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  Un legado valórico

  Por Víctor Pérez Varela, senador por la Región del Biobío

28 de abril de 2011

ImagenChile es un país de poetas y nuestra Región del Biobío es cuna de grandes representantes de las letras. Sin duda Gonzalo Rojas es uno de los mejores exponentes, de aquellos que forjaron escuela y que pese a su partida nos dejan un legado que perdurará por generaciones.

Gonzalo Rojas es un ejemplo para los chilenos, en él encontramos un hombre íntegro que cultivó los valores con apego a nuestras más preciadas tradiciones.

Un hijo de clase media, pero de aquella clase media de inicios del siglo XX, cuya mayor y única riqueza era la educación que podía entregar a sus hijos.

En el caso de la familia de Gonzalo Rojas, que vivía en una provincia apartada del país, significaba un desafío aún mayor. Nuestro poeta entendió esto desde muy niño y comenzó a forjar su destino, con creatividad, con inteligencia, pero también con mucha audacia.

Hoy lloramos su partida, porque es difícil encontrar hombres como él, tan completos, y quisiéramos tenerlos por siempre. Pero en ese mismo sentido, debemos estar agradecidos de haber contado con su aporte durante 93 años.

Gonzalo Rojas es además el sabio que con su humildad nos va mostrando el camino para construir no sólo un país completo, una nación, que no sólo implica el progreso material, sino que también espiritual, lo que lamentablemente muchas veces olvidamos.

Nos dejamos llevar por el consumo, por el éxito rápido y nos olvidamos que todo eso es efímero, que las naciones se construyen en base a disciplina ética y moral y eso el poeta se encargaba de recordarlo en cada una de sus creaciones.

Sus palabras y sus versos, cobran hoy mayor valor, pero no me refiero a ese valor económico que lo fija el mercado a través de sus mecanismos, sino que a aquel valor que nos permitirá generar un país grande.

La pérdida del poeta es hoy para nosotros un dolor, que pega con fuerza en el alma nacional, pero al mismo tiempo, nos plantea un desafío que implica colocar a Gonzalo Rojas en el sitial que le corresponde en nuestra historia y esa es labor de quienes nos sentimos tocados no sólo por su creación literaria, sino por todo lo que representó como persona.

Su partida nos deja una gran tarea. Espero que todos los chilenos y principalmente aquellos que tenemos responsabilidades políticas entregadas por la nación, podamos cumplir con Gonzalo Rojas.

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