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  Un salto cualitativo hacia el futuro

  Por Soledad Alvear, senadora por la Región Metropolitana.

4 de marzo de 2011

ImagenEl proyecto de mi autoría, que moderniza y profesionaliza las federaciones deportivas del país es fundamental para el deporte nacional y los futuros deportistas.

 

La iniciativa permite dar un salto cualitativo hacia el futuro y posibilita que se eviten los obstáculos a nuestros deportistas para que puedan desarrollarse como personas y, al mismo tiempo, en sus respectivas disciplinas deportivas.

 

Todos conocemos las dificultades que deben enfrentar nuestros deportistas al momento de intentar forjar una carrera profesional. Desde limitaciones institucionales, normativas, de infraestructura, como problemas de probidad y de transparencia. Y para qué decir de recursos, por cuanto son los propios deportistas quienes deben financiar sus prácticas deportivas.

 

Según la información que nos proporcionaron reconocidos medallistas, reciben un subsidio de $400 mil de la Subsecretaría de Deportes para poder subsistir. Sin embargo, si ellos no ganan una competencia en el año son excluidos y no se les sigue pagando. Y, obviamente, 400 mil pesos para poder ir al extranjero y ganar una competencia es completamente insuficiente. Esa es la situación que viven nuestros deportistas de elite, excepto los que tienen posibilidades económicas de sus padres para poder apoyarlos en el desarrollo deportivo.

 

Actualmente, nuestro sistema deportivo no le asigna ningún tratamiento especial a las federaciones deportivas y las asimila, desde el punto de vista normativo, a cualquier otra organización deportiva, dígase clubes deportivos o asociaciones locales o regionales.

 

En este sentido resulta insostenible que las federaciones deportivas posean los mismos derechos y deberes que cualquier organización deportiva de base, en circunstancias que son las que determinan la mayor o menor excelencia de nuestro deporte, y de sus filas provienen los deportistas que representan a nuestro país en los juegos internaciones, tales como sudamericanos, panamericanos, campeonatos mundiales y las olimpíadas.

 

Este proyecto busca un nivel de representación objetiva. Asimismo, contempla la posibilidad de que los deportistas puedan ser parte en la toma de decisiones de su federación, considerando que las asambleas resuelven asuntos relativos no solo al funcionamiento, sino también principalmente relativos al futuro y desarrollo de los deportistas.

 

Por otra parte, aborda la transparencia y objetividad en los mecanismos de selección de los deportistas para competencias internacionales, que es una materia especialmente sensible. También se aborda la profesionalización y modernización de las federaciones por la vía de que estas tengan obligación de aprobar en sus asambleas los respectivos planes de gestión para el próximo período, debiendo también publicitarlos.

 

Asimismo, se pretende dar particular énfasis a los posibles conflictos de intereses que puedan suscitarse al interior de una federación deportiva por parte de algunos de sus directores. El actual sistema posee importantes vacíos en lo referido a la ética y probidad deportiva, lo que facilita la comisión de conductas que atentan directamente contra la credibilidad del sistema deportivo y la necesaria solidez institucional que requiere para que todo deportista con capacidades y aptitudes pueda desarrollarse bajo las condiciones en que lo hacen los mejores deportistas del mundo.

 

En este sentido, se pretende garantizar la máxima transparencia y publicidad, tanto en lo relativo al manejo de los negocios propios de la federación por parte de sus directores como, a su vez, la debida transparencia y publicidad de los balances anuales de las federaciones.

 

Como uno de los puntos más importantes del proyecto, se propone la creación de un Tribunal de Arbitraje Deportivo para las Federaciones Deportivas Nacionales, abordando, de esta manera, una de las necesidades más sentidas que ha expresado el Comité Olímpico de Chile. Se pretende que este tribunal tenga a su cargo la superintendencia correccional y disciplinaria de los tribunales de honor o comisiones de ética de las federaciones deportivas, permitiendo, de esta forma, procesos disciplinarios justos e imparciales para nuestros dirigentes y deportistas.

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