Una tarea que requiere visión de Estado

El llamado del Presidente Piñera a un acuerdo nacional para derrotar la pobreza no tiene sentido si no se aborda esta tarea con una visión de Estado y no meramente desde una mirada empresarial o comunicacional.

A casi cinco meses del terremoto, vemos todos los días cómo la gente de la zona centro sur pasa frío o no encuentra un trabajo con el que solventar los gastos de su propia reconstrucción. Vemos cómo la educación pública sigue siendo postergada en beneficio de la educación privada o cómo en vez de fortalecer ingresos éticos para los trabajadores, se opta por dar mayor flexibilidad al mercado laboral. Aquí asuman las diferencias y es bueno que la gente lo sepa.

¿Acuerdo nacional para derrotar la pobreza? Por supuesto que sí, pero no a cualquier precio ni a cualquier costo para el país. El Presidente debe saber que como Concertación no vamos a aceptar que desde su tribuna se culpe al anterior Gobierno por el aumento de la pobreza sin que reconozcan que los efectos de la crisis financiera fueron devastadores y que si no se hubiera puesto en marcha la red de protección social, esto hubiera sido aún más duro.

Por eso es que proponemos sentarnos a la mesa, todos, sin exclusión, y buscar las mejores propuestas e ideas para enfrentar las consecuencias de la crisis financiera y del terremoto. Bajo nuestra visión, no es posible superar la pobreza sin conversar seriamente sobre la distribución del ingreso, sin mejorar drásticamente la calidad de la educación pública que es a la que accede la mayoría de la población de menos recursos, sin elevar los sueldos y la capacitación laboral de los trabajadores o sin enfrentar de manera imaginativa y acogedora el problema de las drogas.

Para todo esto tenemos que discutir sobre impuestos y sobre cómo los que tienen y ganan más pueden aportar más; tenemos que discutir el aumento de los recursos para la educación de los más pobres; debemos debatir sobre cómo fortalecer la sindicalización y la capacitación de los trabajadores. ¿Está este Gobierno a debatir sobre estos temas en serio, sin una mirada empresarial o comunicacional, sino que con una visión de Estado? Sobre eso queremos escuchar al Presidente. Ahora es su turno.