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  Un política enfocada a la clase media

  Por Ena Von Baer, senadora por la Región Metropolitana.

6 de septiembre de 2012

ImagenPodemos dar una buena noticia a los chilenos. Hemos llegado a un acuerdo en torno a la reforma tributaria y en un país con altos índices de desconfianza como Chile hay que celebrar la capacidad de lograr acuerdos.

 

Desde el Senado y el Congreso tenemos que predicar con el ejemplo, logrando que a, pesar de las diferencias, podamos avanzar en proyectos que sean de beneficio para todos los chilenos. Porque el problema no es que tengamos diferencias - eso es parte de la democracia y creo que los ciudadanos agradecen que las mostremos con claridad sin complejos y con valentía- sino que cuando no somos capaces de ponernos de acuerdo y entrampamos el avance de cualquier iniciativa.

 

Por eso creo que es bueno este paso, va en la dirección correcta.

 

Cada uno celebrará la parte de la reforma que esté más cerca de sus convicciones y yo quiero remarcar el crédito en educación.

 

Esta es una política pública que, como pocas, está directamente enfocada a la clase media. Es un alivio, una ayuda real y concreta para esa clase media de la que tanto se habla, pero por la que poco se hace. Este beneficio tributario consiste en que las familias cuyos ingresos no superen el millón y medio de pesos mensuales puedan descontar del pago de sus impuestos el 50% de lo que gastan en educación, con un tope anual de cien mil pesos por hijo.

 

Esto es un paso en la dirección correcta, en el contexto actual donde muchas familias de clase media se cuestionan si tener un hijo más porque la educación de los niños hoy en día es muy cara. Es un paso en la dirección correcta cuando consideramos que cada vez las mujeres chilenas están teniendo menos niños.

Otra buena noticia es que este proyecto establece un concepto novedoso y muy positivo, porque permite que aquellas personas que generan ingresos para sus familias a través de su trabajo puedan tener un descuento por aquella proporción de sus ingresos que no gastan, sino que invierten. Es un cambio en el concepto. Ya no es un gasto, sino que una inversión.

 

Se reconoce, por lo tanto, que cuando una familia entrega parte de sus ingresos para la educación de sus hijos esto es una inversión, no un gasto.

 

Con esta reforma estamos dando una señal clara y muy importante para todos los padres chilenos. Si invierten en la educación de sus hijos están invirtiendo en el capital humano de todo Chile y este esfuerzo que hace cada familia en forma individual, en forma silenciosa pero que muchas veces es un esfuerzo muy grande si es que lo consideramos dentro del gasto que se hace mensualmente. Es un esfuerzo que, a partir de esta reforma -impulsada por el Gobierno de la Alianza por Chile- es un esfuerzo que va a ser reconocido por el Estado.

 

Una de las críticas que se han hecho a esta parte del proyecto  es que beneficiaría solo a las familias que tienen sus niños en colegios particulares subvencionados. Esto es en parte así, porque efectivamente hay una proporción mayor, no completamente, de colegios particulares subvencionados donde los padres pagan colegiatura, pagan copago, aunque hay algunos colegios municipales que también tienen copago, pero son menos. Es por eso que desde el principio le pedimos al Gobierno que ampliara este beneficio para favorecer también a las familias de clase media que tienen a sus niños en colegios municipales.

 

Hablamos con el Ministro de Hacienda y con el Ministro de Educación, planteándoles la posibilidad que no solamente se rebajara de impuestos las colegiaturas, sino que también otros gastos en educación como, por ejemplo, los útiles escolares, el transporte escolar o los uniformes, porque hay muchas familias para las cuales esta inversión es sumamente importante y es una parte grande de los ingresos que tienen especialmente en algunos meses del año. Se acogió este planteamiento por parte del Ejecutivo y lo agradecemos.

 

Por lo tanto, ahora este beneficio del descuento en el gasto de educación favorece a las familias de clase media que tienen a sus hijos en colegios particulares subvencionados y también a las familias de clase media que tienen a sus hijos en colegios municipales.

 

Favorece a todos por igual. Tenemos acá un beneficio en el cual se reconoce el esfuerzo que hacen los padres de clase media en invertir en la educación de sus hijos para todos por igual para la educación particular subvencionada y la educación municipal. Es un esfuerzo que estamos haciendo para toda la educación: la estatal, la pública y la particular subvencionada.

 

Se despeja, por lo tanto, la crítica a esta parte del proyecto y me alegra, porque lo habíamos planteado desde un principio y creo que es de toda justicia.

 

Está claro que hay partes de este proyecto que les gusta a unos y otras que nos gustan a otros. No a todos les gusta el proyecto completo, pero hemos avanzado. Y podemos, de esta forma  ir restaurando la confianza de los chilenos en la capacidad de los parlamentarios de ponernos de acuerdo, a pesar de que en el proyecto final sigamos teniendo diferencias.

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