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  Un esfuerzo distinto por superar la pobreza

  Por Hernán Larraín, senador por la Región del Maule

4 de mayo de 2012

ImagenNo cabe la menor duda de que la reducción de la pobreza y, sobre todo, los márgenes más extremos de pobreza requieren de soluciones cada vez más complejas.

 

Quienes se hallan en una situación de extrema precariedad son personas que están muy lejanas del mundo cultural, educativo, de la forma como se va desarrollando la sociedad, e incorporarlos a ella es realmente extremadamente difícil.

 

Algunos de los casos que se conocen en las zonas donde cada uno de nosotros es senador son alarmantes, pero cuando uno piensa cómo resolver ese problema, nunca se ve fácil, porque no se trata solamente de una cuestión de mayores recursos económicos.

 

Por eso, la combinación de elementos que trae el proyecto de ley que estamos discutiendo en el Senado, con intervenciones que estimulen la búsqueda de empleo, que incentiven el desarrollo educativo del grupo familiar, que se ocupen de los temas de salud, me parece que están invitando a mirar el problema en una dimensión mucho más múltiple y más variada.

 

Es inevitable pensar si los montos de recursos van a ayudar, porque, si una persona tiene empleo y está ganando el mínimo, obviamente con los recursos complementarios podría llegar sobre los 250 mil que se ha hablado como el ingreso ético familiar. Pero, si no tiene el empleo, simplemente va a estar recibiendo una cifra del orden de los 53 mil pesos y eso no le está resolviendo el problema central que tiene.

 

Por eso hay algo que probablemente se podrá estudiar y discutir más para poder asegurar los objetivos del proyecto.

 

Cuando era candidato, el Presidente Piñera se comprometió que en cuatro años se iba a eliminar la extrema pobreza. Y este es el principal instrumento para esa finalidad.

 

Quedan dos años de su Gobierno y, por lo tanto, hay que hacer un esfuerzo especial. Ya se hizo un esfuerzo el año pasado, de carácter económico, que complementó los ingresos de los sectores más pobres, y esto está llamado a cumplir el período para ver si logramos ese objetivo, algo que, sin lugar a dudas es de bastante complejidad, porque el problema es extremadamente difícil.

 

La multivariedad de situaciones que tienen las personas que se encuentran en esta posición es lo que hace pensar que el esfuerzo tiene que ser muchísimo mayor.

 

Hay necesidad de un mayor desarrollo económico del país y de ir a la raíz de los problemas que están afectando a nuestra sociedad. Y esos pasan por educación y por trabajo: trabajo digno y trabajo decente.

 

Mientras no tengamos estabilidad en estos dos factores, va a ser difícil pensar que nuestro país va a superar los actuales niveles de dificultades socioeconómicas que afectan a muchas familias chilenas.

 

Yo creo que con este proyecto se está haciendo un esfuerzo que, por cierto, ha tenido en consideración los programas Puente y los programas Chile Solidario.

 

Pero este es un esfuerzo distinto; es un esfuerzo renovado, que requiere de nuestro respaldo para lograr que con esta intervención social y con las transferencias que se están buscando podamos hacer un aporte significativo para grupos que se encuentran en este nivel de dificultades.

 

No sé si va a ser suficiente. Y creo que podremos evaluar al cabo de algún tiempo cuán suficiente ha sido. Pero, lo que no podemos dejar de hacer son todos los esfuerzos posibles para erradicar de Chile no solamente la pobreza, sino que en forma prioritaria la extrema pobreza.

 

En ese sentido, y esperando que el trabajo que se ha hecho por parte del Ministerio de Desarrollo Social, que le ha asignado especial prioridad a esta iniciativa, logre fructificar, yo la apoyo, pero invito al propio Ejecutivo a una evaluación bastante pormenorizada para ver el avance de los logros. Muchas veces, por tratar de resolver demasiadas variables simultáneamente, se termina yendo poco más adelante que la asistencialidad.

 

Es quizás lo que les pasó a los programas Chile Solidario y al programa Puente, que fueron al final muy asistencialistas.  Necesitamos salir del asistencialismo para llegar a caminos que les permitan a las personas por sí mismas ser autosuficientes.

 

Y aquí hay un intento por potenciar esos factores, que ojalá tenga resultados.

               

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