Click acá para ir directamente al contenido

Acceso a Alto Hospicio y hospital local: las urgencias tras el terremoto

Por Jaime Orpis, senador por la Región de Arica y Parinacota, y Tarapacá

6 de junio de 2014

Imagen foto_00000002Luego del terremoto que afectó a las regiones de Arica y Parinacota, y Tarapacá en abril pasado, creo que se aprendieron muchas de las lecciones del 27 de febrero de 2010 (27-F). Por ejemplo, el haber decretado estado de excepción inmediatamente, contribuyó en forma rápida a que se tomara el control del territorio, que es muy importante en este tipo de emergencia.

 

También quiero destacar el ejemplar comportamiento de la ciudadanía, puesto que con el evento anterior, se generó toda una cultura de evacuación, especialmente por la experiencia del tsunami.

 

Sin perjuicio de lo anterior, quisiera hacer ver tres observaciones generales en el caso del norte.

 

La ayuda inmediata en víveres, y particularmente en elementos esenciales, fue lenta. Y creo que ello se debe en parte a los comités de emergencia integrados por efectivos de las Fuerzas Armadas. El problema es que se replicaban esfuerzos porque lo civiles hacían exactamente lo mismo. Creo que en el futuro hay que dividir las funciones. El control de territorio debe corresponder, evidentemente, a las Fuerzas Armadas en esta primera etapa. Pero en paralelo, las autoridades civiles deben tener el contacto directo con la población.

 

También en términos generales, quiero referirme a los medios de comunicación y, particularmente, a la ONEMI.

 

Uno de los daños más grandes que se provocó en el norte, fue el sicológico a la población. Fueron, en menos de 48 horas, dos terremotos, en que los medios de comunicación compitieron a la hora de anunciar otro sismo más grande aun que debía venir al día siguiente. La población estuvo expuesta por 48 horas a evacuaciones y sirenas y, paralelamente, se anunciaba el terremoto más grande.

 

Por lo tanto, la lección que aprendo en este tema, es que desde un punto de vista comunicacional, la ONEMI tiene que ser mucho más activa, por ejemplo, generando boletines periódicos para poder llevar tranquilidad a la población.

 

Y la tercera lección, se refiere con las empresas de servicios básicos, particularmente en materia de electricidad y agua potable.

 

Una cosa fundamental es restituir los servicios a la brevedad. Pero aquí, claramente, hubo un déficit respecto de reforzar los equipos que trabajan en esas empresas. Porque muchos de quienes laboran ahí fueron los que sufrieron la tragedia y, por lo tanto, el rendimiento de esas personas y a la larga de estas firmas, no fue el óptimo. Me parece fundamental que esas empresas se refuercen con personas que no fueron parte de la tragedia, por ejemplo con empleados que no son de la región afectada.

 

En cuanto a vivienda, se ha dicho que el grueso se concentró en la región de Tarapacá. Tuve oportunidad de conversar con la ministra respecto a las viviendas que hay que reconstruir, vinculadas con el subsidio de arriendo. Porque tal como señala el informe del delegado presidencial, los subsidio de arriendo duran un año, y pueden renovarse si fuese necesario.

 

Todos sabemos que la reconstrucción va a durar más de un año, entonces en materia de subsidio de arriendo hay que diferenciar respecto de las viviendas que hay que construir, de las que deben ser reparadas. Evidentemente el subsidio de reparación debe exceder absolutamente el año para  evitar de esta manera, la burocracia de la renovación.

 

En Iquique muchas casas están con seguro, pero por la pendiente que tiene el lugar en que están construidas, ese seguro jamás cubre los muros de contención. Y, por lo tanto, creo que con recursos del Fondo Nacional de Desarrollo Regional, podrían incluirse, de manera que los seguros cubran la reparación de la vivienda. No tiene sentido reparar las viviendas, sino se reparan los muros.

 

En materia de obras públicas, las catástrofes dejan en evidencia las falencias estructurales que tienen las regiones. Y desde ese punto de vista, hay un tema tremendamente delicado que quedó en evidencia en la Región de Tarapacá que es el acceso a Alto Hospicio - Iquique.

 

Son más de 100.000 personas las que viven hoy en Alto Hospicio. Un porcentaje muy alto trabaja, por lo que reponer esa vía es urgente. Desde el punto de vista estructural es fundamental el 2° acceso a Alto Hospicio. Quiero manifestarle al Ministro de Obras Públicas que la licitación tiene varios tramos en el 2° acceso. Se adjudicó el 1° y 2° tramo y se acaba de declarar desierto el 3°, que es el más importante. Quisiera saber ¿por qué se declaró desierto? Porque los 2 primeros no tienen sentido adjudicarlos si no se hace el tercero.

 

Dentro de los daños estructurales, otra de las grandes falencias de la Región de Tarapacá tiene que ver con lo sanitario. Se vio seriamente afectado el hospital de Iquique, por lo que se tuvo que actuar con el hospital modular de emergencia del Ejército. Pero el gran tema pendiente es el hospital de Alto Hospicio. Sus obras estaban adjudicadas, la Contraloría hizo observaciones, pero hace dos meses que no se contestan.

 

Imprimir