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A favor de una Corporación de Mejoramiento Urbano para Valparaíso

Por Ricardo Lagos Weber, senador por la Región de Valparaíso

6 de junio de 2014

Imagen foto_00000002Respecto a la catástrofe que vivió el Puerto a principios de abril, más allá de los autocumplidos que uno pueda hacerse, es necesario detenerse en cuál fue la reacción de la ciudadanía, los actores involucrados y el tratamiento de los medios de comunicación. Creo que hubo una buena respuesta que refleja un aprendizaje que hemos tenido en esta materia.

 

Lo que vivimos es el incendio más grande que ha habido en la historia de Chile. En el anterior que ocurrió en Rodelillo-Placeres, se quemaron solo 274 casas y en ese minuto se trataba del siniestro de mayor magnitud que habíamos tenido en Valparaíso. Creo que también hay que tratar de ser ecuánime en la vida y reconocer que se la administración anterior actuó de forma adecuada. Esto fue bueno porque nosotros como gobierno tomamos esta experiencia y la profundizamos, mejorando los beneficios a los afectados.

 

Quiero valorar también la presencia de los ministros en terreno durante esta emergencia. No estoy hablando solamente del Ministro de Obras Públicas y de la Ministra de Vivienda, sino también del Ministro del Interior, quien durante al menos seis o cinco días estuvo acá en la zona, ordenando y coordinando el trabajo que se hizo desde el gobierno regional.

 

Por último, quiero rescatar también el rol que jugó la Armada de Chile con el Contraalmirante Julio Leiva, tras se decretara el Estado de Excepción y Catástrofe. También fue fundamental el papel de Carabineros y Bomberos.

 

Pienso que el tema de los apoyos concretos ha funcionado bien. Hay cosas que han costado, pero se han ido solucionando, por ejemplo, las personas que fueron encuestadas de una forma y luego no recibieron los beneficios. Pero ojo que estamos hablando de grandes números, de más de tres mil cuatrocientas familias, trece mil personas. Desde lo macro, hubo un despliegue importante. Sí, uno habría querido, comunicar de mejor forma y de manera más rápida los beneficios, pero eso se ha ido regularizando en el tiempo. Hoy día a lo que estamos abocados es a entregar las ayudas permanentes; pero en lo grueso, este sistema está funcionando.

 

Quiero llamar la atención en el monto de los beneficios. En el incendio Rodelillo-Placeres hablamos de bonos de autoconstrucción de doce millones de pesos, y hoy de cifras son considerablemente superiores: diecisiete, dieciocho o veintiún millones de pesos por núcleo familiar; y hasta veintisiete por núcleo familiar en el caso de los condominios familiares. A ello hay que sumar el bono para los enceres de un millón que se depositó en una cuenta RUT en efectivo.

 

Quiero despeja un mito también. El incendio no afectó solo a tomas sino también a barrios consolidados de Valparaíso, en donde hay agua potable, alcantarillado y propiedad escriturada. Hablamos de los cerros Merced, Las Cañas y La Cruz.

 

Una cosa es resolver la emergencia, darle a la gente su vivienda definitiva, que puede ser incluso mejor que la que tenía eventualmente, pero si hacemos eso y nada más, vamos a quedar donde estábamos solo con casas mejores. Pero aquí el drama que tiene Valparaíso -y en parte Viña del Mar-, es la necesidad de generar un plan de desarrollo urbano y de conectividad vial. Se requiere acá una mirada integral respecto al desarrollo de Valparaíso.

 

Hemos propuesto un proyecto de ley, junto con el senador Andrés Zaldívar para generar una Corporación de Mejoramiento Urbano de Valparaíso que busca generar una autoridad nueva y una institucionalidad distinta. Aquí no basta el SERVIU y el Ministerio de Obras Públicas. Se requiere una institucionalidad distinta con poderes y facultades para endeudarse, y tener potestad para poder diseñar nuevas vías y planes reguladores.

 

Acá se requieren presupuestos especiales a situaciones especiales. Las comunas que tienen quebradas deben hacerse cargo de ellas pero con recursos especiales. No estoy pensando solamente en Valparaíso y Viña del Mar porque está lleno de localidades que por su estructura geográfica tienen un desafío distinto. Construir viviendas sociales en áreas de quebradas requiere generar muros de contención que se llevan buena parte de los recursos.

 

Hay que establecer criterios más rigurosos respecto a la responsabilidad de los propietarios de  terrenos o predios que tienen incidencia de incendios. En este caso hay terrenos que son fiscales, de la Armada que se han calcinado, pero también hay de privados. Asimismo hay que mirar los cultivos forestales. El 45% del incendio afectó a zonas plantadas con eucaliptus que es uno de los árboles más incendiables que existen. Hemos presentado un proyecto de ley también para regular, sancionar y exigir a los dueños de esos predios que se hagan cargo de aquello.

 

El tema de fondo es ver qué hacemos con la conectividad. La ciudad va a seguir creciendo, van a seguir llegando pobladores y la pregunta es ¿vamos a seguir permitiendo que se instalen en zonas de riesgo? Tampoco se puede pretender erradicar las personas que siempre han vivido en estos cerros a Limache o Quilpué por respetables que sean esos lugares. Hay que buscar espacios que existen en Valparaíso, claro que cuestan más caros, pero existen.

 

Hemos escuchado innumerables planes y sueños como que vamos a extender la Avenida Alemania, abrir el camino La Pólvora y construir vamos ejes transversales, pero hasta ahora son deseos. Uno escucha al Colegio de Arquitectos, a la Universidad en Valparaíso, a los geógrafos, a los expertos en incendios, pero debe darse una visión de conjunto.

 

Como es grande lo que se quiere hacer, se requiere una institucionalidad distinta, tiene que haber una mirada que pueda dirigir esto. Prefiero que se demore la propuesta del Gobierno, pero que me digan que va a haber, en esta administración, esa mirada global que es una deuda tremendamente pendiente de la cual somos todos responsables.

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