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REPÚBLICA DE CHILE
DIARIO DE SESIONES DEL SENADO
PUBLICACIÓN OFICIAL
LEGISLATURA 354ª
Sesión 35ª, en miércoles 19 de julio de 2006
Especial
(De 12:19 a 14:13)
PRESIDENCIA DE LOS SEÑORES EDUARDO FREI RUIZ-TAGLE, PRESIDENTE,
Y JAIME NARANJO ORTIZ, VICEPRESIDENTE
SECRETARIO, EL SEÑOR CARLOS HOFFMANN CONTRERAS, TITULAR
____________________
VERSIÓN TAQUIGRÁFICA
I. ASISTENCIA
Asistieron los señores:
--Allamand Zavala, Andrés
--Alvear Valenzuela, Soledad
--Arancibia Reyes, Jorge
--Bianchi Chelech, Carlos
--Cantero Ojeda, Carlos
--Chadwick Piñera, Andrés
--Coloma Correa, Juan Antonio
--Espina Otero, Alberto
--Flores Labra, Fernando
--Frei Ruiz-Tagle, Eduardo
--García Ruminot, José
--Gazmuri Mujica, Jaime
--Girardi Lavín, Guido
--Gómez Urrutia, José Antonio
--Horvath Kiss, Antonio
--Kuschel Silva, Carlos
--Larraín Fernández, Hernán
--Letelier Morel, Juan Pablo
--Longueira Montes, Pablo
--Matthei Fornet, Evelyn
--Muñoz Aburto, Pedro
--Naranjo Ortiz, Jaime
--Navarro Brain, Alejandro
--Novoa Vásquez, Jovino
--Núñez Muñoz, Ricardo
--Ominami Pascual, Carlos
--Orpis Bouchón, Jaime
--Pérez Varela, Victor
--Pizarro Soto, Jorge
--Prokurica Prokurica, Baldo
--Romero Pizarro, Sergio
--Ruiz-Esquide Jara, Mariano
--Sabag Castillo, Hosaín
--Vásquez Úbeda, Guillermo
--Zaldívar Larraín, Adolfo
Concurrieron, además, la señora Ministra de Planificación y Cooperación, doña Clarisa Hardy Raskovan, y los asesores señoras Alicia Leiva Brosios y Roxana Muñoz Marchant, y el señor Osvaldo Larrañaga Jiménez.
Actuó de Secretario el señor Carlos Hoffmann Contreras, y de Prosecretario, el señor José Luis Alliende Leiva.
II. APERTURA DE LA SESIÓN
--Se abrió la sesión a las 12:19, en presencia de 18 señores Senadores.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- En el nombre de Dios, se abre la sesión.
III. ORDEN DEL DÍA


FICHA CAS II COMO MECANISMO DE IDENTIFICACIÓN DE SECTORES MÁS CARENCIADOS
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- La presente sesión especial tiene por finalidad discutir acerca de la ficha CAS II como mecanismo de identificación de los sectores más carenciados del país.
Solicito la anuencia del Senado para que ingresen a la Sala los siguientes asesores de la señora Ministra de Planificación y Cooperación: doña Alicia Leiva, don Osvaldo Larrañaga y doña Roxana Muñoz.
--Se accede.
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El señor PIZARRO.- ¿Me permite, señor Presidente?

El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- Tiene la palabra Su Señoría.

El señor PIZARRO.- Señor Presidente, pido recabar el asentimiento del Senado para que la Comisión Mixta encargada de tratar el tema de la competencia desleal pueda sesionar simultáneamente con la Sala a partir de las 13.

El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- Si no hay opiniones en contrario, se accederá a lo solicitado.
--Así se acuerda.
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El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- Tiene la palabra la señora Ministra de Planificación y Cooperación.

La señora HARDY (Ministra de Planificación y Cooperación).- Señor Presidente, ante todo, agradezco la oportunidad de presentar en el Senado las modificaciones que estamos haciendo en uno de los instrumentos probablemente más decisivos en relación con el curso de las políticas sociales, por el significado que éstas revisten. Y es de tal envergadura el cambio, que puede significar incluso una redefinición de muchos de los programas y orientaciones vigentes.
Antes de referirme a las enmiendas del nuevo instrumento, que llamamos "Ficha de Protección Social", quiero explicar el motivo que nos llevó a ella, el cual tiene que ver con la prioridad que señaló la Presidenta de la República -y que incluso comprometió durante su campaña-: contar en el país con un sistema de protección social instalado el 2010.
A nuestro juicio, esta demanda no surge del sistema político, sino de la propia ciudadanía. Durante el proceso de democratización, y con los avances sociales, se ha constituido una ciudadanía cada vez más consciente de sus derechos y que los hace más exigibles, como hemos apreciado por lo demás en recientes movilizaciones. Eso es, probablemente, lo que origina el cambio más importante que está teniendo lugar en las políticas sociales: dejar de enfocarse en la satisfacción estricta de necesidades básicas para pasar a fundarse en derechos.
Éste es el motivo por el cual se pone en la agenda pública la protección social. Los requerimientos de esta última -voy a ser muy breve; en los documentos entregados a cada uno de los señores Senadores encontrarán bastante detallada tal información- se refieren a cinco grandes ejes que se han modificado en la sociedad chilena:
-Los nuevos tipos de pobreza y los fenómenos de rotación de ésta. La pobreza no es una circunstancia de la que se salga -o esté garantizado salir- de una vez y para siempre. Puede haber episodios distintos a lo largo del ciclo vital de una familia.
-Las transformaciones en los roles de género. Si bien la inserción laboral de las mujeres es de las más bajas en América Latina, ha estado creciendo velozmente. Y eso implica un cambio en los roles domésticos. Lo que antes se hacía en el ámbito privado hoy día no puede ser cubierto. Me refiero, en particular, a la atención de niños y de adultos mayores.
-Las modificaciones en los tipos de familia.
-El cambio en el perfil demográfico y la baja tasa de natalidad, acompañada del aumento en la esperanza de vida.
-El nuevo patrón migratorio que es posible advertir en los últimos censos, con la incorporación creciente de una población inmigrante, en su mayoría de los países vecinos.
Tales variaciones aluden al fenómeno de surgimiento de nuevos riesgos, los cuales no sólo afectan a la población extremadamente pobre o pobre, sino también a sectores no pobres que tienen vulnerabilidades.
El fundamento de la protección social nace de la constatación de que persistir en políticas estrictamente orientadas a la extrema pobreza puede convertirse en una opción regresiva debido a la presencia de algunos fenómenos que afectan a sectores no pobres vulnerables, debido a la inestabilidad o incertidumbre laboral y a los bajos ingresos, o a ambos.
Al respecto, sugiero a los señores Senadores examinar el cuadro Nº 13 del documento sobre protección social que tienen en sus carpetas.
¿A qué aludimos cuando hablamos de la vulnerabilidad que afecta a los sectores pobres y no pobres? El gráfico indicado muestra, por deciles, de acuerdo a la última encuesta CASEN, del año 2003, cómo se distribuyen los ingresos en el país, y cómo se reparte, simultáneamente, el gasto social.
Si se miran los primeros dos deciles, se advierte que en cuanto al gasto social y, por lo tanto, al impacto de las políticas sociales, en el caso del I, el 10 por ciento más pobre del país casi triplica sus entradas cuando al ingreso autónomo de los hogares se suman las transferencias monetarias directas en subsidios, salud y educación. Tales subsidios, entre otras cosas, son administrados por la Ficha CAS, que estamos analizando.
Al examinar el II, se descubre que prácticamente duplica. Y que entre los deciles quinto y séptimo, el aporte público empieza a descender en forma progresiva hasta convertirse en muy marginal.
Es importante destacar que quienes integran los siete primeros deciles, es decir, 70 por ciento de la población de Chile hoy día, tienen un ingreso inferior al promedio nacional, equivalente a la mitad de él. Y es en estos sectores, ubicados entre el tercer y séptimo deciles y que son de bajos ingresos, donde decrecen considerablemente las transferencias del sector público.
La relevancia de mostrar esas cifras radica en que un plan de protección social no puede quedar sólo concentrado en esos dos deciles -como ha ocurrido y de manera bien focalizada-, sino que existe la necesidad de otorgarle mayor cobertura, dados la distribución del ingreso y el decreciente impacto del gasto social en los deciles intermedios.
Sobre esa base, hay un compromiso del actual Gobierno en cuanto a establecer un nuevo sistema de protección social de aquí al 2010. Para ello, se entiende como "protección social" un conjunto de dispositivos destinados a servir de soporte frente al riesgo que amenaza el pleno ejercicio de los derechos. Y por eso está pensado desde los sectores de extrema pobreza, en forma creciente hacia los sectores no pobres vulnerables.
Ese sistema de protección social tendrá tres componentes. El primero es el Sistema de Protección Social Chile Solidario, destinado, de manera inicial, a la población extremadamente pobre y que de modo progresivo incorpora a personas y familias en estado de pobreza y vulnerabilidad. A partir de este año incluirá gente en situación de calle, familias con discapacitados y adultos mayores solos.
El segundo es el Sistema de Protección Integral de la Infancia. En este momento se halla constituido el Comité de la Infancia a fin de analizar el informe emanado del Consejo Asesor Presidencial para la Reforma de la Infancia y que apunta, en lo esencial, a garantizar la protección de todos los hijos de mujeres trabajadoras y de todos los niños y niñas del 40 por ciento de los hogares más pobres de la población. Contendrá también la protección de la maternidad y la compatibilización de la relación familia-trabajo.
El tercer componente lo constituye el Sistema de Protección Social del Trabajo, que consta de dos grandes vertientes: una, la protección social para trabajadores hombres y mujeres; y la otra se refiere a cuando éstos dejen la vida activa y tiene que ver con el futuro debate sobre la reforma de la previsión y del sistema de pensiones.
Para poder enfrentar los desafíos que plantean la nueva modalidad de protección social y sus componentes, el Ministerio de Planificación asume la responsabilidad de implementar cuatro de los instrumentos que van a permitir gestionar el sistema.
Uno es el que justifica esta sesión del Senado: la presentación de la Ficha de Protección Social, que reemplazará a la Ficha CAS.
El segundo se encuentra en elaboración: los mapas territoriales de vulnerabilidad. Estamos convencidos de que el problema de la protección no tiene que comprender sólo de las puertas de los hogares hacia adentro, que es lo que hace la protección social cuando uno la identifica a través de una ficha. Creemos que también debe existir una intervención en unidades territoriales deterioradas y la participación de la comunidad.
El tercero lo constituye la encuesta CASEN, que todos los señores Senadores conocen. La estamos adecuando para que dé cuenta de los mismos fenómenos que la Ficha de Protección Social.
Y el cuarto es la confección de un sistema integrado de información social, con el objeto de mantener en línea todos los datos relativos a las prestaciones sociales públicas para cada una de las personas incluidas en el sistema de protección social.
Lo expuesto implicará, seguramente, propuestas legislativas que es indispensable prever, entre las cuales cabe mencionar el resguardo de la confidencialidad de tal información.
Señor Presidente, éste es el marco de antecedentes que me pareció conveniente comentar antes de entrar al análisis del nuevo instrumento.
La Ficha de Protección Social, como su nombre indica, representa una ruptura respecto de la anterior, a la cual con el tiempo se le introdujeron dos modificaciones, pero mantuvo la concepción original. Y en la que ahora se estudia, la idea es establecer un cambio radical; un cambio de paradigma que la explica.
En el momento en que anunciamos la modificación de la Ficha CAS, el 8 de mayo, consideramos que la Ficha de Protección Social tenía que recoger los cambios que ha experimentado la pobreza en el país; identificar las distintas dimensiones que confluyen en la condición de pobreza y, básicamente, en las situaciones de vulnerabilidad, y ser pertinente para los efectos de proveer los programas que el sistema de protección social contempla y seguirá contemplando.
Los objetivos de la nueva Ficha son:
-Identificar y priorizar con mayor precisión a la población que va a ser sujeto de los beneficios sociales.
-Caracterizar de manera válida y confiable la condición socioeconómica de las familias y sus vulnerabilidades.
-Construir una o más medidas estandarizadas para caracterizar según el tipo de beneficio al que se quiera postular. Éste es un cambio relevante.
-Proveer información para dar respuestas pertinentes de protección social. Ésta es una modificación central. Si se logra identificar como uno de los sujetos a los niños y niñas, ése va a ser el único criterio para aplicar el Sistema de Protección Social de la Infancia.
-Permitir una selección más justa de los hogares beneficiados.
Una de las preguntas que nos han hecho permanentemente en las reuniones que hemos realizado en distintas organizaciones para discutir la nueva propuesta, dice relación a una sensación de injusticia, por considerar que la Ficha CAS no clasifica de manera correcta. En nuestra opinión, aquí el punto no es cuántos más ingresan, sino que, en justicia, se distribuya a quienes corresponda.
Y hay dos elementos adicionales, que surgen con mucha fuerza del análisis de la Ficha CAS, que hay que superar:
-Valorar el esfuerzo de las familias y no castigar su progreso. Es también un elemento preponderante, como se verá al examinar los componentes.
-Incentivar buenas prácticas y conductas preventivas. Lo veremos, igualmente, al abordar el contenido del instrumento.
Lo que varía la concepción central es que mientras la Ficha CAS vigente se inspira en una noción de carencias y recoge un concepto estático de la pobreza -porque clasifica a los hogares y a las personas según sus ingresos presentes-, el cambio de la Ficha de Protección Social es que se inspira en la noción de necesidades y capacidades, recogiendo el concepto de vulnerabilidad. En consecuencia, es una concepción dinámica de la pobreza; tiene que ver con quienes la viven en el presente o con quienes corren el riesgo de caer en condiciones de pobreza aun si no la manifiestan en el momento de la medición de la Ficha. Esto permite identificar no sólo a grupos vulnerables, sino también a las personas que presentan determinados grados de vulnerabilidad y requieren ser protegidas socialmente. Nos referimos a los niños, adultos mayores, personas con discapacidad, mujeres jefas de hogar, adolescentes embarazadas, por mencionar algunos de ellos.
Es importante también señalar respecto al contenido de la Ficha de Protección Social, en relación con la anterior, que identificará universos de segmentos que deben ser socialmente protegidos, que hemos llamado "actores vulnerables": niños, personas con discapacidad, enfermos crónicos, adultos mayores, indígenas. Y va a priorizarlos socioeconómicamente.
La magnitud de la selección dependerá de las definiciones de políticas y programas de protección social que se establezcan, y sus coberturas variarán dependiendo de los grados crecientes de universalización que vayan teniendo. Un ejemplo concreto: hoy en día la PSU llega a más del 80 por ciento de los hogares.
El compromiso del sistema de protección a la infancia será de cargo fiscal y beneficiará a todos los hijos e hijas de madres trabajadoras del 40 por ciento de los hogares más pobres.
Las coberturas van a estar definidas por el ámbito de las políticas sociales, y el nuevo instrumento identificará a los universos que cubrirá, y los ordenará priorizando socioeconómicamente.
¿Cómo se detectará la vulnerabilidad con la nueva Ficha de Protección Social? Mediante tres tipos de variables: las relacionadas con recursos económicos; las relativas a necesidades, y las referentes a los riesgos.
Estamos haciendo un gran esfuerzo para que todas ellas puedan ser verificables y, por esa vía, reducir los elementos de subjetividad que actualmente presenta la Ficha CAS, como también el grado de discrecionalidad de quien la contesta o la subjetividad del encuestador.
Las variables relacionadas con recursos económicos, en términos gruesos, tienen que ver con los ingresos efectivos del hogar al momento de realizar la encuesta. Tanto o más importante que este factor es la capacidad para generar entradas en función de las aptitudes que exhiban las personas en edad de trabajar, que estén ocupadas o que, siendo inactivas o desocupadas, tengan la potencialidad de laborar.
En la Ficha CAS se consideraba como indicador de ingresos un elemento indirecto: la vivienda y el equipamiento del hogar. Y si bien constituye un factor de medición indirecta del ingreso, la verdad es que proporciona información equívoca. De ahí que el nuevo instrumento no va a contener ninguno de estos elementos, y el único dato relacionado con la vivienda que va a incluir, pero que no cuenta para la clasificación socioeconómica ni de recursos económicos, es el saneamiento, aspecto relacionado más bien con la protección social.
La nueva Ficha, con la finalidad de priorizar los subsidios habitacionales, y no de clasificar socioeconómicamente a la población, los únicos datos que va a incorporar son la tenencia de vivienda y factores de allegamiento. Por primera vez vamos a reconocer núcleos dentro de la familia y, por lo tanto, justificar la existencia de allegamiento y hacinamiento -tampoco lo revela la actual CAS-, que es la relación entre el tamaño de la familia y el número de habitaciones de la vivienda.
Las variables relativas a las necesidades están determinadas por el tamaño del grupo familiar; la estructura de edades de quienes la conforman -se entiende que la edad corrige el tamaño de la familia, pues no son iguales las necesidades de los niños, de los adultos y las de ellos respecto de los adultos mayores-, y la composición de la familia y los rasgos de sus miembros. Esto tiene que ver con la relación entre quienes perciben ingresos en el hogar y sus dependientes. Por lo tanto, los niveles de necesidades son distintos según el tamaño y la composición de una familia.
Las variables relativas a los riesgos se refieren a las características de los propios del hogar, y los que operan en el territorio.
Entre los riesgos individuales que se contemplan están los factores de salud, dependencia, discapacidad, pérdida del empleo, precariedad laboral. Y respecto de los del territorio, se han incorporado -también esto ha sido parte de lo que hemos recuperado en los diálogos con la gente, al consultarle sobre la ficha- las variables urbanas y rurales (la Ficha CAS tiene un claro sesgo urbano), y también se está estudiando la inclusión de factores vinculados con la situación regional. Esto va a cobrar relevancia cuando logremos equivalencias entre la situación de empleo y ocupación de los hogares en relación con las tasas de desocupación regionales.
De las principales modificaciones que trae la Ficha de Protección Social, con relación a la Ficha CAS, deseo destacar la estandarización del concepto de familia, que no existía, como el conjunto de personas que residen en la misma vivienda y comparten un presupuesto de alimentación común; información de salud -que tampoco contenía la actual-, básicamente relacionada con las dificultades de ejercer funciones básicas; identificación de la condición de embarazo, de enfermedades crónicas, consumo problemático de alcohol y drogas, y de trastornos psiquiátricos severos.
En lo que respecta al cálculo del puntaje, hasta ahora se tomaban en consideración ciertos bienes, como lavadora, refrigerador, calefón. El nuevo instrumento no contendrá información relativa a bienes durables ni a equipamiento del hogar.
La educación no será un elemento aislado, sino que estará incorporado como un conjunto de variables para determinar las capacidades generadoras de ingreso de los hogares y grados de vulnerabilidad en función de la capacidad educacional.
En lo que atañe a la vivienda, como se señaló, desaparece la materialidad de ella, importando solamente identificar el nivel de allegamiento, de hacinamiento y la tenencia de la casa.
También se incluyen preguntas que indagan sobre la calidad del empleo y el fenómeno de la precarización de éste, cuestión que no está considerada en la actualidad.
Asimismo, en su aplicación se tomarán en cuenta las diferencias regionales y el componente urbano o rural; se incluye a los indígenas, que no se hallaban considerados, al igual que las personas en situación de calle, que tampoco lo estaban; la recepción de subsidios y su monto, que sí consignaba la Ficha CAS, e información relacionada con la tenencia de la vivienda.
En cuanto al nuevo instrumento de medición, debo señalar que el ejemplar que se entregó a los señores Senadores es la segunda versión. La primera, que era el borrador presentado el 8 de mayo, sufrió modificaciones, fruto del proceso de consulta que hemos realizado en estos dos meses y fracción, que vamos a ver muy someramente.
Hay un primer módulo que contiene elementos convencionales de localización territorial, e incluye un elemento nuevo: las personas en situación de calle.
Un segundo módulo es el de identificación, que tiene que ver con todos los componentes de la familia. Y, a raíz del proceso de consulta, se decidió incorporar el factor nacionalidad. Cabe tener presente que el fenómeno de la inmigración en el país es una tendencia que está creciendo y, por ende, parece pertinente incluir este dato para efectos del sistema de protección social, dado que no estaba considerado.
En el módulo de salud, que es novedoso, se incorporan elementos que permiten identificar conductas preventivas, como el control del niño sano y del adulto mayor al día. Se trata de estimular hábitos de prevención. También se pregunta por embarazo, discapacidad, dependencia, problemas de alcohol y drogas, y trastornos psiquiátricos.
Tales variables, resaltadas en amarillo en el diagrama, han sido fruto de las reiteradas observaciones que hemos recibido a lo largo de la consulta a la gente en relación con la Ficha. En lo que respecta al módulo de educación, aparte de las variables que había anteriormente sobre nivel educacional alcanzado y la existencia de cursos de capacitación laboral, se introduce el nombre del establecimiento educacional como validador de la información que se proporciona.
Se sugirió incluir dicho factor porque no hay cómo verificar-salvo respecto de las personas que estudian en la actualidad- la información de estudios hacia atrás. Por lo tanto, el dato del nombre del establecimiento es un verificador en ausencia de otra certificación. También se agrega la opción de programas de nivelación de educación de adultos que se halla vigente.
En cuanto al módulo de la vivienda, debo reiterar que sólo se consulta sobre la tenencia y se incorporan -proposición formulada también durante las consultas- preguntas sobre saneamiento, básicamente porque éste es un indicador muy importante en el área rural más que en la urbana.
El módulo sobre la ocupación así como el de ingresos tienen un peso sustantivo en la nueva Ficha. Se refieren a las variables sobre recursos económicos, las cuales serán muy exhaustivas. Éstas dicen relación a la situación ocupacional, a la duración del desempleo, a las categorías ocupacionales, a la tenencia y tipo de contratos, a la existencia o no de cotización en el sistema previsional y a las razones de inactividad laboral. Este último punto tiene que ver con el incentivo a las buenas prácticas. Es decir, no se va a premiar la desocupación, salvo que se demuestre que ella es fruto del infortunio de no conseguir un empleo pese a hacer lo posible por encontrarlo. Por lo tanto, en el fondo, es al revés: no se va a favorecer la posibilidad de quedarse en calidad de desocupado a la espera de un subsidio que reemplace la búsqueda activa de un trabajo.
Asimismo, se agregará el nombre de las empresas o establecimientos como validadores, porque en el caso de los empleos informales será muy difícil verificar de otra manera.
En el ámbito de los ingresos laborales, se sustituyó la propuesta contenida en la ficha de 8 de mayo, referente a la ocupación principal y secundaria, y se va a consultar directamente por dos ocupaciones.
Del mismo modo, se perfeccionará la medición de ingresos informales y rurales. Una de las observaciones fuertes que hemos recibido, tiene que ver con el sesgo muy urbano de las preguntas sobre ingresos. Estamos estudiando la posibilidad de incorporar condiciones que midan mejor los ingresos de las actividades informales y rurales. Y en el pretest que se va a realizar sobre la Ficha de Protección Social, se evaluarán tres alternativas para seleccionar la pregunta más idónea.
Finalmente, para comparar lo que será el modelo de cálculo, se hace referencia al actual sistema de medición de la Ficha CAS. Si uno observa el diagrama, el puntaje que obtenía una familia era en función de cuatro categorías que se sumaban: vivienda (26 por ciento); educación (25 por ciento); ocupación (22 por ciento), e ingresos y patrimonio, que comprendía los enseres domésticos (27 por ciento).
¿Cuál es el nuevo modelo de cálculo que en este instante se halla en proceso de reflexión y de construcción?
Habrá un puntaje global y puntajes sectoriales, es decir -como se señaló anteriormente-, se trata de puntajes estandarizados de distinto tipo. El global tiene que ver con el ingreso a un sistema de protección integral y, los sectoriales, con la obtención de subsidios específicos o monetarios, de viviendas u otros, a solicitud del sector.
¿Cómo se está trabajando la idea del puntaje global? Se hará sobre la base de un cuociente que deberemos elaborar y que estará compuesto por lo que llamamos la capacidad generadora de ingresos, que corresponde a la sumatoria de los integrantes de la familia, y por los ingresos efectivos de ésta, que jugarán un papel menor.
Los ingresos varían en el tiempo, lo más permanente es la capacidad generadora de recursos. Ello tiene que ver con el patrimonio o el capital humano instalado en la familia. Los ingresos efectivos son un buen indicador en el minuto, pero pueden variar. Por eso, tendrán menor peso.
También estamos viendo la posibilidad -no tenemos certeza todavía- de registrar el único activo liquidable que nos pareció que podía servir: el vehículo de uso particular.
Ese conjunto de variables se halla dividido por el índice de necesidades. Y éste último está conformado por el tamaño y composición de la familia, así como por los rasgos de vulnerabilidad de sus miembros, determinados por edad y factores de dependencia.
Por cierto, ello se encuentra en una etapa de prueba y estamos recibiendo el apoyo de los equipos técnicos que me acompañan: Alicia Leiva, que dirige la División Social del Ministerio, y Osvaldo Larrañaga, quien nos ha estado asesorando en estas materias durante todo el proceso de confección de la Ficha de Protección Social y de la próxima encuesta CASEN.
¿Cómo estamos enfrentando la fase de pasar de la Ficha CAS a la nueva Ficha de Protección Social? El primer hito lo constituyó el 8 de mayo, cuando presentamos la primera propuesta de borrador, que fue entregada públicamente a la Asociación Chilena de Municipalidades y a todos los Parlamentarios. Asimismo, a partir de esa fecha, abrimos un proceso de consulta ciudadana sobre dicha propuesta, que finalizará el 8 de agosto del año en curso.
Más adelante mostraré una estadística acerca de cómo nos ha ido con la consulta sobre la nueva Ficha. Los señores Senadores han podido apreciar en los recuadros que exhibimos al lado de ésta ¿documento que tienen en sus manos y que corresponde a la segunda versión en borrador-, la incorporación de muchas de las sugerencias que nos han formulado.
En agosto y la primera quincena de septiembre, haremos el pretest en una muestra nacional de la Ficha que resulte de esta consulta con el objeto de validarla en terreno.
Durante todo septiembre y a partir del pretest, se capacitarán a los equipos técnicos municipales en el conocimiento, información y proceso de encuesta de la Ficha de Protección Social. Y en el transcurso de octubre, se van a capacitar 5 mil encuestadores en todas las comunas del país. Porque lo que se pretende es realizar una encuesta nacional en el más breve plazo posible, por la envergadura que ella representa. Estamos hablando de aproximadamente un millón 700 mil hogares -es decir, más de 6 millones de personas-, que serán encuestadas con la nueva Ficha. Dicho proceso se va a llevar a cabo entre noviembre de 2006 y abril de 2007 y será financiado enteramente con cargo fiscal. Todos los municipios están informados al respecto.
Entre el 8 de mayo y el 18 de julio del presente año, se han realizado consultas sobre la propuesta borrador en todas las Regiones del país. A muchas de ellas los señores Senadores han concurrido, y también han participado equipos municipales y organizaciones comunitarias, proceso que ha involucrado la asistencia de 4 mil 726 personas.
Por último, deseo darles a conocer el valor y el significado que representa la Ficha de Protección Social solamente en el otorgamiento de subsidios durante el 2006. En lo que respecta a pensión asistencial, subsidio único familiar, subsidio de agua potable y subsidios habitacionales, estamos hablando de alrededor de 500 mil millones de pesos asignados para tales efectos. ¡Ése es el significado e importancia de esa Ficha!
El haber entrado a una reformulación tan drástica nos obliga a realizar una revisión profunda de ella y también de los subsidios. Tal vez, esta materia requerirá de una ley. Los subsidios que se están distribuyendo cuentan con una normativa que no responde a las nuevas dinámicas sociales de la pobreza y de la realidad de los hogares. Por lo tanto, habrá que examinarla en profundidad. Buena parte de los programas sociales que quedarán amparados por el sistema de protección social que contempla la nueva Ficha, también van a necesitar modificaciones y, probablemente, el apoyo legislativo.
Por eso, me pareció de la mayor importancia hacer esta presentación hoy ante Sus Señorías.
Muchas gracias.

El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Ominami.

El señor OMINAMI.- Señor Presidente, considero muy importante efectuar un correcto seguimiento del esfuerzo que está realizando el Gobierno para dotar al país de un adecuado instrumento tendiente a priorizar y focalizar los recursos públicos.
En estas materias, es primordial tener presente que siempre hay que focalizar y priorizar, particularmente en un país como el nuestro, donde todavía existe un largo camino por recorrer en el ámbito de los desafíos sociales y de la protección social.
Celebro que esta Administración haga de la protección social el eje fundamental de su acción política; que -como dice la Presidenta- la protección social desde la infancia hasta la vejez sea la columna vertebral de las políticas públicas planteadas para el conjunto del período.
En tal sentido, es esencial contar con un instrumento que pueda dar cuenta de los nuevos desafíos sociales, de las nuevas formas que adopta la pobreza y de los nuevos desarrollos experimentados por el país.
También -pienso que en ello todos estaremos de acuerdo-, resulta esencial eliminar de estos instrumentos los elementos que operan finalmente como desincentivos al progreso de las familias. Todos hemos recogido la indignación que provoca en la ciudadanía la existencia de una Ficha donde el esfuerzo de una familia por tener piso cerámico en su casa o un conjunto muchas veces muy elemental de bienes durables, como el televisor, termina penalizando la entrega de subsidios.
Es muy importante lo que señaló la señora Ministra en el sentido de que se va a eliminar una cantidad de informaciones innecesarias, discriminatorias, dentro de las cuales está justamente todo lo que tiene que ver con saneamiento, confort y materialidad de la vivienda. Se trata de un progreso muy relevante.
Ello, por lo demás, fue objeto de discusión entre nosotros recientemente. Cuando debatimos el proyecto de ley sobre aumento de las pensiones más bajas y ampliación del otorgamiento de las pensiones asistenciales, justamente pusimos nuestra atención en las dificultades de la Ficha CAS, las injusticias que provoca y, en consecuencia, la necesidad de introducirle modificaciones.
Deseo valorar esta presentación e insistir para que el nuevo instrumento se halle disponible cuanto antes, de manera que esta importante cantidad de recursos que se asignan pueda focalizarse de la forma más justa posible.
Por otro lado, quiero hacer algunas consultas sobre aspectos que fueron planteados de manera quizá un poquito general y que requieren mayores precisiones.
Entiendo que un cambio importante de la Ficha CAS II es la idea de medir las condiciones socioeconómicas del grupo familiar. Y, desde ese punto de vista, estamos hablando de un instrumento con un universo distinto: la familia en sentido ampliado, que incluso podría ser más de una. En el fondo, se trata de medir las características socioeconómicas del grupo de personas que habita en una vivienda. Y en los sectores más pobres perfectamente puede ocurrir que se trate de más de un grupo familiar, por ejemplo, en condiciones de hacinamiento, con personas allegadas y que conviven en situación extremadamente precaria.
Esto es muy importante, porque a veces se daba el caso de una vivienda con una materialidad no tan mala pero donde habitaba un número muy grande de personas en condiciones de total hacinamiento.
Por tanto, el hecho de hacer del grupo familiar la unidad fundamental de medición me parece muy relevante. En tal sentido, me gustaría tener mayores precisiones.
Por ahí he leído también que este nuevo instrumento procurará tomar en consideración las diferencias de costo de vida que pueda haber en las Regiones. Este tema siempre preocupa en el Senado, pues, efectivamente, tales diferencias pueden ser muy importantes, según la Región de que se trate. Deseo, entonces, recibir información adicional sobre el punto.
Por último, aquí se presentó un cronograma. Pero sería interesante saber a partir de cuándo se podrán realizar las asignaciones de beneficios en virtud de la nueva Ficha de Protección Social.
He dicho.

El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- Para los efectos de repartir el tiempo disponible, los señores Senadores que deseen intervenir pueden inscribirse en la Mesa.
Tiene la palabra el Honorable señor García.

El señor GARCÍA.- Señor Presidente, deseamos que el esfuerzo que está realizando MIDEPLAN concluya con éxito. Y digo esto porque durante los últimos años han sido muchos los anuncios de modificación de la Ficha CAS; reemplazo de ella por la Ficha Familia, y ahora, sustitución de ésta por la de Protección Social.
Creo que hace falta que no castiguemos a las familias que con esfuerzo han educado a sus hijos y además, principalmente a través de la enseñanza para adultos, a los propios jefes de hogar; que no castiguemos a las familias cuando mejoran su vivienda; que no castiguemos a los mayores porque los hijos se van y queda un dormitorio desocupado; que no castiguemos, en definitiva, el hecho de que cada persona duerma en su cama. Porque, en mi concepto, se trata de derechos consustanciales a la dignidad del ser humano. Y tengo la firme convicción de que hasta ahora la Ficha CAS castigaba a todo aquel que iba obteniendo un progreso material o cultural, mediante la educación.
En tal sentido, me parece mejor que un elemento importante a medir sea el ingreso. Obviamente, también vamos a tener dificultades. Por ejemplo, en el momento de la encuesta es posible sorprender a una familia en el peak o en el punto más bajo de su ingreso. Y si eso la va a perseguir los próximos dos años, sin duda debe haber una fórmula que permita la actualización permanente del referido instrumento.
Ahora bien, la nueva Ficha está creando expectativas. Porque -digámoslo claramente-, hoy día muchas personas no acceden, por ejemplo, a la pensión asistencial; numerosas familias no reciben subsidio único familiar, y, por tanto, esperan que cuando se midan los ingresos se les dé acceso a las ayudas monetarias de ese tipo. Entonces, la expectativa es enorme y, por supuesto, siempre existirá una restricción presupuestaria para satisfacer a todos los que desean obtener tales beneficios.
Por otra parte, quiero plantear un sentimiento que he recogido reiteradamente en las municipalidades, por medio de los alcaldes: la preocupación acerca de quién asume el costo por la aplicación de la nueva Ficha.
Éste es un instrumento al que recurren todos los órganos del Estado (al menos, los que entregan algún beneficio). Lo hacen los Ministerios de Salud, de Vivienda y de Educación; las intendencias y las gobernaciones, en fin, para, por ejemplo, otorgar el subsidio de asignación familiar o la pensión asistencial. Y, según escuché a la señora Ministra, la aplicación de la encuesta va a ser de costo fiscal, lo que ya genera tranquilidad.
Sin embargo, pienso que también tiene que ser de costo fiscal el mantenimiento de la información. Es más: estimo que ésta no debe estar en manos de los municipios, sino en un organismo enteramente neutral -como una universidad-, a fin de impedir cualquier manipulación de la Ficha de Protección Social. Además, debemos evitar que, existiendo 340 municipios, haya 340 criterios distintos para aplicarla -unos son más rigurosos, y otros, no tanto-, pues ello puede provocar que se entreguen beneficios a personas menos pobres y no a gente más pobre.
Por eso, me gustaría mucho que la señora Ministra pudiera considerar que esta importante información social, que además debe estar revestida de cierta reserva y a la que van a acceder todas las instituciones públicas, fuera llevada por un organismo que dé garantías de seriedad, de imparcialidad, porque, desgraciadamente -digámoslo también-, sabemos que muchas veces con unas conversaciones más o con unas menos se logra alterar la verdadera situación socioeconómica de una familia y, por lo tanto, abrir o cerrar la puerta para determinado beneficio.
He dicho.

El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Kuschel.

El señor KUSCHEL.- Señor Presidente, quiero referirme a cinco puntos.
Primero, debo recordar que el mejor programa social es siempre el crecimiento.
En Chile, distintas universidades y expertos han determinado que el crecimiento permite que 80 por ciento de las personas salgan de la pobreza a través del empleo. El empleo es la herramienta que saca a la gente de la pobreza; y la que lo pierde cae en ella. Es la herramienta más eficaz, más eficiente y más digna para erradicar a la gente de la pobreza.
Tenemos que generar mecanismos más asequibles para que encuentren ocupación los jóvenes, las mujeres, y también, para que las personas mayores que, debiendo estar jubiladas, a veces pueden realizar un trabajo de menor peso, de menos dificultad.
Entonces, quiero insistir en que la principal herramienta para superar la pobreza -lamentablemente, nadie la ha mencionado aquí, en la Sala, donde estamos hablando de temas sociales- es el empleo.
En segundo término, deseo solicitar que el nuevo esquema no sea tan centralista como los que hemos soportado hasta ahora.
En la Región Metropolitana, el porcentaje de cobertura es muy superior al de Regiones. En Santiago hay mayor proporción de pensiones asistenciales de ancianidad, de invalidez; de beneficios habitacionales; de pavimentación de calles; en fin, de programas de todo orden, que en otras Regiones del país, como la de Los Lagos, que represento en el Senado.
En tercer lugar, quiero consultar qué ocurre con la Ficha Familia aplicada el año pasado.
Por ejemplo, la Municipalidad de Ancud gastó gran cantidad de recursos. ¿Están perdidos? ¿Qué parte se puede recuperar? ¿En qué forma? ¿Cómo se distribuye el costo de la nueva Ficha?
Como señalaba el Senador señor García, la Ficha CAS II es de uso múltiple, para distintas reparticiones. Entonces, se pueden compartir perfectamente los costos, pero no volver a cargarlos a los municipios, que acaban de gastar una gran cantidad de recursos, de invertir tiempo de sus asistentes sociales, de su personal, en un instrumento que ya no va a servir. Y esto se acaba de hacer: el año 2005.
En seguida, deseo saber cómo se garantiza que esta ayuda social-asistencial no inhiba y haga perder valor o estímulo al esfuerzo de las familias, promoviendo buenas prácticas -como se decía- y conductas que eviten la dependencia social permanente.
En la Décima Región ya tenemos una agricultura social, una pesca social. Se trata de agricultores y pescadores que vivían libremente, pero ahora dependen casi en forma exclusiva de las ayudas sociales.
De otro lado, está el tema de las zonas aisladas.
Lamentablemente, a algunas islas de la Décima Región y a los valles cordilleranos no llegan las cajas pagadoras de beneficios sociales. El BancoEstado dice que llevar hasta esos lugares un grupo de carabineros, un grupo de vigilantes, es más caro que la plata que se distribuye. Creo que eso hay que rediseñarlo.
Finalmente, la ventana única asistencial: que las personas no se repitan los beneficios. Hay "profesionales" de la petición de ayuda social. Se debe tener una especie de registro único de beneficiarios.
He dicho.

El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- Tiene la palabra la Honorable señora Matthei.

La señora MATTHEI.- Señor Presidente, alrededor de 1980 se introdujo la Ficha CAS, y básicamente fue fruto de que en los comités de asistencia social -por eso se llama así-, que funcionaban a nivel comunal, se vio la necesidad de crear un instrumento único, estandarizado, que permitiera focalizar los programas sociales.
La referida Ficha, entonces, se empezó a ocupar por primera vez en Chile, de forma oficial, en 1980.
Como era algo del todo nuevo, que jamás se había aplicado en el país, requirió por cierto correcciones, las que se incorporaron en 1987, en la llamada "Ficha CAS 2". En 1998 se hicieron algunos cambios, menores, al método de cálculo del puntaje. Se supone que eso permitió mejorar la capacidad de identificación de la población más vulnerable.
Por ende, entre 1980, año en que nació el instrumento, y 2005 hubo un cambio relativamente grande (en 1987), y después, uno bastante menor (en 1998).
Sin embargo, en 2002 la División Social del Ministerio de Planificación y Cooperación inició una serie de estudios y análisis técnicos con relación al sistema de la Ficha CAS. Y de ahí surgió la Ficha Familia, que fue lanzada con bombos y platillos poquito antes de que empezáramos la carrera de la elección presidencial.
Como señalaron los señores Senadores que me antecedieron en el uso de la palabra, la Ficha Familia significó cientos de millones de pesos en capacitación de encuestadores y de equipos técnicos, y además, en hacerla.
Mucha de esa plata fue puesta por los municipios; algo colocó la Subsecretaría de Desarrollo Regional y Administrativo.
Por consiguiente, mi primera pregunta es: ¿ha habido algún tipo de evaluación de la Ficha Familia?
Recién se empieza a ejecutar; no conocemos ningún resultado. Pero tampoco sabemos por qué la van a cambiar. ¿Acaso estuvo mal hecho el trabajo de MIDEPLAN y de la Ministra Yasna Provoste? Recordemos que ella ahora es titular del Ministerio de Educación. Entonces, si hizo mal su pega en MIDEPLAN, ¿volverá a hacer mal la que le corresponde en Educación? ¿Qué faltó en la Ficha Familia? ¿Qué sobró? ¿De quién es la responsabilidad de haber lanzado algo que no sirve? ¿Fue sencillamente una medida publicitaria para enfrentar las elecciones presidenciales? ¿Quién repone a los municipios los cientos de millones de pesos gastados en talleres?
Ahora bien, pese a que hoy se ocupa la Ficha Familia para encuestar, como el proceso es lento y no se conocen sus resultados, se sigue usando la Ficha CAS 2 para asignar puntaje.
En realidad, uno no entiende lo que ha pasado.
Señor Presidente, escuché con atención a la señora Ministra del MIDEPLAN, quien señaló que se llevarán a cabo un pretest y una validación de la Ficha en terreno, en agosto y parte de septiembre, y que inmediatamente después, entre noviembre y abril, se va a encuestar a todo Chile.
Yo pregunto: ¿No existirá un plan piloto? ¿No habrá una comprobación de la validez de ese instrumento para medir lo que se supone que medirá?
En cualquier elaboración de una encuesta se hacen planes pilotos. Luego se efectúan testeos, una y otra vez: primero, pequeños; después, en alguna Región. Posteriormente se comparan los resultados con la asignación de recursos.
Sin embargo, aquí existirá una validación de apenas dos meses. Después del segundo mes empieza la aplicación en todo el país.
¿Cómo se verá si la ponderación relativa de las diversas variables es correcta y permitirá predecir aquello que se quiere predecir? ¿Cómo se comprobará la veracidad de las respuestas sobre educación, sobre cursos de capacitación laboral? ¿Se va a cruzar la información con la del SENCE o con la del Ministerio de Educación?
¿Qué tipo de comprobación existirá? Porque en los últimos 26 años la ciudadanía se ha acostumbrado a tener que mentir. Cada vez que uno va a las poblaciones le dicen: "Señora, nos están enseñando a mentir". En efecto, cuando saben que se llevará a cabo una Ficha CAS, ocultan los refrigeradores, esconden todo; dicen que no terminaron el cuarto medio, pues saben que ese nivel de educación les da mayor puntaje y los deja fuera del beneficio, etcétera.
Entonces, deseo saber si, por ejemplo, existirá algún castigo por entregar información falsa y si ello se va a publicitar. Porque, desgraciadamente, en esta materia se ha acostumbrado a la población a mentir.
Además, ¿cómo se va a comprobar la veracidad de las respuestas sobre ingresos o búsqueda de empleo. ¿Habrá cruce de información, por ejemplo, en lo relativo a enfermedades crónicas con los datos del sector salud?

El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- Concluyó su tiempo, señora Senadora.

La señora MATTHEI.- Termino en un minuto, señor Presidente.
Además, me gustaría saber cómo se controlará a los encuestadores y si éstos van a depender de las municipalidades o del MIDEPLAN.
Debo recalcar que la seriedad y la imparcialidad son claves en esta materia. Como hay muchos miles de millones de pesos en juego, el cruce y la validación de información y el hecho de que esto no se utilice políticamente son aspectos fundamentales.
Por último, cabe preguntar qué se está pensando en materia de seguimiento de programas. Porque hay muchos instrumentos y dineros destinados, supuestamente, a sacar a las personas de la pobreza. En INDAP se gastan más de 100 mil millones de pesos anuales. Y también están el FOSIS, los programas para la pequeña minería, los de la CORFO, los de CHILEDEPORTES, etcétera. Es decir, hay miles de millones de pesos dando vueltas y nunca hemos podido saber si alguno de estos programas ha podido sacar a alguien de la pobreza.
He dicho.

El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- Tiene la palabra la Honorable señora Alvear.

La señora ALVEAR.- Señor Presidente, en primer lugar, valoro la información que la señora Ministra de Planificación nos ha entregado en esta sesión y, desde luego, el trabajo que se está realizando para obtener un instrumento que permita conocer de mejor modo las realidades de las familias del país que requieren diferentes tipos de subsidios o ayudas.
Lo que se ha dicho en la Sala en torno a la necesidad de ocultar bienes o mentir acerca de la educación recibida es una realidad. Y no es bueno para ningún país o institución que la mentira sea el medio que permita consolidar determinado sistema.
Por ello, valoro el trabajo que se está realizando, que cambia sustantivamente aquellas miradas que se focalizaban más bien en la existencia de bienes o en la educación recibida, dos aspectos que los gobiernos de la Concertación hemos querido fortalecer, pero que, al momento de encuestar a las familias, se transformaban en elementos negativos.
Para los efectos de pedir una aclaración y a la luz de la inquietud planteada por la Senadora señora Matthei, me sumo a la consulta formulada a la señora Ministra en torno a cuáles son las diferencias que existen entre la nueva Ficha de Protección Social, que se funda en derechos, y la Ficha Familia, que alcanzó a probarse en algunas comunas, por cuanto ésta incorporó variables diferentes de la Ficha CAS II: consideró a las etnias que no estaban indicadas con antelación y también contempló a las personas en situación de calle, lo que es muy relevante, pues refleja una realidad que lamentablemente aún existe en nuestro país.
Con estas modificaciones, se procedió a redefinir el modelo de cálculo del puntaje, balanceando los ingresos de los hogares con el índice de sus necesidades, considerando el número de integrantes y la existencia de personas discapacitadas. Todos los que estamos en terreno nos damos cuenta de la relevancia que esto tiene.
Al mismo tiempo, me parece importante formular una afirmación muy sustantiva al momento de definir las políticas sociales: el espacio natural de protección de una persona es la familia. No hay otro mejor. Y cuando hablo de "familia" me refiero a los distintos tipos que existen: a la constituida por un papá, una mamá e hijos; pero también a la encabezada por una mujer sola, jefa de hogar, con sus hijos, y tantas otras.
A mi juicio, ésa es una mirada fundamental a tener presente cuando se definan las diferentes políticas públicas.
Por otra parte, a la luz del conjunto de elementos y variables que se contemplan en la Ficha de Protección Social, resulta esencial poder conocer el algoritmo de cálculo que va a considerar el peso de cada variable en el puntaje final. Se ha señalado que esta Ficha será usada por un conjunto de instituciones y el valor de cada variable determinará el puntaje definitivo.
Por lo tanto, es muy importante que la señora Ministra nos aclare cuál va a ser aquella ponderación y, para la claridad de todos los señores Senadores, las diferencias existentes entre la Ficha Familia, que se alcanzó a aplicar sólo en programas pilotos, y la nueva Ficha de Protección Social.
He dicho.

El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Bianchi.

El señor BIANCHI.- Señor Presidente, seré muy breve.
Hoy nos reúne el propósito de profundizar sobre la creación de un nuevo instrumento, denominado "Ficha de Protección Social", que reemplazará a la actual Ficha Familia y a la Ficha CAS.
Es indudable que todos estamos en pro de la búsqueda de justicia social, la que con la antigua Ficha se veía opacada, ya sea por el injusto castigo de una familia que con esfuerzo adquiría bienes o equipamientos de hogar o por la realidad diferenciada que tenemos a lo largo de nuestro país.
Es por esta última razón que hago un especial llamado para una efectiva regionalización del nuevo modelo que busca la protección social.
No quiero ahondar en grandes detalles, pero es mi responsabilidad señalar que, según el Banco Mundial, en la Región de Magallanes el costo de vida es superior en casi un 25 por ciento al promedio nacional. Por ello, es de suma urgencia velar por las individualidades de cada zona y no sancionar a los ciudadanos por las necesidades propias de cada lugar geográfico.
Así, estamos absolutamente confiados en que el Ministerio de Planificación tendrá a bien incluir aspectos de información regional y de zona (urbano-rural), lo que permitirá tratar de forma diferenciada, precisa y justa a cada una de las Regiones.
Además, es de mi mayor preocupación -y creo que esto refleja el sentir de la Sala- la necesidad de premiar el esfuerzo de educación y trabajo, a través de incentivos para hacer uso de políticas sociales prioritarias, como aquellas relativas al cuidado infantil, a los adultos mayores, etcétera. Con esto rompemos el paradigma de que se castiga el surgimiento de los hogares chilenos.
Yo felicito la elaboración de esta Ficha de Protección Social. Pero, como claramente hay dudas por despejar, sería conveniente saber la opinión de la señora Ministra al respecto.
He dicho.

El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Longueira.

El señor LONGUEIRA.- Señor Presidente, resulta bastante incómodo contar con un tiempo tan acotado para intervenir en una sesión que aborda un tema tan importante y trascendental para el país.
Siempre me ha sorprendido el grado de improvisación que se ha evidenciado para llevar a cabo políticas públicas destinadas a derrotar la pobreza en Chile.
Hubo un Primer Mandatario de la Concertación -no sé si era usted, señor Presidente- que incluso planteó eliminar el MIDEPLAN. Durante quince años se dijo que la Ficha CAS se iba a modificar. Así surgió la Ficha Familia, que, en mi opinión, debe ser el tongo más grande que se ha hecho, porque se aplicó un año y medio o dos; no se implementó; se gastaron millones de pesos, y en el fondo sólo se cambió su nombre, pues era la misma Ficha CAS II.
Basta ver que la señora Ministra ha comparado la Ficha de Protección Social, no con la Ficha Familia, sino con la Ficha CAS II. Y todo eso va a dormir el sueño de los justos.
Sin embargo, celebro cuando hay cambios. Y creo que la Ficha de Protección Social es lo que el país necesita. A mi juicio, apunta esencialmente hacia la focalización y la identificación adecuada de las familias de escasos recursos, que no se verán perjudicadas por su crecimiento patrimonial, sino beneficiadas en atención a su vulnerabilidad.
Me alegra también que se le hayan efectuado cambios a la nueva Ficha. Le hemos hecho un seguimiento y esta versión no la habíamos visto. Entiendo que es de hoy día. Me parece bien.
Era obvio que había que abordar una serie de temas que son muy relevantes e incorporar factores de incertidumbre, de temor, de dificultad, de potencial de capital humano, tales como la obesidad, la drogadicción y el alcoholismo.
Yo iba a presentar sugerencias en estas materias, pero veo que ya están contempladas. Falta incluir lo relativo a salud dental, que considero vital. En mi concepto, ése es el gran problema para el ingreso al mundo laboral, en especial de la mujer. No veo este elemento en la Ficha y, por eso, quiero plantearle a la señora Ministra que lo agregue. Lamentablemente, este problema no se resuelve con el programa "Sonrisa de Mujer", que es fantástico, pero que no tiene una cobertura real. Y todos sabemos lo cara que es la salud dental. Ése es el mayor cuello de botella -repito- para el acceso al mundo laboral, especialmente de la mujer en situación de pobreza, y también del hombre en el ámbito rural. Por lo tanto, estimo fundamental incorporar en la Ficha un módulo, con sus correspondientes preguntas, acerca de esta materia.
Asimismo, celebro que se haya establecido un plazo (hasta el 8 de agosto) para que las instituciones y las personas que lo deseen formulen las adecuaciones que consideren pertinentes. No obstante, creo que debería fijarse otro plazo, contado desde esa fecha, para realizar nuevas sugerencias o, por último, para conocer las propuestas aceptadas por el Ministerio. Ello, porque nosotros hemos estado trabajando con el modelo entregado el 8 de mayo. Y, como el presentado hoy ya incorporó algunas variables obvias, cuya ausencia constituía un vacío enorme, resulta fundamental que la Ficha no se dé por aprobada el 8 de agosto y se abra un espacio de tiempo adicional para plantear nuevas sugerencias.
Lo que sí me parece absolutamente ilógico es que se planifique desarrollar la Ficha entre noviembre de este año y abril del próximo. Creo que el Ministerio se ha autoimpuesto un plazo que finalmente le puede llevar a gastar una cuantiosa cantidad de recursos. Y me alegra saber esto otro. Porque me parecería impresentable que, después de que los municipios debieron invertir mucho dinero en la elaboración de la ficha familiar, el Estado no se hiciera responsable ahora. La considero una muy buena noticia, pues existe gran incertidumbre en los alcaldes con respecto a quién va a financiar toda la implementación y el desarrollo de la nueva Ficha.
Sin embargo, resulta esencial conocer los parámetros de este instrumento -la Senadora señora Alvear ya lo hizo presente-, por cuanto una cosa es la información que se evaluará, lo que se desea potenciar, y otra -la más importante-, la forma como serán ponderados los distintos factores. Y sobre este punto, pienso que también debería establecerse un plazo para hacer comentarios y, ojalá, hacerse una discusión. Porque, claro, podemos pedir la incorporación de cierta variable, pero, si ella vale 10 y otra, 60, obviamente esta última tendrá más relevancia. En consecuencia, las ponderaciones de cada una de las áreas y de las consultas que se harán a los núcleos familiares serán cruciales.
Pero, en términos generales, señor Presidente, por primera vez se está abordando el tema con una visión completa, con un enfoque que incentiva a la gente a surgir y no a la mediocridad. Porque con la Ficha anterior las personas no sólo tendían a mentir, sino que también se sentían estimuladas a permanecer en la mediocridad, debido a que la obtención de bienes materiales y el aumento de su patrimonio les hacían perder subsidios monetarios.
Por lo tanto, estimo que la Ficha de Protección Social, si sus ponderadores son adecuados, apuntará al progreso y desarrollo de los sectores más necesitados del país.
Dado que se está haciendo un esfuerzo serio, antes de que el sistema sea implementado y se gasten miles de recursos en la preparación de monitores, lo más importante es que exista una amplia participación, no sólo en lo concerniente a la información que uno pueda incorporar en la Ficha, sino también en lo que dice relación a la ponderación y las etapas posteriores que vengan. Porque resulta fundamental avanzar hacia un sistema de protección social despolitizado, técnico y focalizado, y me parece que éste es un paso muy significativo en esa dirección.
Por eso, a pesar de las críticas que uno pueda formular respecto a lo ocurrido en el pasado, el nuevo instrumento va por el camino correcto y constituye un gran avance hacia un país más justo y solidario.

El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Larraín.

El señor LARRAÍN.- Señor Presidente, seré muy breve, por cuanto mis inquietudes ya han sido planteadas en cierto sentido por quienes me precedieron en el uso de la palabra, especialmente por la Honorable señora Matthei y el Senador señor Longueira. También la Honorable señora Alvear expresó algo que quería mencionar, así que expondré mis observaciones en forma bastante telegráfica.
La primera es saber qué pasó con la Ficha Familia. Aquí no se ha dado una real explicación, ni se ha hecho una evaluación de por qué se hizo y se deshizo. Representaba un esfuerzo de país, muy publicitado, y resulta que ahora aparecemos con algo completamente distinto. Me parece que eso requiere una explicación, una justificación, que por lo menos yo no he oído.
En cuanto a la Ficha de Protección Social, comparto la opinión de que va en la dirección correcta, por las ponderaciones que tendrá, por los antecedentes que se incorporarán y por los que se excluirán.
Todos sabemos que en el último tiempo la asignación de recursos sociales y los programas de subsidio fundados en la Ficha CAS han sido tremendamente injustos, pues han dejado afuera a mucha gente que se halla en una grave condición de pobreza y, al revés, ha incluido a personas que lograron disimular u ocultar una situación de ingresos distinta.
Por lo que he podido apreciar, me parece que esta nueva Ficha -repito- apunta en la dirección adecuada.
Sin perjuicio de lo anterior, deseo subrayar algunos elementos que considero inquietantes.
El instrumento contiene preguntas excesivamente subjetivas y, por ende, difíciles de contestar o de corroborar con posterioridad. Y, por lo mismo, como la veracidad de la información difícilmente podrá ser comprobada, no permitirá sacar buenas conclusiones.
También me da la impresión de que la encuesta está un poco descontextualizada. Las diferencias entre regiones o entre comunas no se hallan suficientemente recogidas. Lo veo desde la perspectiva de mi circunscripción, la del Maule Sur. En mi opinión, la Ficha -aunque comprende preguntas que son pertinentes- está más pensada para grandes sectores urbanos y no para la realidad de muchos pueblos chicos, pueblos agrícolas, pueblos mineros del norte, pueblos de pescadores artesanales, en fin. Existe una descontextualización, que debe tenerse presente si se quiere lograr una armonía nacional y un desarrollo total.
Una segunda línea de inquietudes dice relación a la forma como serán ponderados los múltiples antecedentes que se entreguen. Se mencionaron los cuatro elementos considerados por la Ficha CAS, su ponderación y las correspondientes críticas. Sin embargo, la manera en que serán jerarquizadas las variables de la nueva encuesta me deja una sensación de extremada vaguedad, porque se establecen unas especies de cuocientes que expresan, por un lado, las capacidades generadoras de ingresos y, por el otro, las necesidades. Sin embargo, ¿cómo se articulan? ¿Cómo se llega a una conclusión? ¿Cómo se determinan puntajes objetivos y comparables? Eso no parece estar suficientemente claro.
La señora Ministra puntualizó que esta materia requería un poco más de estudio, que estaba en proceso de elaboración. Pero, a pocos días de la puesta a prueba -si entendí bien, estamos hablando de agosto y septiembre, para pasar luego, en los últimos meses del año y los primeros del otro, a la aplicación en un millón 700 mil hogares, es decir, en 6 millones de personas-, me parece que esa forma de ponderación no se ha precisado debidamente y agrava la subjetividad que se aprecia en algunas preguntas.
Y ello me lleva al tercer punto. Tengo entendido que un señor Senador planteó la necesidad de una mayor experimentación para verificar la validez y predictibilidad de la encuesta. Algunos elementos de ese tipo al final son esenciales. ¿Cómo conjugar todos los antecedentes para dar un valor objetivo que sea comparable con otro a fin de asignar, por ejemplo, determinado subsidio según el puntaje que se obtenga? Como lo anterior no se encuentra definido, considero que estamos implementando demasiado rápido una política que puede fracasar por no haberse realizado correctamente el trabajo.
Finalmente, deseo plantear dos inquietudes adicionales que juzgo importantes. Una de ellas es la transparencia en el acceso a la información. Estimo relevante que ello sea posible, no digo a los antecedentes subjetivos de las personas, que pertenecen a la privacidad y deben ser manejados con mucho respeto, pero sí -y universalmente- a los que se encuentren debidamente digitados y en una base de datos. Fríos y objetivos, son básicos para muchos estudios en el ámbito académico o para definir políticas públicas no sólo por el Gobierno.
Por tanto, solicito que esta preocupación sea considerada en el planteamiento correspondiente.
La otra inquietud dice relación al sistema de protección social. Existen muchos programas, pero, cuando se quiere informar a la gente, cuesta saber cuáles son, cómo se puede acceder a ellos, cómo postular.
En mis oficinas parlamentarias he desarrollado un sistema para poder asesorar a los organismos comunitarios. Y una persona que se ha especializado en esos temas recorre las distintas reparticiones públicas tratando de conseguir información. Pero se cambian los requisitos de un año para otro, así como las fechas de postulación y los formularios. Entonces, probablemente se cuenta con muchos programas -repito-, pero, por lo mismo, se ha desordenado la entrega de información a sus destinatarios.
Pido, por lo tanto, la mayor formalidad y claridad posibles en el sistema de protección social, en la determinación de cuáles son los beneficios y en la forma de acceder a ellos. Y lo anterior, de manera transparente, para que sea algo al alcance de cualquier persona, sin que se necesite estar supeditado al compadrazgo o a la amistad para lograr la información.
He dicho.

El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Gazmuri.

El señor GAZMURI.- Señor Presidente, seré muy breve, porque tengo la impresión de que se formulará tal cantidad de preguntas que es bueno dejar a la señora Ministra tiempo para responderlas.
Sólo deseo hacer una afirmación general y plantear dos preocupaciones.
En cuanto a la primera, considero, luego de escuchar la presentación y atender al contenido del nuevo instrumento, que se recogen las principales críticas a la Ficha CAS II, las que se venían formulando hace muchos años. De modo que, en general, es algo que me parece positivo.
Ahora bien, todavía existen muchas cosas que definir. Respecto de cuál será la forma de ponderación, entiendo que es factible elaborar tesis y que ello puede cambiar. Lo fundamental es contar con la información dura, y después se puede ponderar de distinta manera. Me parece que este ejercicio es particularmente difícil y muy central, porque reducir a un número la situación socioeconómica de una familia es muy complicado, ya que al final queda un número. Y no es simple que ello describa con cierta exactitud la ubicación de vulnerabilidad o de pobreza. Es un punto que no me preocupa tanto.
En general, estimo, en una primera mirada, que fueron muy bien recogidas las críticas que hicimos a la sobreponderación del equipamiento del hogar, del empleo y el ingreso monetario como una variable fundamental, y del conjunto de vulnerabilidades determinantes de que las familias no sean tan distintas, como el hecho de comprender o no enfermos crónicos.
En ese sentido, felicito al MIDEPLAN por que finalmente se haga cargo de demandas que hemos demorado muchos años en resolver. Y espero que en esta oportunidad sean bien solucionadas.
Comparto plenamente la observación del Senador señor Longueira tocante a la salud dental, pues creo que allí existe un gran déficit. En esta Sala lo he planteado en más de una ocasión, y también a las autoridades pertinentes.
Uno de los problemas que se observan es que en la evaluación de los programas de salud no se incluyen índices relacionados con ese aspecto, por lo cual las unidades no se preocupan de mejorarlo. Sí se cuenta con índices, desde hace ya muchos años, sobre distintos tipos de morbilidad, lactancia, etcétera, y los servicios trabajan en función de aquellos considerados como evaluadores de su rendimiento. Sin embargo, en salud dental no se contemplan programas centrales, y juzgo que estamos bastante atrasados. Constituye un problema de salud muy importante, sobre todo en los sectores más pobres.
Finalmente, deseo consultar cómo se va a organizar el sistema de encuestas. He recibido mucha información, de distintos sectores, en el sentido de que la encuesta CAS, en muchos casos, se ha realizado con desprolijidad y de que a veces se ha procedido con intencionalidad política a fin de favorecer a determinadas personas para que accedan a beneficios. Entonces, aquí estamos frente al punto central de cómo proporcionar garantías.
Hace bastantes años adquirí alguna experiencia en encuestas, incluso en trabajos censales. Y la preparación del personal para efectuar una similar a ésta, que me parece muy compleja, resulta ser un elemento básico para el éxito del programa.
Como conozco por lo menos la experiencia en mi circunscripción, pienso que si esta encuesta llega a los departamentos sociales de las municipalidades no se llevará a cabo un buen trabajo, aunque participen asistentes y otros funcionarios, sea de un lado o de otro. Porque el instrumento que nos ocupa es difícil y se requieren, a mi juicio, una labor de preparación muy rigurosa y un control de la ejecución. De lo contrario, contaremos con una buena herramienta, pero no servirá de nada si la medición está mal hecha.
Por lo tanto, mi consulta es cómo se ha considerado el diseño de la preparación y verificación del trabajo de los encuestadores.

El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Letelier.

El señor LETELIER.- Señor Presidente, Honorables colegas, felicito al MIDEPLAN, en primer lugar, por lo realizado. Para quienes hemos seguido el tema con cierta pasión, es evidente que se ha hecho un esfuerzo nuevo, serio, riguroso y que no se había visto durante mucho tiempo.
Esto quizás tenga que ver con la naturaleza del Ministerio, lo cual da para otro debate. Porque a veces parece -lo digo con todo respeto- un "cajón de sastre", en la medida en que, además de la función en debate, se le ha asignado la responsabilidad política respecto de los llamados "grupos vulnerables". En verdad, ignoro si lo son, pero constituyen sectores de nuestra sociedad tales como los indígenas, la infancia, las mujeres, o bien, entidades como el FOSIS, todo lo cual, evidentemente, da para repensar el tipo de Cartera de que se trata.
Me referiré en seguida al tema específico en discusión, sin perjuicio de reiterar mis felicitaciones por el esfuerzo desplegado y, además, por la forma de materializarlo. Porque no sé si en los últimos 16 años muchos Parlamentarios hemos podido acceder a información ex ante como ahora. Se nos considera incluso como actores que podemos aportar ideas. A partir de nuestra experiencia, creo que eso refleja una metodología absolutamente distinta.
Deseo plantear algunas inquietudes: dos de ellas, de orden más general, y otras, más puntuales.
En primer lugar, no sé cómo se define lo que es urbano o lo que es rural.
Durante un tiempo, los urbanistas comenzaron a usar el concepto "rubro urbano". Sería de tremendo interés saber cómo ello se define. Porque la ruralidad -según entiendo- no dice relación sólo a cuántas personas viven en un territorio. Es algo un poquito más complejo. Tales especialistas expresaron en su momento, si mal no recuerdo, que era urbano todo lo que correspondiera a más de dos mil habitantes. No recuerdo cuál es el parámetro ahora, pero sería de interés conocerlo para considerar el sesgo que se debe introducir, si existe alguno, con el objeto de favorecer la ruralidad o no.
Entiendo que debería haber una política, en materia de pobreza, que presentara un sesgo a favor del mundo rural, para evitar la migración y otros fenómenos. Pero lo planteo como una inquietud.
Ignoro si lo segundo constituye un implícito o es un tema aún abierto. Quizás, la sensibilidad de lo que vivimos en las políticas de condonación o de renegociación de deuda en el Ministerio de Vivienda determina algunos criterios tremendamente "odiosos", para decirlo así -pueden ser sólo molestos o incómodos-, como las líneas de corte entre ser indigente, pobre y no pobre.
El concepto de "no pobre", para algunos de nosotros, ha parecido a veces muy ambiguo, por cuanto las clasificaciones en conjuntos habitacionales SERVIU, por ejemplo, aunque territorialmente la gran mayoría vive una situación cultural, económica y social muy similar, resultan muy complejas.
Comprendo que normalmente esto tiene que ver con definiciones de ingresos, pero sería de interés saber cuál es el parámetro para determinarlos en cada ocasión. Lo digo porque, al hacerlo, que yo sepa, rara vez se toma en cuenta el promedio de ingresos anuales o anualizados.
De ahí caigo en la pregunta más específica. Es una cuestión que me inquieta y que, sin duda, es producto de mi vivencia como Parlamentario de una zona no tanto de una ruralidad alta, sino en donde el fenómeno de la temporalidad del empleo se da muy fuerte, de modo que la anualización de los ingresos es una gran necesidad. Me gustaría saber cómo ello se lleva a cabo, porque es un tema que he planteado aquí en otras ocasiones. Tratándose de los temporeros, si bien por primera vez el punto se va a recoger en las preguntas, el proceso de anualización de los ingresos no es una tarea fácil.
Quisiera saber si existe alguna propuesta sobre el particular o si podemos verlo más adelante. Porque, al referirse a la situación ocupacional, es cierto que se formulan un par de consultas que podrían llevar a estimar, según cómo se considere, que se halla bien reflejada la realidad de la temporalidad en el empleo.
También se pregunta si acaso se tiene contrato por obra o faena, que es una de las formas de dicha temporalidad.
Otras veces, los contratos no lo dicen.
En el caso de los cosechadores, que trabajan todos los años, responderán negativamente si se les interroga en el mes actual, julio, si han buscado empleo o si lo han hecho en los últimos meses.
No sé si estas personas se califican como "cesantes". No buscan trabajo porque no hay. ¿Cómo se clasifican?
Valoro y reconozco el esfuerzo de abordar la materia. Mi duda es si ello se ha recogido suficientemente.
Algo en lo que quiero insistir es que, al analizarse la estadística del empleo en la Sexta Región y ver los datos que señalan que es de las que registran menores niveles de desempleo, uno se confunde mucho, porque cuando se recorre la zona se observan fenómenos sociales muy graves, en la medida en que en esta época la gente no tiene trabajo, tratándose de los meses "azules". No sé cómo podrá verse reflejado eso.

El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- Finaliza su tiempo, señor Senador.

El señor LETELIER.- El punto 8 de la pregunta 9, señor Presidente, dice: "Tiene trabajo esporádico, estacional o de temporada". Es la única referencia a lo que señalo. Cabe tener en cuenta que alguna gente trabaja 20 años como temporera. No sé si esta pregunta recogerá la realidad en forma suficiente.
Una inquietud adicional tiene que ver con el fenómeno de los trabajadores por cuenta propia. Un ejemplo de personas que laboran en sus casas, en talleres, pueden ser los mimbreros de Chimbarongo. Cuando se revisan las preguntas, se suscitan dudas en cuanto a si se podrán sobre o subestimar los problemas de ingreso, porque son sectores absolutamente informales. Imagino que ha habido una discusión muy grande al respecto.
En realidad, no existe una forma de demostrar los ingresos de muchos de esos trabajadores. Lo digo porque algunos sostienen -no sé si será cierto- que numerosos independientes acceden a beneficios del Estado sin que necesariamente les correspondan. Y señalo la cuestión como una inquietud, repito, porque no existe una forma de demostrar, muchas veces, las entradas reales de quienes laboran en sus talleres, en sus casas.
Antes, en la encuesta, cuando se trataba de familias allegadas -quizás no es fácil entender bien la Ficha-, se consultaba si se cocinaba en conjunto o por separado. Aquí la pregunta pareciera más bien apuntar a si viven en la casa de atrás o en la de adelante. ¿Qué pasa con las familias allegadas que viven en las casas de los padres pero conforman grupos diferenciados? No me queda del todo claro si eso queda nítido en la estructura de la ficha.
Reitero mi valoración, en todo caso, por el esfuerzo realizado.
Pero permítame, señor Presidente, un comentario político. Me llama la atención un punto expresado por el Honorable señor García, cuya ausencia lamento. La actitud de temor a que el Estado realice la gestión realmente me sorprende. Asombra el nivel de desconfianza que algunos presentan, a veces, con relación a cómo se usan los datos y estos instrumentos.
Que yo sepa, son pocos los que podrían llegar a manipular esta información. Quizás, un encuestador pudiera mentir. Pero la verdad es que, si nos pusiéramos en ese plano, sería a nivel de los municipios...

El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- Hago presente a Su Señoría que la señora Ministra quedará sin tiempo para intervenir.

El señor LETELIER.- ¿ que podría hacerse esa afirmación.
Y quiero decirlo porque tengo una tremenda confianza acerca de cómo ha operado el sistema, sin perjuicio de situaciones muy puntuales. Pienso que, en general, nuestro Estado ha contado con una estructura política social única en América Latina, donde no existe, que yo sepa, el mismo nivel de desarrollo en el ámbito que nos ocupa. Deberíamos sentirnos tremendamente orgullosos de nuestro instrumental y ser capaces de fortalecerlo y profundizarlo, porque, cuando se conoce la experiencia de otros países, se observa que estamos bastante más avanzados. Me parece que son instrumentos de política pública muy importantes de defender.
He dicho.

El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Sabag, último inscrito.

El señor SABAG.- Señor Presidente, deseo manifestar mi satisfacción por el avance en el cambio de sistema de la Ficha CAS, que ahora se denomina "de Protección Social", fundada en derechos.
También valoro el trabajo que está llevando a cabo el MIDEPLAN en este aspecto. Porque a todos nosotros nos interesa ayudar a los más pobres, pero en la medida en que realmente que sean los más necesitados. Porque quienes estamos de manera permanente cerca de los problemas de la gente a veces nos encontramos con sorpresas no muy agradables.
Respecto de los beneficios que otorga el Gobierno para que los más pobres puedan adquirir una vivienda, un subsidio o lo que requieran conforme a la Ficha CAS 2, en diversas ocasiones hemos comprobado serias limitantes para llegar a un resultado justo. Porque, fundamentalmente, con el progreso que hoy día ha experimentado nuestro país, ¡gracias a Dios!, en la actualidad casi todas las personas cuentan con cuarto medio. ¿Y quién en su hogar no dispone de un refrigerador, un televisor u otro artefacto doméstico? Si alguien arrienda una casa, ésta tiene piso, o si está de allegado en otra, ella cuenta con cielo raso. Basta que eso sea así para que las personas queden, lisa y llanamente, fuera de los beneficios a que tienen derecho.
Además, hay otros casos. El Gobierno ha entregado viviendas a personas que están en campamentos. Pero, a los tres o cuatro meses de estar en su nueva casa, es posible apreciar una reja espectacular, una ampliación correspondiente al doble de ella y un auto a la puerta. Y más encima hemos visto que se han dado nuevos subsidios a los deudores SERVIU-banco sobre la base de la Ficha CAS 2. Lo que dice el computador. Muchos salen favorecidos y a otros no les toca absolutamente nada. Cuando estamos en terreno, vemos que a una persona que tiene un negocio y un auto o camión se le condona el ciento por ciento de la deuda, pero aquella que vive de una pensión mínima y que ni siquiera dispone de recursos para comer no recibe ningún tipo de beneficio.
¿Se mintió al hacer la Ficha CAS 2? ¿Hubo engaño?
Veamos la realidad de lo que pasa en las poblaciones cuando las visitamos.
Nuestro interés es que la Ficha CAS 2 sea lo más justa y transparente posible, porque todos deseamos terminar con la pobreza en nuestro país y evitar que muchos se aprovechen de aquélla.
La pobreza en la ciudad es muy diferente de la que hay en la zona rural. Y la de una región es muy distinta de la de otra. Por lo tanto, creo que debe haber una diferenciación entre los pobres de un lugar y los de otro. Todo se mide con la misma vara, pero las pobrezas no son iguales, según se trate de la región donde se habite.
Por eso, señor Presidente, todos estamos muy interesados en que esta Ficha salga cuanto antes, para hacer justicia a los más pobres y para que los recursos del Estado se focalicen entre los más necesitados.

El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- Tiene la palabra la señora Ministra.

El señor LONGUEIRA.- ¿Me permite, señor Presidente? Quiero hacer dos consultas breves a la señora Ministra.

El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- Prácticamente el tiempo se ha terminado, señor Senador.

El señor LONGUEIRA.- Sólo deseo que me aclare cuál es el sentido de que en la Ficha se pregunte por la nacionalidad. ¿El Ministerio ve la posibilidad de entregar beneficios a personas que no sean chilenas?
En segundo lugar, me llama la atención la consulta sobre pueblos originarios. Ignoro si habrá un ponderador y si la información será recogida, tal vez, cuando se realicen los censos.
No puede haber una discriminación que afecte a pueblos originarios. Entonces, ¿para qué ese dato?

El señor LETELIER.- ¡Hay becas!

El señor LONGUEIRA.- Bueno, los subsidios monetarios son iguales para los chilenos en función de las mediciones realizadas por estas fichas.
En consecuencia, no sé a qué obedece la pregunta. Está bien que se consulte sobre los pueblos originarios, para tener información. Pero eso corresponde a otra encuesta, como el censo. Así que me causa curiosidad que eso figure acá, porque también aparece en la ficha que nos entregaron el 8 de mayo.
Por otro lado, me llama la atención lo relativo a la nacionalidad. Es algo que se incorporó ahora. Yo, por lo menos, no comparto que los extranjeros puedan tener acceso a la red de protección social chilena. Me gustaría saber si es parte de la política del Ministerio de Planificación y Cooperación contemplar esa posibilidad, porque de lo contrario nos van a invadir.

El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- Tiene la palabra la señora Ministra, con la aprobación de la Sala, porque se ha cumplido la hora. En todo caso, estamos de acuerdo en escucharla.

La señora HARDY (Ministra de Planificación y Cooperación).- Señor Presidente, como es difícil absolver todas las preguntas, trataré de contestarlas en bloque. Si algunas se me quedan en el tintero, por favor, me lo recuerdan.
A propósito de lo planteado por el Senador señor Longueira, haré una aclaración que es válida para varias de las consultas formuladas.
Con relación a los pueblos originarios, vimos en el PowerPoint que la intención de esta Ficha -y eso habla de por qué hemos hecho un cambio radical respecto de todos los ejercicios anteriores, aun asumiendo el costo político y financiero que eso significa- tiene que ver, por un lado, con el propósito de contar con un instrumento más justo, para que quienes más necesitan reciban los cuantiosos recursos que se entregan a través de los subsidios. Y lo mencionamos acá: este año son del orden de los 500 mil millones de pesos.
Por otra parte, se pretende identificar universos de segmentos de vulnerabilidad, a fin de saber -porque éste no es un estudio estadístico; para eso está la encuesta CASEN- cuántos inmigrantes hay, cuántos indígenas, etcétera. Se trata de saber dónde viven, quiénes son y en qué lugar están, para llegar a ellos con políticas específicas de protección social.
Si se desea apuntar efectivamente a la población indígena más pobre, que ha sido la más difícil de remover de su condición de tal, de identificar y de estratificar en cuanto a su situación social por esa vía, podrán asignársele de mucho mejor manera, no sólo los subsidios, sino también otros programas sociales que no se entregan en dinero ni en especies, pero que generan inversión en capital humano.
Eso ocurre para la identificación de los niños y de los adultos mayores. No implica un puntaje especial, sino que reconoce grados de vulnerabilidad que están determinados por el coeficiente de necesidades, para llegar con programas, políticas especiales y coberturas variables, en la medida en que lo permitan los recursos disponibles.
Ése es el motivo por el cual se consulta sobre la población indígena.
En lo referente a los extranjeros, entendemos que los que cumplen la legislación chilena, y sobre todo si trabajan, tienen derecho a las prestaciones que se brindan a cualquier persona por el solo hecho de residir en nuestro territorio. De modo que la intención es que no queden desamparados aquellos que tienen todo el derecho de estar socialmente protegidos. Y supongo que esta misma preocupación se da respecto de los ciudadanos chilenos que viven en el exterior y que también califican para las prestaciones sociales en el país donde se encuentren.
En relación con la pregunta de por qué no se usó la Ficha Familia, debo decir que los municipios realizaron un gasto que no fue muy grande, porque la prueba se hizo con los recursos habituales de que disponen para reencuestar a quienes les caduca su Ficha CAS. Por lo tanto, se les iba aplicando progresivamente aquélla. Pero, como era algo que no estaba validado ni había un algoritmo de cálculo, se utilizó una encuesta llamada "Ficha Familia" y -según lo manifestó la Senadora señora Matthei- se aplicaba el puntaje de la Ficha CAS.
La Ficha Familia es mucho más completa que la Ficha CAS, pero responde a la misma lógica conceptual.
La razón para optar por el otro instrumento -nos pareció una oportunidad el poder variar la anterior, aun cuando eso representaba un costo financiero- obedece al cambio de lógica señalado, lo cual responde, no a una evaluación acerca de lo buena o mala que ha resultado la primera ficha, sino a una preocupación por hacer sintonizar el mecanismo con una nueva dimensión de la protección social, cuyo objetivo no es sólo focalizar los subsidios en los más pobres, sino también generar un sistema que identifique a los sectores que deben quedar socialmente resguardados. Y eso no lo podíamos recoger en la Ficha Familia, que sí tenía muchas correcciones respecto de la Ficha CAS.
En definitiva, se trata de un cambio de paradigma en la concepción del instrumento.
En cuanto a la pregunta sobre puntaje-modelo de cálculo, entiendo que esto es crucial. Por un lado, hay que identificar las variables que importa reconocer, y por otro, ver cómo ellas serán ponderadas. Respecto de esto tenemos bastante más tiempo que con el contenido de la encuesta. Estamos recién haciendo pruebas estadísticas, econométricas, las que se cruzan con la encuesta CASEN para determinar cuánto se discrimina o no por segmentos sociales. Y por cierto ese trabajo se intensificará después del pretest. Para aclarar dudas, eso es lo que corresponde. En todo caso, no se aplicarán hasta abril de 2007, porque la información irá ingresando mientras vayamos probando y validando estadísticamente, lo que nos da un margen de tiempo mucho mayor para el algoritmo final de cálculo.
A objeto de que Sus Señorías realicen un ejercicio, en la página 12 del documento sobre la Ficha de Protección Social se da cuenta del esfuerzo hecho para comparar casos y responder qué pasaría si aplicáramos la Ficha CAS y qué sucedería si utilizáramos este nuevo sistema. No está el puntaje, pero sí el criterio.
Ése es el ejercicio que todavía se debe hacer. Pido a los señores Senadores tener paciencia y entender que ésta es la parte más dificultosa, pues se necesitan muchísimas pruebas. Como sabemos de la seriedad que esto requiere, nos estamos dando el tiempo que es menester.
También se consultó sobre el porqué de la urgencia en aplicar el instrumento entre noviembre de este año y abril del próximo. En primer lugar, porque se efectuó el anuncio de un cambio, lo que genera en la población mucha ansiedad respecto de cuándo va a ocurrir.
En segundo término, porque recogimos la experiencia de la Ficha Familia. No se podía otorgar puntaje a esta última mientras todo el universo no estuviera encuestado. Se trató de evitar que hubiera dos varas de medición en la sociedad, lo que podría ser injusto para algunos, pues para un sector regiría un modelo, y para otro uno distinto. Si aplicábamos todos los tiempos en la Ficha Familia, podía haber transcurrido todo el actual Gobierno hasta contar con universos comparables. Optamos por hacerlo en el más breve plazo, para que en abril-mayo de 2007 -el sistema empieza a operar en ese último mes del próximo año- la totalidad de la población sea comparada con la misma vara.
En consecuencia, hemos extendido los beneficios de la actual Ficha CAS hasta ese período, y a partir de entonces comienza a funcionar otro modelo de cálculo para todas las familias, con los nuevos criterios.
Ésa ha sido la razón del apresuramiento. Se trata más bien de una señal de respuesta a las expectativas de la propia ciudadanía, en particular quienes saben que se les aplicará esta otra Ficha.
Hubo varias preguntas respecto de cómo se miden los núcleos de familiares y el allegamiento. En tal sentido, hemos optado por estandarizar el concepto de familia: es aquella que se vincula por un presupuesto común. Si dentro de un mismo espacio físico conviven dos presupuestos, se trataría de dos familias, a las cuales correspondería aplicar dos políticas, dos decisiones distintas.
Aun así, hemos incluido la posibilidad de un puntaje especial para lo que llamamos "núcleos de familiares", que es el caso más frecuente. Uno puede tener una familia cuando hay un solo presupuesto, según la definición. Pero en su interior pueden identificarse núcleos que poseen vida familiar distinta. Por ejemplo, padres con hijos y nietos. Si se hiciera el cálculo por el solo presupuesto del abuelo, hijos y nietos no calificarían para un subsidio de vivienda, pues el ingreso de éstos se sumaría al de aquél. En tal caso, nos encontramos en condiciones de separar a cada miembro del grupo y convertirlo en un eventual beneficiario por sí mismo. Y ésa es una diferencia respecto del sistema anterior.
Varios señores Senadores plantearon lo relativo a las dificultades o dudas acerca de la objetividad y de la verificabilidad de buena parte de la información. Por eso mencionaba que, dentro de los instrumentos actuales y en desarrollo, se encuentra el Sistema Integrado de Información Social. La idea es contar con un completo banco de datos en red para ver lo que ocurre con cada una de las familias del país desde el punto de vista del conjunto de prestaciones que tienen, más aquellos antecedentes que, por no estar en el sistema, uno pudiera recabar, por ejemplo, a través del Servicio de Impuestos Internos. El SENCE y todos los servicios dependientes del Ministerio del Trabajo están en línea. Por lo tanto, en la medida en que la información esté disponible, ella va a ser usada. Muchos otros datos se solicitan directamente a las personas, con la esperanza de que los puedan demostrar.
Ciertamente, hay dificultades de verificación en algunas de las cuestiones que hemos señalado. En el caso de los adultos que siguieron estudios y no puedan certificarlos, simplemente vamos a tener que dar credibilidad a lo que afirmen, al igual que respecto de los ingresos declarados por quienes laboraron en el mundo informal o en trabajos precarios sin contrato, lo que resulta muy difícil de comprobar. Por fortuna, creemos que esa situación representa cada vez un universo más pequeño. El empleo se está generando crecientemente en el sector formal y, por lo tanto, la información es verificable. Por cierto, el segmento más pobre es, sin lugar a dudas, el que cae en un área gris. Y vamos a tener que hacer mayores esfuerzos de corroboración.
Sobre la preocupación por lo regional, hay que aclarar primero lo siguiente: los datos globales del país sobre niveles de pobreza determinan relativamente los montos de subsidio que se asignan regionalmente. Las personas de una región no compiten con las de otra, sino que lo hacen intrarregión. Y eso aminora los impactos de las diferencias por área. Aun así, para nosotros era muy importante tener criterios de discriminación regional.
Por otro lado, el país no cuenta hoy día con datos estadísticos, salvo el estudio del Banco Mundial, en el que se demuestra que las regiones más lejanas son las que tienen el mayor costo de vida. El INE carece de información estadística sobre costo de vida por región. Por lo tanto, no hay un parámetro objetivo que permita relacionar los antecedentes de la Ficha de Protección Social con ese ítem. El documento que estamos usando es el único regionalizado, y se refiere a los niveles de empleo. Pero, mientras no contemos con información, no va a ser posible precisar aquel antecedente.
Señor Presidente, acogeremos todas las sugerencias vertidas sobre procedimientos de encuestaje y procesamiento de la información. Vamos a hacer las consultas pertinentes.
Pero yo quiero dejar más bien como un problema a compartir
el siguiente: cómo haremos para asegurar transparencia y probidad y, simultáneamente, profundizar la descentralización, que es una vocación, y que se ha demostrado como una disposición política creciente para generar mayores capacidades de decisión en el ámbito regional. Por lo tanto, vamos a tener que encontrar el mejor punto de armonía entre el rol que juegan los municipios y los niveles centrales para garantizar probidad y transparencia en el proceso de encuestaje de estas materias. Al Senador señor Gazmuri le podemos comentar después -dado que se ha cumplido el tiempo- cómo se llevará a cabo. Pero se asegura en esta etapa cinco mil encuestadores. El problema va a surgir cuando termine este rápido encuestaje que se hará en los próximos meses.

El señor NARANJO (Vicepresidente).- Muchas gracias, señora Ministra.

Por haberse cumplido su objetivo, se levanta la sesión.
--Se levantó a las 14:13.
Manuel Ocaña Vergara,
Jefe de la Redacción