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Un nuevo pacto para alcanzar la cohesión social

Por Isabel Allende, Presidenta del Senado

23 de enero de 2015

Imagen foto_00000019Me correspondió inaugurar la Primera Jornada Latinoamericana de Cohesión Social, junto a la Presidenta de la República, Michelle Bachelet Jeria, contando con la presencia y análisis de  expertos nacionales, latinoamericanos y europeos, con quienes debatimos acerca de los grandes desafíos entorno a este vital tema de integración, situación que sin duda permitirá tener una amplia y nutritiva discusión en torno a este crucial tema para nuestras sociedades.


En primer lugar, quiero agradecer la presencia de nuestra Presidenta de la República, Michelle Bachelet Jeria. Su participación demuestra la relevancia que la cohesión social tiene para la política nacional.

Este ha sido un esfuerzo que hemos acometido como Presidencia del Senado, pero que no habría sido posible sin el decidido apoyo institucional que hemos recibido de EUROsociAL, a quienes quiero expresar mi profundo sentimiento de gratitud y reconocimiento por la labor realizada.


Además, con el apoyo de la cooperación europea, y del apoyo del Ministerio de Relaciones Exteriores, esta jornada tuvo por objetivo tener una nueva definición de alianza estratégica entre ambas regiones, materializado en formas de cooperación, donde se promueva una integración regional sobre la base de potenciar la cooperación horizontal en la región, estimulando la transferencia de conocimientos y experiencias entre países de América Latina.


La cohesión social hoy surge como una expresión de la preocupación de políticos, de intelectuales y de la ciudadanía en general, sobre las desigualdades que han sido persistentes en nuestros países -a pesar de nuestro crecimiento económico- y que atentan directamente contra la justicia social y contra nuestras democracias.


Existe una fuerte convicción a nivel mundial que el logro de un desarrollo económico que genere crecimiento estable, con resultados de inclusión, distributivo y socialmente protegido, requiere sustentarse en una sociedad sólidamente cohesionada en torno a esos objetivos y con una capacidad de incorporar sus diversidades en una cultura pluralista.


Latinoamérica es una región caracterizada por la desigualdad, realidad que nos impone desafíos técnicos y políticos, los que deben ser precedidos por una reflexión profunda sobre sus causas para enfrentar sus consecuencias. En esto radica la importancia de esta Primera Jornada Latinoamericana de Cohesión Social, la que pretende ser ese espacio que se abre para el debate entre el mundo político, técnico, diplomático y ciudadano. Donde nadie sobre y la inclusión sea parte constituyente de una nueva sociedad.


Europa ha recorrido un camino hacia la cohesión social, que no ha estado exento de problemas y dificultades, pero que sin duda ha ido generando experiencias de gran relevancia para enriquecer nuestra conversación, por ello es que esta jornada también pretende ser un espacio de dialogo entre las distintas delegaciones de parlamentarios y expertos latinoamericanos y europeos.


Por ello, hoy más que nunca, tenemos la oportunidad histórica de avanzar en una sociedad de derechos sociales garantizados para no retroceder ante esta vulnerabilidad, como un patrimonio de la ciudadanía plena. Que reconozca las capacidades que los seres humanos adquieren y se amplíen gracias al acceso a derechos fundamentales, para que hombres y mujeres pueden desarrollar sus proyectos de vida y, asimismo, colaboren con el desarrollo de sus propias sociedades.


Tengo la convicción de que una sociedad cohesionada requiere de una democracia profunda, que goce de un prestigio y respeto ciudadano, que le permita hacer las transformaciones necesarias por la vía institucional y respetando el Estado de Derecho. Es por ello que iniciamos esta jornada haciéndonos la pregunta desde la Política de “Cómo mejorar la calidad de la democracia para avanzar hacia la cohesión social”.


La cohesión social es entonces un resultado y no un proceso autónomo de la política y la economía. Y es al mismo tiempo el sustento para que ellas generen identidad, compromiso y cultura ciudadana.

 

Por ello que estimo necesario formular un nuevo pacto político y social que asegure los espacios institucionales, fiscales y políticos para implementar reformas económicas, tributarias, educacionales, laborales y sociales.

En este sentido, quiero hacer un reconocimiento a la Presidenta Bachelet y a su gobierno por el desafío que ha asumido y en el que la acompañamos desde el Senado, para llevar adelante reformas estructurales como la tributaria, la política, educacional y la laboral. Todas ellas necesarias  para este nuevo pacto nos permita avanzar hacia una sociedad más igualitaria y donde la cohesión social sea la expresión de este proceso de cambios, que irán en beneficio de todas y todos las y los chilenos.

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