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  Un recurso estratégico a ser explotado en beneficio del país

  Por Isabel Allende, senadora por la Región de Atacama

13 de abril de 2012

ImagenEl gobierno en febrero pasado y en pleno receso legislativo, sin informar a la Comisión de Minería del Senado, tomó la decisión de hacer licitaciones de explotación del Litio por la vía administrativa. Con ello, descartó enviar cualquier proyecto de ley y así evitar la necesaria discusión legislativa de este trascendental tema.

 

Lamentamos la decisión del Presidente Piñera de firmar un decreto presidencial para permitir contratos especiales de concesión para la exploración y explotación del Litio a empresas privadas. El Litio es un recurso mineral estratégico, que puede ser empleado en la industria energética y en otras diversas aplicaciones como los automóviles eléctricos a través de las baterías recargables de Litio, y los vehículos híbridos, no contaminantes. El Litio, si generamos una adecuada política de Estado, nos permitiría la generación de una industria de punta en nuestro país y de un nuevo ámbito laboral.

 

Para ello, contamos con el ejemplo de Codelco, empresa estratégica del Estado que en ocho años de producción ha entregado 68 mil millones de dólares para el país. Con el Litio tenemos una oportunidad similar de generar valor para el país, por eso debe continuar siendo estratégico.

 

Debemos explorar varias alternativas de explotación por parte del Estado -como se hace con Codelco- creando la Corporación Nacional del Litio, con un modelo equivalente y que podría tener igual relevancia para el desarrollo del país.

 

Consideramos  sumamente grave que un tema de esta trascendencia no sea visto por este Congreso, pues es importante tener una amplia y transparente reflexión sobre la centralidad del Litio en el desarrollo del país.

 

Chile es hoy día un actor muy relevante, ya que produce por sí solo, el 40% de la producción mundial. Como país no hemos tomado conciencia de la trascendencia que tiene toda decisión acerca del Litio; como ejemplo de lo poco adecuado que hemos actuado está el Instituto Nacional del Litio, que debiese ser financiado con el royalty impuesto a las dos empresas que pagan por sus concesiones de explotación a CORFO. Lamentablemente la Corporación no ha entregado esos recursos al Instituto, y una vez más hemos desperdiciado la oportunidad de desarrollar investigación, en una materia que el país necesita. Como Comisión de Minería y Energía enviamos un oficio para que CORFO nos explique cuáles han sido los motivos de esta inoperancia, pero aún no tenemos respuesta.

 

El Litio tiene una importancia creciente y está presente en los televisores, los móviles, en los mp3, en las baterías recargables, entre otros. Junto a ello, también está la fusión nuclear donde se presenta como componente primario y alternativo, libre de desechos radiactivos.

 

Diversos estudios han sido enfáticos en señalar que ni la propuesta actual del gobierno de hacer uso de CEOL, ni el marco regulador vigente de la industria minera es adecuada o suficiente para enfrentar el desafío que los escenarios futuros del Litio proponen. Asimismo, plantean que es necesario alejarse de los paradigmas actuales y tratarlo como un recurso energético y no como un simple mineral. Por ello, se debe fomentar fuertemente la I+D para reducir los costos de producción, pero además, para suministrar a los mercados internacionales un producto con un alto valor agregado.

 

Es fundamental definir una política de Estado sobre el Litio y no seguir siendo meros espectadores como lo hemos sido hasta ahora. Lo único que ha hecho CORFO ha sido entregar dos concesiones a empresas oligopólicas; una de ellas, SOQUIMICH, privatizada escandalosamente.

 

COCHILCO, en un informe de 2009, recomienda la elaboración de una política pública, única y clara para el Litio. Sin embargo, hoy no tenemos información fidedigna sobre las reservas y no hay estudios geológicos actualizados que nos permitan decir de qué hablamos. Chile tiene una posición privilegiada, forma parte del triángulo del Litio y tiene la posibilidad de trabajar -como lo está haciendo en el Salar de Atacama- con costos bajos de producción. Esperamos que entre todos los actores y sectores, junto a una ciudadanía activa, generemos una Política de Estado para el Litio y las mejores condiciones para su explotación, como un mineral estratégico y de gran futuro para nuestro país.

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