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Una política a largo plazo

Por Mariano Ruiz-Esquide, senador por la Región del Bíobío.

5 de abril de 2013

Imagen foto_00000014El proyecto que establece el sistema “Elige Vivir Sano” tiene por objeto promover hábitos y estilos de vida saludables para mejorar la calidad de vida y el bienestar de las personas. El texto de la iniciativa agrega que, mediante los actos administrativos que corresponda se deberá, asimismo, establecer los estándares en materia de publicidad, promoción y responsabilidad social empresarial que deberán cumplir las empresas e instituciones privadas para poder celebrar convenios con el Ministerio de Desarrollo Social y otros organismos públicos para participar de las iniciativas relacionadas con este sistema.

 

La característica que tiene este proyecto, distinto de los que habitualmente hemos despachado en el Senado, es que no se trata de un proyecto concreto respecto de determinadas materias, formas y precisiones, sino que se trata más bien de cómo el Estado se organiza, a través de una suerte de conducción virtual, y después ejecuta, a través de ciertas y determinadas instancias administrativas, todos aquellos temas en cada Ministerio, y la forma en que también se lleva esto a participación de las empresas privadas, en materias que, teniendo relación con el concepto inicial de que la vida la elige cada uno, y la elección se hace en la línea de mejorar las distintas condiciones, vale decir, tanto intelectuales, espirituales como físicas.

 

Es distinto al resto de las otras leyes que hemos despachado, porque de alguna manera participa en toda la Administración pública. Es una institución que penetra toda la Administración y que en cada una de las partes pertinentes a cada Ministerio que tenga relación con este objeto, lo lleva adelante sin la creación especial de un Ministerio, sino simplemente esta participación que basa la acción de un grupo especial con el objeto de que insinúe, señale los caminos, privilegie en cada ámbito de cada Ministerio lo que son los elementos necesarios para vivir sano.

 

En el último tiempo, tal vez en los últimos cinco o diez años, en el mundo entero se ha desarrollado de manera mucho más precisa lo que se llama la diferenciación entre el crecer y el desarrollarse. El crecimiento es fundamentalmente económico y material. El desarrollo humano tiene que ver con aquellas formas en que el ser humano, además de tener este crecimiento económico, es capaz de crecer en su interior en los cuatro o cinco temas que son esta relación entre el ser humano y la sociedad.

 

El hombre o la mujer vive en un determinado hábitat, y en esas condiciones debe aprender, de alguna forma, a vivir más tranquilo, buscar de manera más adecuada la felicidad, ser capaz de relacionarse de manera adecuada con el resto de la comunidad, ser capaz de exigir sus derechos frente a la presión que en un momento determinado la sociedad misma o el Estado terminen agobiándolo en su conducta.

 

Y, dentro de eso, lo esencial es que se trata de que es la propia persona sea capaz de elegir la forma en que ejecuta estos caminos para lograr esta búsqueda de esta felicidad.

 

Eso es lo que traduce este proyecto. Es la presencia libre, informada, respaldada por las políticas del Estado, de buscar maneras de vivir que sean capaces de hacer de su vida un crecimiento interior, o lo que llamamos concretamente el desarrollo humano.

 

Para ejecutar esta política, el Estado, a través del mandato que le da esta ley, es capaz de organizar mecanismos que hagan que cada funcionario de cada Ministerio entienda que está al servicio de esta idea central, independiente de lo que pudiera ser su tarea concreta en el Ministerio de Obras Públicas, Salud o Educación.

 

La ley dicta que la organización que va a dársele a este proyecto, se preocupará de que el Ministerio de Salud cumpla todo aquello que se requiere para que la ley sea también exigida y, por lo tanto, repercuta en un modelo de salud que sea mejor para lo que la vida de hoy requerimos.

 

Este proyecto fue discutido en la Comisión de Salud, que presido, con mucha seriedad, en esta visión bastante holística. Unánimemente y sin mayor reparo, aprobamos un proyecto que nos parece un avance en esta concepción de desarrollo humano, que se ejecuta a través de una ley, que es un mandato, para cada funcionario y cada ente de todo el mecanismo estatal, de manera de lograr una persona que, viviendo mejor, respaldada por el Estado, es capaz de mejorar su vida. También nos reunimos en La Moneda con la Primera Dama, que es la principal impulsora de esta iniciativa.

 

De alguna forma muy concreta, se ha dicho siempre que lo primero que necesitamos es que haya una salud compatible para tener una vida saludable. Y eso representa no solo el trabajo a nivel físico, sino fundamentalmente a nivel espiritual, que es el gran cambio que, a mi juicio, se está produciendo en el mundo, después de llegar, en una visión muy personal, a un nivel de desarrollo inadecuado de las ciudades, de la sociedad, de la organización de las comunidades, que hace que, en definitiva, la vida sea muy difícil para un número demasiado importante, o demasiado grande, de personas.

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