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  Una discusión inevitable

  Por Francisco Chahuán, senador por la Región de Valparaíso

6 de diciembre de 2011

ImagenUna vez aprobada la Ley de Presupuesto parece tan ineludible como urgente la necesidad de discutir en torno a una reforma tributaria.  El escenario competitivo que generarán las próximas elecciones municipales, programadas para octubre de 2012, hace apropiado y conveniente que el debate tenga lugar ahora.  En esa línea está el anuncio del Presidente Piñera respecto que el gobierno presentará una propuesta luego de escuchar los planteamientos de los diversos sectores.

Resulta auspicioso confirmar que existe bastante consenso sobre la materia.  Y si bien hay voces disidentes y tonos diversos, ciertamente hay que evitar los dogmatismos y debatir sobre el tipo de país que queremos construir.  Porque de eso se trata, a fin de cuentas: la urgencia de esta discusión se sustenta en nuestra reconocida y ya histórica mala distribución de los ingresos y en la importancia que puede tener este ajuste como vehículo de paz social.

Chile ha crecido económicamente, pero exhibe distorsiones y déficit que debemos resolver. Muchas de las manifestaciones sociales de este año y de las barreras que enfrentamos para lograr un salto hacia nuestro desarrollo, se deben a que estos cambios se han postergado.

Nuestra estructura tributaria proviene de la visión que se tenía de las necesidades de hace casi cuatro décadas y hoy un cambio se hace prioritario.  Motivados por esta situación, algunos hemos planteado algunas alternativas, avaladas por expertos que han descartado los efectos catastrofistas que se han pretendido. Al revés, estamos proponiendo cambios que, sin afectar el crecimiento, el empleo ni la inversión, sí generen mayor dinamismo en la economía.  Creemos que por la vía de mantener el impuesto de primera categoría para las grandes empresas en un 20%, bajar el que grava a las pymes y a las personas naturales; y reducir el IVA en al menos un punto, se puede lograr aquello y, de paso, una redistribución del ingreso.

Quiero destacar que mi partido, Renovación Nacional, acordó trabajar conjuntamente con la Comisión Económica convocada por el gobierno para elaborar una propuesta en este sentido.  Lo cierto es que llama la atención que hoy surjan voces desde la oposición pidiendo premura para abordar el tema, en circunstancias que una reforma de esta naturaleza ni siquiera estaba contemplada en el programa del ex candidato presidencial de ese bloque.

Espero que sea nuestro gobierno el que se haga cargo de la pésima distribución del ingreso de este país.   Por lo mismo, más allá de iniciativas históricas logradas en estos últimos meses -tales como el fin del descuento del 7% a los jubilados y la extensión del post natal- confío en que éste será el gran legado de la administración del Presidente Sebastián Piñera.

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