer guías clínicas referenciales relativas a los exámenes informes y antecedentes que deberían respaldar la emisión de las licencias médicas.

 

Además, el proyecto de ley se pone en el caso en que el profesional habilitado para otorgar licencias médicas emita licencias sin fundamento médico. En esos casos, la Superintendencia de Seguridad Social, de oficio o a petición de partes, puede pedir información, si existe mérito, para iniciar una investigación, facultades que hasta el día de hoy, la verdad, todo mundo sabe que no existen.

 

Hay que agregar que este proyecto de ley crea dos nuevos delitos, que se incorporan en el Código Penal los artículos 202 y 234 para sancionar a aquellos médicos licenciosos.

 

Establece además una medida cautelar en orden a suspender las facultad del médico de emitir licencias médicas mientras dure la investigación.

 

En resumen, constituye un avance para evitar una práctica que le cuesta al Estado de Chile muchos recursos, tantos como los que se necesitan para mejorar la infraestructura hospitalaria.

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