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REPÚBLICA DE CHILE
DIARIO DE SESIONES DEL SENADO
PUBLICACIÓN OFICIAL
LEGISLATURA 354ª
Sesión 51ª, en martes 12 de septiembre de 2006
Especial
(De 15:45 a 16:21)
PRESIDENCIA DEL SEÑOR EDUARDO FREI RUIZ-TAGLE, PRESIDENTE
SECRETARIO, EL SEÑOR CARLOS HOFFMANN CONTRERAS, TITULAR
____________________
VERSIÓN TAQUIGRÁFICA
I. ASISTENCIA
Asistieron los señores:
--Allamand Zavala, Andrés
--Alvear Valenzuela, Soledad
--Arancibia Reyes, Jorge
--Ávila Contreras, Nelson
--Bianchi Chelech, Carlos
--Cantero Ojeda, Carlos
--Chadwick Piñera, Andrés
--Coloma Correa, Juan Antonio
--Espina Otero, Alberto
--Flores Labra, Fernando
--Frei Ruiz-Tagle, Eduardo
--García Ruminot, José
--Gazmuri Mujica, Jaime
--Girardi Lavín, Guido
--Gómez Urrutia, José Antonio
--Horvath Kiss, Antonio
--Kuschel Silva, Carlos
--Larraín Fernández, Hernán
--Letelier Morel, Juan Pablo
--Longueira Montes, Pablo
--Matthei Fornet, Evelyn
--Muñoz Aburto, Pedro
--Muñoz Barra, Roberto
--Naranjo Ortiz, Jaime
--Navarro Brain, Alejandro
--Novoa Vásquez, Jovino
--Núñez Muñoz, Ricardo
--Ominami Pascual, Carlos
--Orpis Bouchón, Jaime
--Pérez Varela, Victor
--Pizarro Soto, Jorge
--Prokurica Prokurica, Baldo
--Romero Pizarro, Sergio
--Ruiz-Esquide Jara, Mariano
--Sabag Castillo, Hosaín
--Vásquez Úbeda, Guillermo
--Zaldívar Larraín, Adolfo
Concurrieron, además, los señores Ministros del Interior subrogante, señor Felipe Harboe Bascuñán, Secretaria General de la Presidencia, señora Paulina Veloso Valenzuela y de Justicia, señor Isidro Solís Palma.
Actuó de Secretario el señor Carlos Hoffmann Contreras, y de Prosecretario, el señor José Luis Alliende Leiva.
II. APERTURA DE LA SESIÓN
--Se abrió la sesión a las 15:45, en presencia de 20 señores Senadores.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- En el nombre de Dios, se abre la sesión.
III. ORDEN DEL DÍA



DESIGNACIÓN DE SEÑOR JUAN ARAYA ELIZALDE
COMO MINISTRO DE CORTE SUPREMA


El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- Corresponde ocuparse en la solicitud de la Presidenta de la República para designar como Ministro de la Excelentísima Corte Suprema al señor Juan Araya Elizalde, con informe de la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento.
S 899-05
--Los antecedentes sobre el oficio (S 899-05) figuran en el Diario de Sesiones que se indica:
Se da cuenta en sesión 48ª, en 5 de septiembre de 2006.
Informe:
Constitución, sesión 50ª, en 6 de septiembre de 2006.

El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- Tiene la palabra el señor Secretario.

El señor HOFFMANN (Secretario).- La Comisión analizó los antecedentes y recibió en audiencia al magistrado señor Araya, oportunidad en que éste respondió una serie de consultas formuladas por los integrantes del órgano técnico, Senadores señora Alvear y señores Chadwick, Espina, Gómez y Muñoz Aburto, quienes, por unanimidad, informan a la Sala que en la designación en trámite se han cumplido los requisitos y formalidades previstos por el ordenamiento jurídico.
Cabe recordar que, de conformidad con lo preceptuado en el número 9) del artículo 53 y en el artículo 78 de la Constitución Política, esta Corporación debe dar su aprobación con el voto conforme de los dos tercios de sus miembros en ejercicio, esto es, de 25 señores Senadores.


El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Gómez.

El señor GÓMEZ.- Señor Presidente, como se ha dado a conocer, la Comisión recibió al Ministro de la Corte de Apelaciones señor Juan Araya Elizalde, quien fue propuesto para ser designado en la vacante provocada por la renuncia del señor Domingo Yurac Soto.
Se formuló una serie de consultas y el magistrado proporcionó antecedentes de su carrera en el Poder Judicial y de los distintos cargos que ha ocupado.
Con relación a la organización de ese Poder del Estado, destacó las modernizaciones producidas en el último período, enfatizando que, desde su perspectiva, lo más urgente es aproximarlo a la ciudadanía.
Se refirió también al tema de la seguridad ciudadana, respecto al cual resaltó la necesidad de focalizar los recursos y las medidas en el aspecto preventivo y, sobre todo, en las posibilidades de rehabilitación y reinserción de los delincuentes, antes que sólo en la fase represiva y disuasiva.
Luego de responder el Ministro señor Araya diversas preguntas de los Senadores señora Alvear y señores Chadwick, Espina, Muñoz Aburto y Romero -quien también asistió-, el órgano técnico revisó todos los antecedentes y constató que el procedimiento se había ajustado a las prescripciones sobre designación de ministros de la Corte Suprema, cumpliéndose los requisitos exigidos por la normativa aplicable.
En virtud de las consideraciones expuestas, la Comisión, por la unanimidad de sus miembros, Honorables señora Alvear y señores Chadwick, Espina, Muñoz Aburto y quien habla, tiene el honor de informar que en la proposición para nombrar al señor Juan Araya Elizalde como Ministro de la Corte Suprema se han cumplido los requisitos, formalidades y procedimientos previstos por el ordenamiento jurídico vigente.
He dicho.

El señor PIZARRO.- ¿Me permite una consulta, señor Presidente?

El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- Sí, Su Señoría.

El señor PIZARRO.- De acuerdo con la última parte del informe, a la cual hizo referencia el señor Presidente de la Comisión, debemos entender que lo que se hace, en el fondo, es certificar que el postulante cumple con los requisitos formales, pero que no se emite una opinión respecto de su calidad ni de la propuesta de la Presidenta de la República.
Es decir, más allá de conocer los integrantes de la Comisión determinadas apreciaciones o de formular algunas consultas, no se llega a emitir un juicio de valor.
El señor GÓMEZ.- Así es, señor Presidente. En el texto se incluyen el contenido de las distintas conversaciones y análisis, y un parecer que se ciñe al tenor de los preceptos constitucionales pertinentes. No es un juicio de valor.

El señor OMINAMI.- Pido la palabra.

El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- Puede hacer uso de ella, señor Senador.

El señor OMINAMI.- Señor Presidente, sin ánimo de generar un debate, entiendo que, si existe alguna objeción de fondo importante respecto de una persona, el momento para hacerla presente es la audiencia a la cual ella es invitada.
Porque, si no, se trataría de una conversación puramente formal para revisar los antecedentes y chequear si los papeles están en orden.
Francamente, no percibo cuál puede ser otra justificación para convocar a alguien. Creo que debe mediar algo más sustantivo.

El señor ESPINA.- ¿Me permite, señor Presidente?

El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Espina.

El señor ESPINA.- Señor Presidente, lo expresado por el Senador señor Ominami es importante, porque antes no se realizaban estas audiencias. Hace unos años, la Comisión acogió la idea de que los candidatos a ministro de la Corte Suprema fueran invitados para los efectos de participar en una conversación y responder las consultas de los señores Senadores con relación a sus atributos, trayectoria, calificaciones y puntos de vista.
La única limitante, obvia, es que no emitan pronunciamientos que el día de mañana puedan inhabilitarlos para conocer de algún juicio. Y eso le corresponde calificarlo al Presidente de la Comisión, de acuerdo con el Reglamento.
Las dos personas respecto a las cuales ha de pronunciarse ahora el Senado intervinieron en un largo intercambio de criterios sobre aspectos de Derecho y otros de relevancia, explicaron su posición, en fin.
Lo ideal es que a esas sesiones asistan más Senadores, porque, a pesar de que media una notificación pública, sólo van cinco o seis. Por lo tanto, probablemente existen muchas consultas que otros pueden formular.
De lo que acabamos de imponernos es del informe del señor Presidente de la Comisión de Constitución. No fue una reunión de carácter formal. Se hicieron preguntas de la más variada gama y se abordaron distintos temas. Y se podrá coincidir o no al respecto, pero el objetivo de la audiencia fue el expuesto por el Honorable señor Ominami.
Y sería muy bueno que en el futuro concurriera mayor número de Senadores -repito- para que pudiesen enterarse exactamente del pensamiento de los candidatos a ministro de la Corte Suprema.
Recuerdo que la integración del Directorio de Televisión Nacional dio lugar a un debate extraordinariamente enriquecedor, con planteamientos muy claros. Pero ello también permite conocer a la persona que nombra esta Corporación.
Por consiguiente, el que he señalado fue el objetivo de la sesión de la Comisión. Y puedo decir que las celebradas durante el año en curso han cumplido plenamente tal finalidad.

El señor LARRAÍN.- Pido la palabra.

El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- La tiene, Su Señoría.

El señor LARRAÍN.- Señor Presidente, sólo deseo reafirmar el sentido de esas reuniones.
Hace poco más de dos años establecimos el mecanismo como precedente obligatorio para todos los nombramientos, en el entendido de que la decisión se radica única y exclusivamente en el Senado, de manera que las Comisiones no deben pronunciarse sobre si recomiendan o no una designación, por la naturaleza privativa de la atribución de la Sala.
Pero, adicionalmente, no se trataba sólo de consignar -como se concluye en el informe- el cumplimiento de los requisitos exigidos, sino que también era y es la oportunidad de los Senadores para preguntar a la persona nominada sobre distintos aspectos de fondo.
Sí encuentro que el informe no recoge, probablemente, todas las expresiones del candidato. Por lo menos, acabo de efectuar una revisión, pues no pude participar en las reuniones respectivas. Considero bueno que figuren dichas opiniones.
Me ha tocado intervenir en muchos de esos encuentros. Y creo que es la oportunidad para conocer los criterios fundamentales de los posibles ministros de la Corte Suprema respecto, por ejemplo, de lo que está ocurriendo en el ámbito de la reforma procesal penal; de la aplicación de la normativa, en términos generales; de la interpretación de la ley: extensiva o restrictiva; de distintos tipos de nombramientos internos; del funcionamiento del Congreso, con relación al Poder Judicial, en fin.
En cuanto al Banco Central, resulta extremadamente importante saber cuál es la visión macroeconómica sobre la política cambiaria; sobre el control de la inflación. Es decir, se trata de conocer más aspectos que puedan ayudar a tomar una decisión.
Ojalá todos pudiéramos participar en esas reuniones. Pero los informes deberían entregar antecedentes más completos para resolver con fundamento serio acerca de determinada posición.
Estimo que podemos ir avanzando y progresando. En tal sentido, ya se ha dado un paso muy significativo.
En el caso de los nombramientos de ministros de la Corte Suprema, recuerdo haber recibido, en su minuto, la inquietud del Máximo Tribunal, que no era partidario del procedimiento de que se trata. Sin embargo, nosotros no enviamos una citación, sino una invitación. Los candidatos podrían no venir. No tenemos ninguna atribución para obligarlos. Pero me parece que configura un paso indispensable, que debemos ir validando y mejorando, hasta llegar al punto de su verdadera utilidad.
De todas maneras, lo que tenemos que hacer es progresar en este camino y no volver atrás.

El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- Tiene la palabra la Honorable señora Alvear.

La señora ALVEAR.- Señor Presidente, seré muy breve, porque lo general ya fue expuesto por los señores Senadores que me antecedieron en el uso de la palabra.
Efectivamente, la Comisión de Constitución invitó a las dos personas nominadas por la Presidenta de la República para integrar la Corte Suprema, en una propuesta sujeta a ratificación, ocasión en la que, además, se les hizo un conjunto de preguntas.
Quizás, lo que se debería fortalecer es el informe, que en esta ocasión expresa que "el magistrado señor Araya dio respuesta a diversas consultas formuladas por los miembros de la Comisión.". Y esas preguntas fueron bastante importantes, al igual que las respuestas entregadas.
Por lo tanto, el texto debería ser presentado a la Sala con los antecedentes que entreguen los candidatos -a quienes los miembros del dicho órgano técnico tuvimos ahora la oportunidad de escuchar-, porque son materias extraordinariamente pertinentes respecto del Poder Judicial mismo, su composición y funcionamiento, las reformas del sistema, etcétera.
Por último, debo señalar que no es posible que la Comisión entregue ni la aprobación ni una recomendación respecto de los nominados, sino tan sólo que constate los hechos formales y sostenga un diálogo, al que los ministros responden con bastante acuciosidad.

El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- En votación la designación del magistrado señor Juan Araya Elizalde como Ministro de la Excelentísima Corte Suprema.
--(Durante la votación).

El señor NARANJO.- Señor Presidente, entiendo que una proposición de esta índole es una atribución exclusiva de la Primera Mandataria, y, por cierto, también lo es de la Sala, como Corporación, la de decidir si la acoge o no.
En ese sentido, deseo fundamentar en dos direcciones mi voto.
En primer lugar -y lo que diré vale tanto para el juez Araya como para el abogado integrante Raúl Valdés-, lo que me lleva a no compartir las designaciones es mi legítima disconformidad con la visión del Derecho que los dos candidatos mantienen en determinados campos doctrinarios. Creo que el Máximo Tribunal debería expresar en ese ámbito otras visiones que hoy día no son acogidas.
De la misma manera -y lo que voy a señalar no tendría que sorprender a nadie-, discrepo enérgicamente de la forma como se están llevando a cabo estas nominaciones, porque, a la larga, son fruto de acuerdos políticos y no estamos constituyendo la Corte Suprema de excelencia que quisiéramos.
En seguida, en las últimas nominaciones se está transformando en una cosa habitual el fuerte lobby que se realiza a partir del momento en que se forma la cinquena. En este caso particular -y a pesar de que se pueden mostrar pruebas que luego se sostiene que no son tales- se ha usado el correo electrónico y se han formulado solicitudes de entrevista. A mi juicio, se está llegando a una situación límite.
Y lo digo porque con fecha 25 de agosto los propios integrantes del Máximo Tribunal manifestaron su opinión contraria a ser incorporados en el proyecto de ley que regula el lobby, pues, según ellos, es algo que afectaría su independencia jurisdiccional.
¿En qué quedamos, señor Presidente?
La Corte Suprema sostiene, en forma clara, que el lobby daña ese último aspecto. Entonces, sería importante, a lo mejor, que hiciera ver a sus miembros lo inconveniente o poco conducente de tal acción, porque creo que ésta atenta contra la autonomía que debe asistir a un Poder del Estado.
Estoy seguro de que lo que me ocurrió les sucedió también a muchos de los presentes en la Sala, con la diferencia de que algunos lo decimos y otros lo callan.
Por eso, porque no comparto la visión del Derecho, en aspectos doctrinales, de ambos postulantes y porque de alguna forma quiero expresar mi malestar, mi incomodidad y mi molestia por el lobby que se está haciendo en esta materia, rechazaré las dos nominaciones.
Voto en contra.

El señor NAVARRO.- Señor Presidente, el Senado está llamado a ejercer hoy una facultad que le otorga la Carta y que es irrenunciable.
Sin duda, podemos discutir respecto de la conveniencia o no de que un Poder del Estado tenga capacidad de decisión sobre otro. Ése es un debate de carácter constitucional. Y creo que no habrá oportunidad de hacerlo.
En esta oportunidad estamos llamados a responder, favorable o negativamente, la propuesta de la Presidenta de la República para cubrir cupos vacantes en la Corte Suprema, que debe funcionar con la totalidad de sus integrantes para hacer una tarea eficiente.
La cinquena incluía un nombre que deseo destacar, a pesar de que no será objeto de votación: el de don Lenin Lillo Hunzinker, quien, por motivos de edad, aparecía en primer lugar.
Los ministros se desempeñan hasta los 75 años. Don Lenin Lillo, a quien conozco desde hace mucho tiempo, tiene 74.
El Ejecutivo ha preferido otro candidato.
Creo que tal limitante ha sido un buen tema con relación a la Corte Suprema, pero no respecto del Senado de la República. En tal sentido, se podría señalar que es una desventaja clara, no justa, discriminadora, la de que un Poder del Estado tenga ventaja sobre otro en cuanto a sobrepasar los límites de edad.
Y lo hago presente porque don Lenin Lillo tenía méritos, pero, en atención a ese otro factor, no fue nominado.
Soy partidario de la inclusión en el proyecto de ley que regula el lobby -que en mi calidad de Diputado presenté y trabajé durante mucho tiempo- de los tres Poderes del Estado. No parece admisible que uno de ellos quede fuera. Hemos dicho que el Judicial debe ser parte del lobby y que éste tiene que ser objeto de regulación, porque dicha práctica existe y ya está instalada en el Ejecutivo, en el Legislativo y también en el Judicial.
Espero que podamos revisar aquello y dar curso a ese debate, que también es de carácter político.
La trayectoria y los méritos del magistrado señor Juan Araya no están en duda.
He discrepado de algunos fallos en relación con temas específicos. Pero, al momento de votar, no se puede pensar en elegir a Ministros obsecuentes que siempre hayan fallado a favor de lo que uno piensa.
Siento que tales sentencias, que muchos Senadores socialistas no compartimos ni compartiremos, fueron parte de un proceso propio de la facultad de los jueces de decidir y de tomar posición. En ese caso no lo compartimos -hoy día no lo seguimos compartiendo-, no obstante lo cual ello no puede significar el rechazo a una nominación que creemos justa, por méritos y trayectoria.
No es la idea cuestionar las resoluciones de los jueces, sino observar los méritos propuestos en relación con la función que deben ejercer.
Por estas razones, voto a favor.

El señor PIZARRO.- Señor Presidente, recientemente consulté sobre el sentido del informe de la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento, y me quedó claro que no hace sino recoger algunas opiniones en ella planteadas.
Sin duda, como han dicho algunos Honorables colegas, el procedimiento se debe mejorar, porque ninguno de los dos informes que he leído hace honor a los currículum que tienen el magistrado y el abogado integrante propuestos por la Presidenta de la República.
Yo no he sido objeto de lobby por parte de nadie, ni mucho menos de llamados telefónicos. Sin embargo, quiero dejar constancia de que no respaldaré la proposición del Ejecutivo en ninguno de los dos casos, no porque tenga algo en contra de los nominados por la Primera Mandataria para ser aprobados o rechazados por el Senado, sino porque no estoy de acuerdo con la negociación que significó el proceso de designación.
Como la única forma que tengo para manifestar mi protesta frente a la manera como se negoció por parte del señor Ministro de Justicia es mediante el voto, rechazo la proposición.

El señor VÁSQUEZ.- Señor Presidente, sin duda alguna, cada Senador tiene la capacidad, el mérito y las condiciones para expresar la razón de sus votos.
En primer lugar, solo deseo manifestar que esta designación obedece al arte de lo posible. Por lo tanto, desde mi perspectiva y respetando todas las opiniones, no podemos castigar a determinado magistrado por estimarse que el procedimiento utilizado por otra autoridad no fue el adecuado.
Me parece necesario señalarlo así, con el fin de que no quede la sensación en la opinión pública, que se informa a través de los medios de comunicación aquí presentes, de que el magistrado señor Araya o el abogado integrante propuesto entraron en un mecanismo que no correspondería a la ética que debe tener todo juez.
En segundo término, en relación con la doctrina de los magistrados, me gustaría mucho haber escuchado -para saber si concordaba o no con la opinión del Honorable señor Naranjo- cuál es la objeción doctrinaria que existe. Porque en doctrina jurídica hay tantas escuelas y formas de enfrentar el Derecho -desde el Derecho Natural hasta la concepción materialista-, que sería útil incluso llegar a debatir si éste es un punto importante o no para la designación de los Ministros del Máximo Tribunal.
Por el contrario, me parece que lo ideal es que ojalá todas las escuelas se expresen en los tribunales y que reconozcamos a cada magistrado el derecho de tener una posición frente a los problemas de la vida de acuerdo con su recta conciencia.
Voto a favor.

El señor HOFFMANN (Secretario).- ¿Algún señor Senador no ha emitido su voto?

El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- Terminada la votación.

--Se aprueba la proposición de Su Excelencia la Presidenta de la República para nombrar como Ministro de la Corte Suprema al señor Juan Araya Elizalde (35 votos a favor y 2 en contra).
Votaron por la afirmativa los señores Allamand, Alvear, Arancibia, Ávila, Bianchi, Cantero, Chadwick, Coloma, Espina, Flores, Frei (don Eduardo), García, Gazmuri, Girardi, Gómez, Horvath, Kuschel, Larraín, Letelier, Longueira, Matthei, Muñoz Aburto, Muñoz Barra, Navarro, Novoa, Núñez, Ominami, Orpis, Pérez Varela, Prokurica, Romero, Ruiz-Esquide, Sabag, Vásquez, Zaldívar (don Adolfo)
Votaron por la negativa los señores Naranjo y Pizarro.




DESIGNACIÓN DE SEÑOR RAÚL VALDÉS ALDUNATE
COMO MINISTRO DE CORTE SUPREMA


El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- Solicitud de Su Excelencia la Presidenta de la República para designar como Ministro de la Excelentísima Corte Suprema al magistrado señor Raúl Patricio Valdés Aldunate, con informe de la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento.
--Los antecedentes sobre el oficio (S 900-05) figuran en el Diario de Sesiones que se indica:
Se da cuenta en sesión 48ª, en 5 de septiembre de 2006.
Informe:
Constitución, sesión 50ª, en 6 de septiembre de 2006.

El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- Tiene la palabra el señor Secretario.

El señor HOFFMANN (Secretario).- La Comisión consideró todos los antecedentes relativos a la solicitud de la Primera Mandataria y recibió en audiencia al magistrado señor Raúl Valdés Aldunate, ocasión en la que éste respondió a las consultas efectuadas por los miembros de ella.
La unanimidad de dicho órgano, conformada por la Senadora señora Alvear y los Honorables señores Espina, Gómez, Larraín y Muñoz Aburto, informa a la Sala que en la designación en trámite se ha dado cumplimiento a los requisitos y formalidades previstos por nuestro ordenamiento jurídico.
Cabe recordar que, de conformidad con lo preceptuado en el número 9) del artículo 53 y en el artículo 78 de la Constitución Política, el Senado debe dar su aprobación a la designación del señor Patricio Valdés como Ministro de la Corte Suprema con el voto conforme de los dos tercios de sus miembros en ejercicio, esto es, veinticinco señores Senadores.


El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Gómez.

El señor GÓMEZ.- Señor Presidente, los señores Senadores tienen el informe de la Comisión en sus respectivos escritorios.
Dicho documento señala claramente qué se discutió y conversó en la Comisión; que fue firmado por sus miembros, y que, por lo tanto, todos ellos lo conocen. Si hay observaciones o no, es un asunto que puede ser debatido con posterioridad.
Además, deseo señalar que en la discusión interna no es que hubiera unanimidad en torno de la propuesta del Ejecutivo, sino que simplemente se invitó a todos a escuchar al señor Ministro. En este caso, asistió el Senador señor Romero.
El candidato es un abogado que puede ser miembro de la Corte Suprema.
A las audiencias están invitados todos los Senadores, por ser públicas y tener por objeto conocer las opiniones de los postulantes.
Por lo tanto, informo que se ha dado cumplimiento a los requisitos, formalidades y procedimientos previstos por el ordenamiento jurídico vigente.

El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- En votación.
--(Durante la votación).

El señor NARANJO.- Señor Presidente, sólo deseo dejar una constancia.
El informe -lo digo con mucho respeto- expresa lo siguiente: "A continuación, el señor Valdés se refirió a algunos aspectos de su vida personal y familiar, así como a su trayectoria y experiencia profesional".
Con todo respeto hacia quienes integran la Comisión aludida, creo que habría que revisar estos informes, pues parece absurdo que el postulante se refiera a aspectos de su vida personal y familiar, cuando lo que aquí se está debatiendo es si tiene o no méritos para formar parte de la Corte Suprema.
Voto en contra.

El señor ROMERO.- Señor Presidente, efectivamente, tuve interés en participar en las audiencias tanto del Ministro señor Araya como del abogado integrante señor Valdés. Y allí hubo una relación y un intercambio de puntos de vista que no dijeron relación, precisamente, ni a la familia ni a la vida de ninguno de los dos, sino más bien a las posiciones que ellos sustentan frente a temas muy de fondo de la justicia chilena.
En particular, fue del mayor interés escuchar la opinión independiente de alguien que no pertenece al Poder Judicial, como es el postulante cuyo nombramiento estamos votando ahora -con gran experiencia como abogado integrante durante muchos años-, respecto a las debilidades y fortalezas de nuestra judicatura.
Desde esa perspectiva, deseo rescatar lo planteado ahora en el sentido de que éste es un procedimiento en el cual participan los tres Poderes del Estado: el Judicial hace una quina y el Presidente de la República escoge a una persona dentro de ella y formula la proposición correspondiente al Senado.
A mí me parece desdoroso que aquí se emitan juicios y prejuicios acerca de personas por el solo hecho de haber concurrido a una audiencia a la cual no asistieron quienes levantan las críticas, que en definitiva significan enrostrarles algo en que ellos tampoco han incurrido, como es referirse a temas no atingentes a la materia que hoy se somete a la decisión del Senado.
Me quedo con la calidad de las expresiones y de los pronunciamientos formulados en la audiencia respectiva. Y creo que el mecanismo que se empleó -que hoy ejercemos legítimamente y que consagra la Carta Fundamental- ha demostrado ser mucho más independiente que otros donde el Poder Judicial se encontraba sometido al simple arbitrio de la decisión del Ejecutivo.
Voto a favor.

El señor HOFFMANN (Secretario).- ¿Algún señor Senador no ha emitido su voto?

El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- Terminada la votación.

--Se aprueba la proposición de Su Excelencia la Presidenta de la República para nombrar como Ministro de la Corte Suprema al señor Raúl Patricio Valdés Aldunate (35 votos contra 2).
Votaron por la afirmativa los señores Allamand, Alvear, Arancibia, Ávila, Bianchi, Cantero, Chadwick, Coloma, Espina, Flores, Frei (don Eduardo), García, Gazmuri, Girardi, Gómez, Horvath, Kuschel, Larraín, Letelier, Longueira, Matthei, Muñoz Aburto, Muñoz Barra, Navarro, Novoa, Núñez, Ominami, Orpis, Pérez Varela, Prokurica, Romero, Ruiz-Esquide, Sabag, Vásquez y Zaldívar (don Adolfo).

Votaron por la negativa los señores Naranjo y Pizarro.

El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- Tiene la palabra la señora Ministra.

La señora BARAONA (Ministra de Justicia subrogante).- Señor Presidente, por su intermedio y en nombre de la Presidenta de la República, agradezco a las señoras y señores Senadores el apoyo entregado a la propuesta presidencial.
Felicito a los recién nombrados Ministros de la Corte Suprema, señores Juan Araya y Patricio Valdés, y les deseo el mejor de los éxitos.

El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- Se levanta la sesión.
--Se levantó a las 16:21.
Manuel Ocaña Vergara,
Jefe de la Redacción