Una gran oportunidad de llevar las demandas e inquietudes a las urnas

El domingo 30 de junio, miles o tal vez millones de chilenas y chilenos habrán concurrido a las urnas para marcar sus preferencias en las elecciones primarias de los dos pactos políticos mayoritarios, en una demostración de que la participación no está pasada de moda, sino que es una de las demandas más sentidas de la gente.

Más allá de los resultados que quedarán como parte de la agenda política de cara a las elecciones generales de noviembre, lo relevante es que el país entero va a haber dado muestras de tal madurez, que hace que las voces que se niegan al diálogo o que quienes crean que las decisiones las deben adoptar unos pocos, sencillamente estarán lejos de representar al nuevo país en el que nos hemos convertido.

De hecho, hay partidos en el espectro político chileno que consideran irrelevante hacer elecciones abiertas para elegir a sus representantes. Pero Chile afortunadamente marcha hacia otro lado, quiere más apertura y diversidad, junto con orden, respeto y seguridad para las familias, pero participando.

Las primarias ahora forman parte de nuestra vida política y los partidos tendrán que ir ajustando poco a poco sus decisiones y negociaciones que son connaturales a esta labor, pero lo esencial es que ya están aquí para quedarse. Y en este esfuerzo, el Senado y la Cámara de Diputados han sido actores claves que han impulsado el debate y lo han llevado hasta una realidad concreta.

Otros países han adoptado este mecanismo con resultados robustos, con más de 100 años de tradición participativa. Chile avanza en esa línea, pero sí creo que se debe hacer un esfuerzo por hacer de la política una labor reconocida y, por sobre todo, comprendida por los ciudadanos. Si estamos abriendo más y más espacios para la participación, es necesario también que se asuma que estos derechos conllevan necesariamente algunas responsabilidades.

Vimos cómo algunas tomas aisladas de no más de una treintena de establecimientos educacionales de un total de más de 700, causaron conflictos ente el gobierno y el movimiento estudiantil. Todos hubiéramos querido que este asunto se resolviese sin violencia y sin desmanes, lamentablemente no siempre es así y el Gobierno ha insistido en resolver los debates sociales y las demandas ciudadanas con Fuerzas Especiales. Pero hay que seguir avanzando.

Lo que veremos este domingo es el inicio de una democracia más profunda, una gran oportunidad de llevar las demandas e inquietudes de jóvenes, trabajadores, las regiones, las comunidades indígenas y muchos otros que se han sentido olvidados, a las urnas y elegir el proyecto que más se acerque a la visión de país que queremos para las generaciones que vienen. Ahora no sirve de nada reclamar sin participar, así de claro.

Y más cierto aún, es que la Presidenta o Presidente de Chile para los próximos 4 años, se elegirá en la primaria de la Concertación ya que la mirada de país que tienen los postulantes de la derecha tiene muy poco que ver con este país que describimos. Pero lo más importante sigue siendo participar: la puerta está abierta y la invitación extendida y lo que ahora nos debe importar es cuidar estas primarias desde el domingo y proyectarlas hacia todo nuestro futuro como Nación.