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REPÚBLICA DE CHILE
SESIONES DEL CONGRESO NACIONAL
PUBLICACIÓN OFICIAL
LEGISLATURA 354ª
Sesión del Congreso Pleno,
en domingo 21 de mayo de 2006
(De 10 a 11:19)
PRESIDENCIA DEL SEÑOR EDUARDO FREI RUIZ-TAGLE, PRESIDENTE DEL SENADO;
SECRETARIO, EL DEL SENADO, SEÑOR CARLOS HOFFMANN CONTRERAS
(Integran también la Mesa el Presidente de la Cámara de Diputados,
señor Antonio Leal Labrín , y el Secretario de la misma
Corporación, señor Carlos Loyola Opazo).
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VERSIÓN TAQUIGRÁFICA
I. ASISTENCIA
Asistieron los Senadores señores:
--Allamand Zavala, Andrés
--Alvear Valenzuela, Soledad
--Arancibia Reyes, Jorge
--Ávila Contreras, Nelson
--Bianchi Chelech, Carlos
--Cantero Ojeda, Carlos
--Chadwick Piñera, Andrés
--Coloma Correa, Juan Antonio
--Escalona Medina, Camilo
--Espina Otero, Alberto
--Frei Ruiz-Tagle, Eduardo
--García Ruminot, José
--Gazmuri Mujica, Jaime
--Girardi Lavín, Guido
--Gómez Urrutia, José Antonio
--Horvath Kiss, Antonio
--Kuschel Silva, Carlos
--Larraín Fernández, Hernán
--Letelier Morel, Juan Pablo
--Matthei Fornet, Evelyn
--Muñoz Barra, Roberto
--Naranjo Ortiz, Jaime
--Navarro Brain, Alejandro
--Núñez Muñoz, Ricardo
--Ominami Pascual, Carlos
--Pizarro Soto, Jorge
--Prokurica Prokurica, Baldo
--Romero Pizarro, Sergio
--Ruiz-Esquide Jara, Mariano
--Sabag Castillo, Hosaín
--Vásquez Úbeda, Guillermo
Y los Diputados señores:
--Aedo Ormeño, René
--Aguiló Melo, Sergio
--Alinco Bustos, René
--Allende Bussi, Isabel
--Álvarez-Salamanca Büchi, Pedro Pablo
--Araya Guerrero, Pedro
--Barros Montero, Ramón
--Bauer Jouanne, Eugenio
--Becker Alvear, Germán
--Bertolino Rendic, Mario
--Burgos Varela, Jorge
--Bustos Ramírez, Juan
--Cardemil Herrera, Alberto
--Ceroni Fuentes, Guillermo
--Cristi Marfil, María Angélica
--Chahuán Chahuán, Francisco
--De Urresti Longton, Alfonso
--Delmastro Naso, Roberto
--Díaz Del Río, Eduardo
--Díaz Díaz, Marcelo
--Dittborn Cordua, Julio
--Duarte Leiva, Gonzalo
--Egaña Respaldiza, Andrés
--Eluchans Urenda, Edmundo
--Encina Moriamez, Francisco
--Enríquez-Ominami Gumucio, Marco
--Errázuriz Eguiguren, Maximiano
--Escobar Rufatt, Álvaro
--Espinosa Monardes, Marcos
--Espinoza Sandoval, Fidel
--Estay Peñaloza, Enrique
--Farías Ponce, Ramón
--Forni Lobos, Marcelo
--Fuentealba Vildósola, Renán
--Galilea Carrillo, Pablo
--García García, René Manuel
--García-Huidobro Sanfuentes, Alejandro
--Girardi Briere, Guido
--Godoy Ibáñez, Joaquín
--Goic Boroevic, Carolina
--González Torres, Rodrigo
--Hernández Hernández, Javier
--Herrera Silva, Amelia
--Insunza Gregorio de las Heras, Jorge
--Jaramillo Becker, Enrique
--Jarpa Wevar, Carlos Abel
--Jiménez Fuentes, Tucapel
--Leal Labrín, Antonio
--León Ramírez, Roberto
--Lorenzini Basso, Pablo
--Masferrer Pellizzari, Juan
--Melero Abaroa, Patricio
--Monckeberg Bruner, Cristián
--Monckeberg Díaz, Nicolás
--Monsalve Benavides, Manuel
--Montes Cisternas, Carlos
--Mulet Martínez, Jaime
--Muñoz D¿Albora, Adriana
--Núñez Lozano, Marco Antonio
--Ojeda Uribe, Sergio
--Olivares Zepeda, Carlos
--Ortiz Novoa, José Miguel
--Pacheco Rivas, Clemira
--Paredes Fierro, Iván
--Pascal Allende, Denise
--Pérez Arriagada, José
--Quintana Leal, Jaime
--Robles Pantoja, Alberto
--Rubilar Barahona, Karla
--Saa Díaz, María Antonieta
--Salaberry Soto, Felipe
--Sepúlveda Hermosilla, Roberto
--Sepúlveda Órbenes, Alejandra
--Silber Romo, Gabriel
--Sule Fernández, Alejandro
--Sunico Galdames, Raúl
--Tarud Daccarett, Jorge
--Tohá Morales, Carolina
--Tuma Zedan, Eugenio
--Turres Figueroa, Marisol
--Uriarte Herrera, Gonzalo
--Urrutia Bonilla, Ignacio
--Valcarce Becerra, Ximena
--Valenzuela Van, Treek Esteban
--Vallespín López, Patricio
--Venegas Cárdenas, Mario
--Verdugo Soto, Germán
--Vidal Lázaro, Ximena
--Von Mühlenbrock Zamora, Gastón
--Ward Edwards, Felipe
Concurrieron, además, las señoras Ministras y señores Ministros del Interior; de Relaciones Exteriores; de Defensa Nacional; de Hacienda; Secretaria General de la Presidencia; Secretario General de Gobierno; de Economía, Fomento y Reconstrucción; de Planificación y Cooperación; de Educación; de Justicia; del Trabajo y Previsión Social; de Obras Públicas; de Salud; de Vivienda y Urbanismo; de Agricultura; de Minería; de Transportes y Telecomunicaciones; de Bienes Nacionales; Presidenta de la Comisión Nacional de Energía; Directora de Servicio Nacional de la Mujer, y Presidenta del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes.
Actúa de Secretario del Congreso Pleno el Secretario del Senado, señor Carlos Hoffmann Contreras.
El Honorable Cuerpo Diplomático concurre representado por los siguientes Embajadores:
De la Santa Sede, Monseñor Aldo Cavalli; de Países Bajos, señor Hero E. G. de Boer; de Haití, señor Roland Augustín; de Austria, señor Walter Howadt; de Jordania, señor Nabil S. Masarweh; de Argentina, señor Carlos E. Abihaggle; de Canadá, señor Bernard Giroux; de Filipinas, señora María Consuelo Puyat-Reyes; de Francia, señora Elisabeth Beton Delegue; de Alemania, señor Joachim Schmillen; de Israel, señor David Cohen; de Suiza, señor André Regli; de Honduras, señor Eduardo Kawas Gattas; de Uruguay, señor Carlos Pita Alvadiza; de Costa Rica, señor Edgar García Miranda; de Egipto, señor Abdel Mohsen Omar Makhion; de Panamá, señor Bruno Garisto Mead; de Italia, señor Paolo Casardi; de Estados Unidos de América, señor Craig A. Kelly; de México, señor Ricardo Villanueva Hallal; de Finlandia, señor Ivo Salmi; de El Salvador, señora Aída Elena Minero Reyes; de Croacia, señor Boris Maruna; de Líbano, señor Mourad Jammal; de Sudáfrica, señor John Zazeraj; de Brasil, señor Gerson Fonseca Junior; de Hungría, señor Gyula Barcsi; de China, señor Li Chang Hua; de Australia, señor Crispin John Short Conroy; de Tailandia, señora Vimon Kidchob; de Paraguay, señor Juan Andrés Cardozo Domínguez; de Corea, señor Kee Hysun-Seo; de Siria, señor Fars Chahine; de Colombia, señor Jesús Alberto Vallejo Mejía; de Perú, señor José Antonio Meier Espinosa; de Nueva Zelandia, señor Nigel Fyfe; de Federación de Rusia, señor Yuriy A. Filatov; de Noruega, señor Pal Moe; de Malasia, señor Abdullah Paiz Bin Mohd Zain; de Turquía, señor Osman Ulukan; de España, señor José Antonio de Villarreal y Baena; de Japón, señor Hajime Ogawa; de Malta, señor Mariano Vidal Tornés; de Unión Europea, señor Wolfgang Plasa; de Nicaragua, señor Luis Alberto Wong Chang; de Ecuador, señor Gonzalo Salvador Holguín; de República Dominicana, señor César Augusto Medina Abreu; de Grecia, señora Chryssoula Karykopoulou-Vlavianou; de Portugal, señor Antonio Félix M. de Faria e Maya; de Reino Unido, señor Howard Drake; de Cuba, señor Giraldo Mazola Collazo; de Polonia, señor Jaroslaw Spyra; de Marruecos, señor Abdelhadi Boucetta; de Palestina, señora May Kaileh; de Argelia, señor Mohamed Benhouine; de República Checa, señor Lubomir Hladik; de Vietnam, señor Nguyen Van Dao; de Irán, señor Safar Ali Islamian Koupaie, y de Guatemala, señor Antonio R. Castellanos López.
Por los Encargados de Negocios Ad Interim:
De Dinamarca, señora Laura Thorborg; de Venezuela, señora Yraima Brito Echandía; de Indonesia, señor Pradanto Nogrohono Notoprayitno; de Rumania, señor Cristian Lazarescu; de Suecia, señor Martin Wilkens, y de Bulgaria, señor Peter Dimitrov Atanassov.
Asimismo, asistieron los representantes de los siguientes organismos internacionales:
De la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, señor Claudio Fuentes Saavedra; de la Organización Internacional para las Migraciones, señora Gabriela Rodríguez; del Instituto Carnegie de Washington, señor Miguel Roth Fuchs; de la Comisión Económica para América Latina, señor José Luis Machinea; de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, señor José Graziano; de la Organización Panamericana de la Salud y Organización Mundial de la Salud, señor Juan Manuel Sotelo; del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, señor Enrique Ganuza, y de la Organización Internacional del Trabajo, señor Guillermo Miranda.
Finalmente, se encuentran presentes la señora del Presidente del Senado, doña Martita Larraechea de Frei; el Presidente de la Corte Suprema, señor Enrique Tapia Witting; el Obispo de Valparaíso, Monseñor Gonzalo Duarte García de Cortázar (en representación de Monseñor Francisco Javier Errázuriz Ossa); el representante del Comité de Organizaciones Evangélicas, Obispo Francisco Anabalón Duarte; el representante de la Comunidad Israelita de Santiago, Rabino Eduardo Waingortin Melamedoff; el Presidente de Tribunal Constitucional, señor José Luis Cea Egaña; el Contralor General de la República, señor Gustavo Sciolla Avendaño; el Fiscal Nacional, señor Guillermo Piedrabuena Richard; el Comandante en Jefe del Ejército, General de Ejército señor Óscar Izurieta Ferrer; el Comandante en Jefe de la Fuerza Aérea, General del Aire señor Osvaldo Sarabia Vilches; el Comandante en Jefe de la Armada, Almirante señor Rodolfo Codina Díaz; el General Director de Carabineros, General señor José Bernales Ramírez; el Director General de la Policía de Investigaciones, señor Arturo Herrera Verdugo; el Presidente del Banco Central, señor Vittorio Corbo Lioi; el Presidente del Tribunal Calificador de Elecciones, señor Ricardo Gálvez Blanco; el Presidente del Consejo de Defensa del Estado, señor Carlos Mackenney Urzúa; el Director del Servicio Electoral, señor Juan Ignacio García Rodríguez; el Tesorero General de la República, señor Geanni Lambertini Maldonado; el Presidente de la Sociedad de Fomento Fabril, señor Bruno Filippi Irarrázabal; el Presidente de la Central Unitaria de Trabajadores, señor Arturo Martínez Molina; el Presidente de la Confederación del Comercio Detallista, señor Rafael Cumsille Zapapa; el Presidente de la Asociación de Empleados Fiscales, señor Raúl de la Puente Peña; el Presidente del Partido Renovación Nacional, señor Sergio Díez Urzúa; el Presidente en ejercicio del Partido por la Democracia, señor René Jofré Delgado; el Presidente del Partido Comunista, señor Guillermo Teillier del Valle; el Intendente de la Quinta Región, señor Iván de la Maza Maillet; el Presidente de la Corte de Apelaciones de Valparaíso, señor Hugo Fuenzalida Cerpa; la Alcaldesa de Viña del Mar, señora Virginia Reginato Bozzo; el Alcalde de Valparaíso, señor Aldo Cornejo González; el Fiscal Regional de la Quinta Región, señor Jorge Abbott Charme; el Defensor Público de la Quinta Región, señor Eduardo Morales Espinosa, y el Jefe de Quinta Zona de la Policía de Investigaciónes, señor Alfredo Jiménez Ogalde, y altas autoridades civiles y militares.

CEREMONIA DE RECEPCIÓN DE SU EXCELENCIA
LA PRESIDENTA DE LA REPÚBLICA
A las 9:46 llega al recinto del Congreso Nacional la Excelentísima señora Presidenta de la República, doña Michelle Bachelet Jeria, y es recibida por el Embajador Coordinador con el Congreso Nacional, señor Mariano Fontecilla de Santiago Concha.
En la escala de acceso a la entrada principal del Salón de Honor la saluda la Comisión de Reja (compuesta por los Senadores señores Carlos Kuschel Silva, Ricardo Núñez Muñoz, Hosaín Sabag Castillo y Guillermo Vásquez Úbeda, y por los Diputados señoras Clemira Pacheco Rivas y Carolina Tohá Morales y los señores René Aedo Ormeño, Edmundo Eluchans Urenda, Javier Hernández Hernández, Gabriel Silber Romo y Alejandro Sule Fernández); a continuación la recibe la Comisión de Pórtico (integrada por los Senadores señora Evelyn Matthei Fornet y los señores Nelson Ávila Contreras, Carlos Bianchi Chelech, Camilo Escalona Medina, Roberto Muñoz Barra y Jorge Pizarro Soto, y por los Diputados señoras Carolina Goic Boroevic y Marisol Turres Figueroa y los señores Pedro Álvarez-Salamanca Büchi, Álvaro Escobar Rufatt, Marcos Espinosa Monardes, Enrique Estay Peñaloza y Raúl Súnico Galdames).
En la testera del Salón de Honor es recibida y saludada por el Presidente del Senado señor Eduardo Frei Ruiz-Tagle y por el Presidente de la Cámara de Diputados, señor Antonio Leal Labrín.

II. APERTURA DE LA SESION
--Se abrió la sesión a las 10, en presencia de 31 señores Senadores y 89 señores Diputados.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente del Senado).- En el nombre de Dios, se abre la sesión.
III. APROBACIÓN DE ACTA

El señor FREI, don Eduardo (Presidente del Senado).- Someto a aprobación el Acta de la sesión de Congreso Pleno celebrada el 11 de marzo de 2006.
--Se aprueba.

I. MENSAJE PRESIDENCIAL

El señor FREI, don Eduardo (Presidente del Senado).- Solicito a todos los asistentes entonar el himno nacional.
--El público instalado en las tribunas y galerías y los presentes en la Sala del Congreso Pleno cantan el himno nacional.

El señor FREI, don Eduardo (Presidente del Senado).- Su Excelencia la Presidenta de la República, doctora Michelle Bachelet Jeria, concurre a esta sesión de Congreso Pleno para dar cuenta al país del estado administrativo y político de la nación, de acuerdo con lo establecido en el inciso final del artículo 24 de la Constitución Política de la República.
Con tal propósito, tengo el honor de ofrecerle la palabra.

La señora BACHELET (Presidenta de la República).- Señor Presidente del Senado y ex Presidente de la República; señor Presidente de la Corte Suprema; señor Presidente de la Cámara de Diputados; estimadas Senadoras y estimados Senadores; estimadas Diputadas y estimados Diputados; señores Embajadores; chilenas y chilenos:
Hace poco más de cuatro meses los ciudadanos y las ciudadanas de Chile me encomendaron una gran tarea.
Esa noche del 16 de enero, desde una ventana, vi a miles y miles de personas -mujeres, jóvenes y niños- caminar alegremente por la Alameda con una banda presidencial con nuestros colores patrios sobre su pecho. Miles de aplausos. Miles de chilenos orgullosos de su país.
Es señal de un nuevo tiempo que se asoma en Chile, estimados conciudadanos del Senado y de la Cámara de Diputados.
La nación ha vivido grandes cambios en los últimos años. Hemos recuperado el clima de libertades que por tantos años caracterizó a nuestra República. Hemos construido una sociedad más abierta, diversa y tolerante.
Pero junto a ello, en estos meses, desde aquel 16 de enero, hemos notado también una muy buena actitud. Se respira un ánimo de renovación y de nuevas ideas.
Se asoma también un tiempo de mujeres y hombres, como nunca antes en nuestro país. Cosechamos hoy una larga siembra. Además de tantos hombres notables, están hoy con nosotros la visión de una Elena Caffarena o de una Amanda Labarca; el símbolo de una Inés Enríquez; la dignidad de una "Tencha" Allende; el coraje de una Sola Sierra. Pero, sobre todo, el tesón y el sacrificio de miles y miles de mujeres a lo largo del país que se esfuerzan por sacar a sus familias adelante, por trabajar, por estudiar.
¡Quién lo hubiera pensado! Hoy le habla a este Congreso Pleno una mujer Presidenta. Aquí están mis diez ministras y mis quince subsecretarias. Aquí está, como lo prometí durante la campaña, el primer gobierno paritario de toda nuestra historia.
Se asoma también el tiempo de los ciudadanos. Un Chile de todos; un Chile más integrador y más integrado. Una sociedad más inclusiva, que no discrimina y que no olvida a quienes se quedan atrás. Estoy aquí, como mujer, representando la derrota a la exclusión de que fuimos objeto durante tanto tiempo. Hoy es la hora de incluir en nuestro desarrollo a aquellos ciudadanos y ciudadanas que sufren otro tipo de exclusiones. A eso nos dedicaremos.
Porque éste es el Gobierno de los ciudadanos y para los ciudadanos.
Los próximos años serán decisivos. Se trata de consolidar una sociedad que no sólo reconoce libertades, sino que también las defiende y las promueve; un Estado que no sólo enumera derechos, sino que además los garantiza a todos los ciudadanos.
Quiero ciudadanos críticos, conscientes, que planteen sus ideas y sus reivindicaciones. Pero la crítica debe hacerse con espíritu constructivo, con propuestas sobre la mesa y, lo que es más importante, a cara descubierta y sin violencia.
Deseo ser muy clara: lo que hemos visto en semanas recientes es inaceptable. ¡No toleraré el vandalismo, ni los destrozos, ni la intimidación a las personas! ¡Aplicaré todo el rigor de la ley!
¡La democracia la ganamos con la cara descubierta, y debemos continuar con la cara descubierta!
--(Aplausos en la Sala y en tribunas).
Me propongo también renovar el modo como se ejerce el poder desde el Gobierno. Para asesorarme en el diseño de algunas reformas claves, he nombrado consejos asesores con profesionales y representantes del más alto nivel y de amplios sectores. La labor de ese tipo de órganos es muy importante. Constituye una innovación en cómo hemos hecho las políticas públicas. El del diálogo social es un método muy usado en democracias desarrolladas.
¡Cuánto más fácil habría sido -y más rápido tal vez- encargar a un puñado de técnicos de un solo color la redacción de un proyecto de ley en un par de días! Pero hemos querido proceder de este otro modo, incluyendo todas las visiones, con la más amplia participación ciudadana. Así despejamos mitos y consensuamos los diagnósticos.
Nada de lo que hagamos tendrá pleno sentido si no lo palpan los ciudadanos allí donde viven, en sus ciudades y regiones, en sus calles y pasajes. Que lo noten el trabajador, el estudiante y la dueña de casa. Que se note en las escuelas, en el paradero, en el juzgado, en el consultorio y en la casa.
Un país sin exclusiones exige que las mujeres ejerzan en plenitud la ciudadanía, en todas sus facetas. Chile aún vive la experiencia diaria de las discriminaciones y de la segregación. Mi Gobierno apoyará del modo más decidido el ejercicio efectivo de los derechos de la mujer.
--(Aplausos en la Sala y en tribunas).
¡Gracias a los hombres que también aplaudieron¿!
--(Aplausos en la Sala y en tribunas).
Nos proponemos eliminar las discriminaciones de entrada a la mujer en el mundo laboral; promover la igual remuneración a igual mérito; evitar las segregaciones en los seguros de salud y en la previsión, y luchar sin descanso por terminar con la violencia en los hogares.
De igual manera, perfeccionaremos la ley de acoso sexual; haremos más eficientes los juicios por pensiones de alimentos, y garantizaremos la continuidad de las mujeres embarazadas o madres en los estudios. Erradicaremos la discriminación contra las mujeres en edad fértil en los planes ofrecidos por las isapres.
--(Aplausos en la Sala y en tribunas).
Dos cosas son igualmente ciertas: las mujeres tienen la capacidad para salir adelante; pero también necesitan mayores oportunidades para incorporarse al mundo moderno. Predicamos con el ejemplo. El gobierno paritario es el principio y no el fin del camino.
Chile será un país más desarrollado, justo y democrático cuando dejen de existir las poderosas barreras para la integración de las mujeres al trabajo, la cultura, la economía y la vida pública. Sin la presencia activa de la mujer no podremos derrotar la pobreza ni ser un país más competitivo.
Los chilenos me han encomendado una tarea que me honra. Me presenté al país con un programa de gobierno, el que estoy empeñada en cumplir.
Porque si realmente queremos prestigiar la actividad política, debemos comenzar por honrar nuestros compromisos. Éste es un Gobierno que a lo mejor no habla tanto, pero que cumple mucho; que dice y hace, y que enfrenta los problemas.
Fuimos transparentes en la campaña. Dijimos al país qué haríamos al iniciar el Gobierno. Ahí están el Plan de los 100 días y las 36 medidas.
Expresé: "Diré lo que pienso y haré lo que digo". Es mi estilo en la política. Se trata de cumplir la palabra y precisar las prioridades. Las medidas que propuse al país en ese Plan obedecen a una prioridad del Gobierno, y otras son el inicio de un proyecto mayor de reformas en áreas claves. Porque los chilenos y las chilenas quieren saber qué hará su Gobierno, cómo y cuándo.
LAS CUATRO TRANSFORMACIONES
Por eso la carta de navegación debe ser clara y conocida por todos. Hoy presento al país las cuatro grandes transformaciones que impulsará mi Gobierno. Se trata de grandes cambios en cuatro áreas que son cruciales para que podamos superar las exclusiones y construir una sociedad cada vez más acogedora e inclusiva.
Tenemos el mandato histórico para hacerlo. Tenemos el compromiso de llegar al año 2010 con un país más moderno, integrado y desarrollado.
La primera transformación se centra en el sistema de previsión. Sin pensiones dignas y seguras no puede haber una vejez tranquila.
La segunda transformación ocurrirá en la educación: necesitamos más salas cunas y jardines para los más pequeños, y escuelas y liceos de mayor calidad para los niños y niñas más grandes.
--(Aplausos en la Sala y en tribunas).
La tercera transformación tiene que ver con innovación y emprendimiento: una nueva política de desarrollo para el crecimiento.
La cuarta transformación nos permitirá tener barrios amables, con calidad de vida para las personas.
1. Reforma a las pensiones
Preocuparse de las jubilaciones de las chilenas y los chilenos ahora es un imperativo ético e histórico de nuestra sociedad y, en particular, de nuestra generación.
En el Plan de los 100 días ya dimos muestra de esta preocupación. Aprobamos dos medidas trascendentales, que consistieron en un reajuste extraordinario a las pensiones más bajas y en garantizar el derecho a la pensión asistencial a todos los mayores de 65 años que cumplan con los requisitos, medidas que benefician a más de un millón 200 mil personas.
Quiero agradecer hoy a este Congreso por haber aprobado rápidamente el proyecto de ley respectivo, lo que ha permitido que desde el 1º de mayo se estén pagando las pensiones ya reajustadas.
Pero ello no es suficiente. Lo central es la reforma al sistema privado de pensiones que hemos iniciado.
Nuestra misión es clara: queremos un sistema previsional que cubra a todos los trabajadores; un sistema capaz de servir por igual a los empleados y a los temporeros, a los profesionales y a los microempresarios; un sistema que dé cuenta de las diversas realidades de nuestro país. Porque la seguridad social es un derecho de todas y todos.
En su informe preliminar, el Consejo Asesor de la Reforma Previsional ha identificado los principales problemas. Ha detectado que incluso los más favorables al actual sistema reconocen la necesidad de perfeccionarlo, a la vez que ni siquiera los más críticos proponen terminar con el sistema de capitalización individual.
Existe amplio acuerdo en torno a ciertas áreas por reformar: buscar los mecanismos para ampliar la cobertura a todo tipo de trabajadores; incorporar a los independientes; perfeccionar las garantías mínimas; introducir más equidad entre hombres y mujeres; aumentar la competencia y la transparencia, e incrementar la rentabilidad de los fondos. Es decir, pensiones dignas y decentes.
Se trata de una gran reforma. Y en el segundo semestre de este año enviaré al Congreso el proyecto de ley correspondiente.
2. Una educación de calidad
Una sociedad inclusiva es una sociedad que educa. Hemos hecho mucho. Estamos llegando al 100 por ciento de las coberturas básica y media. Como sociedad, hemos garantizado el derecho de nuestros hijos a cursar doce años de escolaridad. También hemos mejorado y dignificado los espacios pedagógicos y entregado el material didáctico necesario para el aprendizaje.
Tenemos, entonces, una base sólida desde donde partir. Tenemos cimientos, casa y mobiliario. Tenemos derechos y tenemos conciencia sobre lo que nos falta por avanzar.
A qué los invito hoy:
Vamos a reformar profundamente la educación preescolar, porque es en los primeros años cuando se gestan las primeras exclusiones y desigualdades.
Ustedes ya lo saben: en el marco de las 36 medidas, estamos habilitando nuevas salas cunas en todo el país. A esta fecha hemos inaugurado 113 y llegaremos a la meta de 200. A fin de año habremos sobrepasado la meta de 800.
En los próximos cuatro años implantaremos un sistema de atención preescolar para pequeños de entre uno y tres años, que entregará atención a todos los niños de hogares pertenecientes al 40 por ciento más pobre de la población.
Nuestra meta es universalizar el kínder y el prekínder. En estos primeros días de gobierno ya hemos ampliado en 20 mil nuevos cupos el prekínder. Nunca más habrá un niño en primero básico que pise por primera vez la escuela.
No me olvido, por supuesto, de la educación general, básica y media. ¿Qué es lo que más nos preocupa? Calidad, calidad y más calidad para todos nuestros niños.
Sin docentes realmente capacitados para formar niños de orígenes diversos no es posible avanzar en calidad. Para eso estamos trabajando con las universidades, a los efectos de establecer lineamientos comunes en la formación de los docentes, y exigiendo la acreditación de los centros formadores de profesores.
Otro punto fundamental: generar oferta educativa de calidad pasa por incrementar los recursos disponibles para educar a los niños que tienen menos.
Lo digo con toda claridad: más recursos para los niños de familias con menores ingresos. Sí. Pero también más rendimiento de las escuelas a donde esos niños asisten. Por eso pido a este Congreso que apruebe prontamente el proyecto de ley sobre subvención preferencial.
En la educación pública redoblaremos el trabajo con nuestros alcaldes, para que los municipios gestionen con eficacia y eficiencia sus escuelas. Apoyaremos a 100 escuelas prioritarias en el país, en las zonas con mayor población, y a 50 liceos prioritarios en todo Chile. De lo que se trata es de que reciban el apoyo experto de universidades e instituciones prestigiosas para tener escuelas y liceos de excelencia a lo largo del territorio. Así pondremos al alcance de los niños y jóvenes de los sectores vulnerables de Chile la misma calidad de que gozan los alumnos del mejor colegio privado.
--(Aplausos en la Sala y en tribunas).
Tenemos otra asignatura pendiente. En 1990, la mitad de los chilenos mayores de edad no había completado su educación media. El Presidente Lagos inició el programa Chile Califica. En mi Gobierno, más de 800 mil chilenos podrán completar sus estudios básicos y medios, acompañando este esfuerzo con la formación en oficios para los adultos.
En educación superior también tenemos una buena base. Hoy en Chile el 70 por ciento de los estudiantes viene de familias en que nunca nadie antes fue a la universidad.
En estos 70 días de gobierno ya estamos superando los 170 mil estudiantes con beneficios. Pero debemos ir más allá. De lo que se trata ahora es de implementar un Sistema Nacional de Becas que permita ofrecer programas integrales de beneficios: becas de aranceles, pero también de alimentación, movilización y otras formas de ayuda. En una línea: un apoyo integral para que los jóvenes puedan finalizar sus estudios superiores.
Porque no quiero un Chile de compartimentos estancos, sin movilidad social. Quiero un Chile que premie el esfuerzo y el mérito.
En esta gran transformación, amigas y amigos, nos jugamos nuestro futuro como país.
3. Innovación para el desarrollo
Chile es hoy una nación de ingresos medios. Si seguimos haciendo las cosas bien, pronto podremos alcanzar los ingresos de un país desarrollado. Para eso debemos crecer, y de modo sostenido.
La productividad es clave para el crecimiento económico moderno. Subirla a veces implica adoptar o adaptar un nuevo proceso productivo, por básico que sea; a veces, organizarnos mejor, para perder menos tiempo, o usar más eficientemente máquinas y equipos. Para ello, la regulación estatal debe ser una ayuda, no una traba. Por eso, me he comprometido a reducir trámites innecesarios.
Aumentar la productividad también implica innovar, introducir nuevos productos y añadir tecnología a nuestras exportaciones. Quiero un país en que exportemos no sólo cobre, sino también software para la minería; no sólo fruta, sino además técnicas para empacar y preservar los alimentos; no sólo salmones, sino asimismo vacunas para prevenir las enfermedades de los peces.
¿Cómo se logra todo eso?
Sobre este punto se han librado muchas batallas ideológicas, no siempre fructíferas. En las décadas de los 50 y los 60, algunos argumentaban que sólo la planificación centralizada redundaría en mayor productividad y crecimiento. En décadas posteriores, otros sostenían que bastaba con dejar funcionar al mercado para que los privados aprovecharan cada oportunidad de innovación. Hoy, ambos enfoques extremos están desacreditados.
Nadie duda de que son las personas, respondiendo a incentivos del mercado, las que llevan a cabo el grueso de la innovación productiva. Pero, así como el mercado tiene grandes logros, también a veces falla. Puede ocurrir que los incentivos privados no sean suficientes para que se concrete la inversión socialmente deseable o que esa inversión no ocurra por falta de coordinación entre los privados.
Por eso, hoy existe gran consenso en que los países necesitan una política de innovación y desarrollo: una política activa, de colaboración público-privada, en que participen las empresas, las universidades, los centros de investigación y las agencias estatales, a través de estímulos focalizados. No basta con otorgar beneficios tributarios como sostienen algunos.
Esta tarea conduce a construir lo que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico -el club de los países ricos- llama "Sistema Nacional de Innovación". Actualmente, en Chile gastamos muy poco en innovación: apenas 0,6 por ciento del producto. Y dos tercios de este gasto lo hace el Gobierno, mientras que en las naciones exitosas la inmensa mayoría de los dineros para dicho fin provienen de la empresa privada.
Aquí, nuestro país sin duda tiene una gran tarea pendiente. Hoy ratifico el compromiso de mi Gobierno de aplicar una nueva política de desarrollo, orientada al conocimiento y la innovación.
En agosto de 2005 entró al Congreso Nacional una iniciativa legal que crea el Fondo de Innovación para la Competitividad. Este proyecto deposita en un Consejo de Innovación para la Competitividad la responsabilidad de formular y sugerir al Presidente de la República una estrategia de largo plazo y proponer anualmente los usos del Fondo.
Los dineros recaudados por el impuesto específico a la minería serán la fuente principal de financiamiento de ese esfuerzo de innovación. Pero no se trata de atar este gasto público a los vaivenes de la economía internacional. Por ello, el aporte anual se fijará con el criterio de precio de largo plazo del cobre y los excedentes, si existieren, se destinarán a una cuenta especial para financiar un esfuerzo sostenido de innovación.
El sector público aumentará en 50 por ciento su gasto en investigación y desarrollo. Y nuestra meta es que para el Bicentenario el país destine más de uno por ciento del producto interno bruto a investigación y desarrollo y que una parte muy importante de este gasto venga de las empresas, tal como ocurre en las naciones avanzadas.
Modernizaremos las instituciones para ponerlas a la altura de ese reto. Chile tiene hoy más de 30 programas o agencias públicas de fomento productivo, muchos de ellos bien evaluados. Pero existe poca coordinación, duplicación de funciones y una presencia insuficiente en Regiones.
En cumplimiento del Plan de los 100 Días, ya hemos creado el marco legal para instalar agencias regionales de desarrollo productivo. Estas agencias fijarán prioridades y coordinarán los esfuerzos de todos los programas públicos de fomento que operan en cada una de las Regiones de Chile.
Y queremos, además, avanzar hacia oficinas provinciales de fomento productivo.
También flexibilizaremos y ampliaremos los mecanismos de la CORFO para apoyar proyectos individuales de innovación, de manera que sean accesibles a más empresas, especialmente a las pequeñas.
Hoy existen 627 mil pequeñas empresas y microempresas formales, que emplean 70 por ciento de la fuerza laboral. Pero este sector produce sólo 17 por ciento de las ventas y menos de 2 por ciento de las exportaciones. Éstos son niveles muy inferiores a los de los países desarrollados. Por eso, reitero una vez más el compromiso de mi Gobierno de apoyar el crecimiento y modernización de las pequeñas y medianas empresas.
--(Aplausos en la Sala y en tribunas).
El viernes recién pasado se firmó el decreto que establece una ventanilla digital única a través de la cual las pequeñas empresas pueden realizar todos sus trámites. ¡Queremos emprendedores dedicados a mejorar sus productos, no a acumular papeles y llenar formularios!
En materia de financiamiento, el BancoEstado mantendrá un sostenido crecimiento. En 2008 contará con una cartera de 300 mil clientes microempresarios. Y perfeccionaremos el impuesto de timbres y estampillas, para así tener más competencia y menor costo de financiamiento.
--(Aplausos en la Sala y en tribunas).
Durante el mes de junio enviaré al Congreso el proyecto de ley que establece un sistema simplificado de tributación para microempresas y pequeñas empresas, tal como lo contempla la medida número 22. Este nuevo sistema les permitirá cumplir con sus obligaciones tributarias expeditamente, pero a la vez aumentar su liquidez y generar incentivos a la inversión.
Los empresarios que se acojan a ese sistema podrán realizar la declaración y pago del impuesto de primera categoría por Internet, del mismo modo en que muchas personas naturales efectuamos hoy nuestras declaraciones de impuesto a la renta. Así, las pequeñas empresas podrán ahorrar costos y tiempo.
Redoblaremos los esfuerzos para hacer de Chile una plataforma exportadora de servicios, especialmente hacia América Latina. Nuestros logros en exportación de bienes debemos complementarlos ahora con la exportación de servicios, ya sean de ingeniería y construcción, financieros o informáticos, o de transportes y telecomunicaciones.
El acceso a las tecnologías de la información será una prioridad. Ellas son la infraestructura invisible de esta nueva época. Así como la electricidad y el agua potable fueron los servicios básicos del siglo XX, mi Gobierno se preocupará de garantizar el acceso universal a la sociedad de la información. En 2010, diez mil escuelas y liceos se hallarán incorporados a la red Enlaces. Además, alfabetizaremos digitalmente a un millón de ciudadanos.
En resumen, durante los próximos cuatro años transformaremos la política de fomento productivo en Chile al crear un nuevo sistema nacional de innovación. En este sistema, el Estado, el sector privado, las universidades y otras organizaciones no gubernamentales serán socios.
La transformación es indispensable: convertirnos en un país más innovador y productivo. Sólo así podremos aspirar a los estándares de vida de las naciones desarrolladas.
4. Vivienda y ciudad
Queremos ciudades amables. Que la gente las sienta propias, respetuosas de su patrimonio. Nuestra política urbana se orienta hacia la calidad de vida y la equidad territorial.
Lo primero tiene que ver con la construcción de viviendas. Hemos construido más de un millón y medio de unidades en los últimos 16 años. Ahora aplicaremos una estrategia que ponga en su centro la calidad de lo que se construye y revierta la segregación social.
¿Cómo lo haremos? Eliminaremos campamentos y ayudaremos a los allegados. Pondremos todo nuestro esfuerzo en reducir drásticamente el déficit de vivienda del 20 por ciento más pobre de la población. Éste será un desafío principal de mi Gobierno.
Mejoraremos los estándares de calidad. ¡Queremos casas que no se lluevan en invierno ni que tengan daños estructurales al cabo de un par de años! Vamos a fortalecer la legislación y la fiscalización para garantizar la calidad de lo que se construya.
--(Aplausos en la Sala y en tribunas).
Aceleraremos los programas de reparación de viviendas. ¡Y demoleremos las casas que no puedan repararse y construiremos otras nuevas!
--(Aplausos en la Sala y en tribunas).
¡Eso es lo que merecen los ciudadanos!
También aceleraremos las reparaciones de los inmuebles afectados por el terremoto en el Norte Grande.
Queremos mejores viviendas. Aumentaremos la superficie mínima de las nuevas. Y apoyaremos a las familias que quieran ampliar sus casas y departamentos. Porque deseamos garantizar condiciones dignas para todas las personas.
Y lo más importante: mejoraremos el entorno en que vivimos los chilenos. En los últimos 16 años hemos estado abocados, fundamentalmente, a construir viviendas por el gran déficit que teníamos. Ahora nos centraremos en construir barrios. Queremos barrios seguros, iluminados, con áreas verdes y espacios para el deporte y la vida al aire libre; más plazas y más parques. Repararemos calles y veredas. Eliminaremos microvertederos y estimularemos los programas de limpieza y aseo. ¡Los chilenos tenemos el derecho de vivir en vecindarios más acogedores!
Y de ningún modo me olvido de la clase media. He instruido a la señora Ministra de Vivienda para que perfeccione el subsidio habitacional dirigido a quienes, estando sobre la línea de la pobreza, no pueden obtener el crédito hipotecario.
También vamos a incentivar la adquisición de viviendas usadas, como una manera de diversificar la oferta inmobiliaria hacia la clase media.
Recuperaremos los barrios consolidados que con el paso del tiempo se han ido deteriorando. Es una de las 36 medidas. Se trata de ir abordando, con creatividad y participación activa de los vecinos, las acciones necesarias para mejorar las condiciones de 200 barrios en todo Chile.
Esa tarea irá de la mano con la política de recuperación de barrios patrimoniales. Ya lo dije hace unos días aquí mismo, en Valparaíso: tenemos la responsabilidad, con el país y el mundo, de cuidar nuestro patrimonio, nuestra identidad. Para ello destinaremos tanto los subsidios de renovación urbana como los proyectos de recuperación patrimonial.
Queremos ciudades bellas, amables, equitativas. Esto supone una política urbana moderna, con sentido del territorio. Supone fortalecer la legislación e incorporar las variables ambientales y de integración social en los instrumentos de planificación territorial.
Chilenas y chilenos:
Cuando cumplamos 200 años como nación independiente, en 2010, estas cuatro transformaciones habrán sentado las bases de la sociedad moderna e inclusiva que queremos seguir construyendo. Ese año 2010, al final de mi Gobierno, los ciudadanos evaluarán si hemos cumplido con estas cuatro grandes metas.
¡Tenemos que trabajar mucho! ¡Ese es mi llamado!
El precio del cobre constituye hoy una oportunidad, pero también un desafío. La historia de América Latina muestra demasiados auges mal administrados que terminaron en crisis. Nuestro continente es abundante en petróleo, estaño, trigo, café. Sin embargo, ninguna de estas riquezas ha garantizado el desarrollo a las naciones que las poseen.
En Chile, el auge del salitre financió, hace un siglo, una prosperidad pasajera, pero no sentó las bases del despegue económico sostenido que el país anhelaba. Cuando el precio cayó y las exportaciones colapsaron, nuestra nación entró en la depresión económica más profunda de su historia.
La situación, por tanto, produce entusiasmo, pero requiere también prudencia. Hemos visto cómo el precio del cobre sube y después cae: diez por ciento en la semana pasada. No nos engañemos, entonces. Estos altos precios son, con seguridad, transitorios. Para que nuestra prosperidad no sea igualmente transitoria, debemos administrar muy bien estos mayores ingresos, con prudencia y sabiduría. ¡Ese es nuestro desafío!
¿Qué significa actuar con prudencia? Significa gastar una parte de los mayores ingresos del cobre y ahorrar otra. Chile tiene la fortuna de contar con instituciones y reglas claras que guían la política fiscal. Y vamos a aplicar esas reglas con rigor.
Reitero hoy el compromiso de mi Administración con la meta del superávit estructural de uno por ciento, tal como lo afirmé en la campaña y en mi programa de Gobierno.
--(Aplausos en la Sala y en tribunas).
Siempre dije que financiaríamos nuestro amplio programa de protección social con el mayor precio del cobre de largo plazo. Y así lo haremos. En el Presupuesto de 2007 y en los de los años posteriores de mi Gobierno gastaremos aquella parte de nuestros mayores ingresos que sea permanente y no pasajera. Porque no se trata de conceder mayores beneficios a las personas para quitárselos más adelante, cuando el precio del metal rojo caiga. Al contrario, pondremos en práctica una política social ambiciosa, pero al mismo tiempo sustentable. Y con estos mayores recursos de largo plazo ayudaremos también a financiar las cuatro transformaciones que he planteado hoy al país.
El alto precio del cobre nos pone también otro desafío: que el boom de los minerales no sea a costa de nuestras otras exportaciones. La apertura al mundo y la penetración de nuevos mercados con nuevos productos han sido los motores de nuestra modernización económica. En Chile, una estrategia de desarrollo es necesariamente una estrategia exportadora. Reitero hoy, también, mi compromiso con la competitividad internacional de nuestra economía.
Hemos adoptado y seguiremos adoptando medidas para preservar esa competitividad. Cuando los mayores recursos del cobre entran al país y se gastan localmente, se presiona el valor del dólar. Esa es una razón más para ahorrar parte de tales ingresos y para hacerlo en el extranjero.
Por eso, mi Gobierno, en el proyecto de ley de Responsabilidad Fiscal, ha propuesto al Congreso la creación de dos fondos: uno de Garantía de Pensiones y otro de Estabilización Económica y Social. En ellos vamos a depositar los ahorros de este auge pasajero.
Así podremos garantizar el cumplimiento de nuestros compromisos sociales en el futuro, además de ayudar a la competitividad de nuestras exportaciones. Y lo que es muy importante: estas inversiones se harán con toda la seguridad y transparencia que los ciudadanos merecen.
Por todas esas razones, hago un llamado a los Parlamentarios a aprobar a la brevedad dicho proyecto de ley.
--(Aplausos en la Sala y en tribunas).
El ahorro trae beneficios en el futuro, pero también ganancias en el presente. Precisamente porque hemos sido prudentes, el Fisco tiene hoy activos financieros que le reportan intereses. En este año 2006, siempre dentro del marco del superávit estructural, vamos a gastar estos ingresos extras en proyectos de directo beneficio social.
Con esos recursos compraremos nuevos equipos para los hospitales de regiones.
--(Aplausos en la Sala y en tribunas).
La inversión en equipamiento hospitalario subirá 83 por ciento este año. Tendremos nuevas salas de operaciones, totalmente equipadas, incluidas máquinas de anestesia. Así reduciremos los tiempos de espera para una cirugía. Adquiriremos 16 mamógrafos, a fin de cubrir 100 por ciento de las necesidades de exámenes de mamas, para disminuir el riesgo de cáncer.
Además, compraremos 150 nuevas ambulancias, que serán distribuidas por todo el país, y clínicas dentales móviles que nos permitan llegar a los lugares más apartados, acercando la salud bucal a muchas chilenas y chilenos de bajos recursos.
Y porque queremos barrios más seguros, adquiriremos 280 nuevos retenes móviles para las comunas en más alto riesgo. Asimismo, equiparemos a las unidades investigativas, para apoyar mejor a las fiscalías creadas por la reforma procesal penal.
Para mejorar el control policial del contrabando y del narcotráfico, potenciaremos el Plan Vigía al comprar un vehículo aéreo para Carabineros, dotado de sensores infrarrojos y cámaras de video. ¡Queremos fronteras seguras, libres de narcotraficantes!
--(Aplausos en la Sala y en tribunas).
También iremos en apoyo de nuestra agricultura adquiriendo maquinarias y tecnologías de riego de última generación para pequeños productores campesinos y agricultores medianos de maíz en la Sexta Región y de arroz en la Séptima. Desarrollaremos un programa¿
--(Aplausos en la Sala y en tribunas).
¡Esos son los Senadores de la Región, claro¿! ¡Vienen más anuncios! ¡Vienen más!
Desarrollaremos un programa para mejorar la ganadería bovina de los pequeños productores, principalmente de la Novena y Décima Regiones, y así integrarlos a la cadena exportadora.
--(Aplausos en la Sala y en tribunas).
Son algunos ejemplos. Vamos a hacer más cosas.
Dotaremos a la Corporación Nacional Forestal de nuevos aviones: no queremos volver a presenciar cómo los incendios consumen nuestros bosques.
--(Aplausos en la Sala y en tribunas).
Beneficiaremos a los exportadores con dos medidas: inyectaremos mayores recursos al Fondo de Garantía de Pequeños Empresarios, que administra BancoEstado, lo que beneficiará a todos los emprendedores de Chile, e impulsaremos una ambiciosa campaña de imagen país, en conjunto con el sector privado.
La educación no estará ausente de este esfuerzo adicional del año 2006: incrementaremos en 50 por ciento el número de jóvenes que salen a estudiar al extranjero con la Beca Presidente de la República.
--(Aplausos en la Sala y en tribunas).
Queremos más chilenas y chilenos educados en las mejores universidades del mundo, que después vuelvan a nuestra patria a hacer su aporte al bien común.
Se trata de programas concretos para 2006. Son actividades en que el gasto se realiza en el exterior, de modo de no afectar la competitividad; pero los beneficios serán percibidos por las personas en Chile.
Hoy he planteado al país cuatro grandes transformaciones que acometeremos de aquí a 2010. Pero ahí no termina la labor de mi Gobierno. También he identificado cuatro áreas en que concretaremos grandes avances. La primera es la protección social.
1. Un Chile más seguro
Un buen sistema de protección social acompaña a las personas a lo largo de su ciclo vital, protegiendo sus primeros pasos, asegurando el acceso a las oportunidades de educarse y trabajar, cubriendo los riesgos de enfermedad e invalidez y garantizando una vejez digna. Eso es lo que pretendemos lograr.
La construcción de este sistema ¿con sus expresiones en el empleo, la educación, la salud, la vivienda y la previsión¿ es un objetivo prioritario y articulador de mi Gobierno. Gracias a los avances alcanzados durante muchos años, ésta es hoy una tarea posible.
Es un tremendo desafío de gestión, que requiere la reforma de varias políticas públicas. Vamos a comenzar por renovar la caracterización social de los hogares chilenos. La ficha CAS ha quedado obsoleta. Por eso estamos diseñando la nueva Ficha de Protección Social.
--(Aplausos en la Sala y en tribunas).
No se puede seguir castigando los años de esfuerzo que permitieron a los chilenos adquirir bienes tan básicos como un televisor o un refrigerador o acceder al sueño de la casa propia, ni mucho menos castigar logros educacionales. Al revés, se trata de premiar el esfuerzo. Con la nueva ficha podremos focalizar aún más ciertas políticas sociales claves, como las pensiones asistenciales y los subsidios habitacionales.
La seguridad en el empleo es otro de los pilares del Chile más seguro que vamos a construir. Queremos más empleo y de mejor calidad. Trabajo decente, como he dicho tantas veces.
Esta semana hemos dado un paso para mejorar las condiciones de trabajo de muchas chilenas y chilenos. Hemos logrado un importante acuerdo con todos los sectores políticos respecto del proyecto de ley de subcontratación. Tendremos una ley que evite abusos sin afectar el empleo o el funcionamiento de las pequeñas empresas.
Pero éste no es sólo un asunto legal. Quiero apelar a la responsabilidad social de toda persona que contrate a alguien, para que seamos capaces de colocarnos en el papel del trabajador y pensar que todo ser humano merece un trato digno. Por eso digo que el trabajo decente es un imperativo, no sólo legal, sino también moral.
Igualmente queremos que más chilenos, especialmente jóvenes y mujeres, puedan tener acceso al mundo del trabajo.
Hace pocos días envié un proyecto de ley al Congreso para aumentar los beneficios del contrato de aprendizaje para jóvenes, subiendo el subsidio de 40 a 50 por ciento del sueldo mínimo y ampliando la edad para acceder a este programa de 21 a 25 años, como estaba consignado en una de las 36 medidas. También he dispuesto incrementar los recursos disponibles para este subsidio. Y espero que el Parlamento apruebe prontamente esta medida, que va a ir en beneficio de muchos jóvenes.
El Consejo de Reforma Previsional se encuentra estudiando otra de las propuestas que hicimos al país en el Plan de los Cien Días y que se materializará, sin duda, en un proyecto de ley. Me refiero al subsidio que pretendemos entregar a las cotizaciones previsionales de los jóvenes de menores ingresos.
Porque no queremos promover cualquier tipo de empleo. Queremos jóvenes con contrato, que aprendan, que se integren a la sociedad.
Para las mujeres la situación es similarmente desigual. Sólo 37 por ciento de ellas tiene un empleo fuera de casa. Y todos saben lo mucho que además trabajamos en el hogar. En otros países de América Latina esta cifra se acerca a 50 por ciento, y en Europa, a 80 por ciento.
El Informe de Competitividad del Foro Económico Mundial sitúa muy bien a Chile en varias categorías. Pero en las tres que evalúan el mercado laboral femenino nuestro país aparece en el puesto 96, entre 104 naciones.
Tenemos que hacer algo ya. Promoveremos la jornada parcial y el teletrabajo. Ampliaremos dramáticamente la cobertura preescolar, para que las mujeres trabajen tranquilas, en la seguridad de que sus hijos estarán bien atendidos.
Pero, a veces, el trabajo se acaba, y por eso existe el seguro de cesantía. Y ésta fue una enorme herramienta de protección que creó el Gobierno pasado, la cual queremos potenciar. Hoy son más de tres millones y medio los chilenos protegidos por este mecanismo, en caso de perder su empleo.
Propondremos una reforma que amplíe sus beneficios y su cobertura. Diseñaremos incentivos para trabajadores independientes y por cuenta propia, a la vez que ampliaremos las condiciones de acceso al Fondo Solidario de Desempleo, de manera que los trabajadores que no cuentan con contrato indefinido o aquellos que tienen menos de doce cotizaciones continuas puedan tener acceso a él.
Es un hecho que la economía a veces demora en traducir crecimiento en más puestos de trabajo. Ahí debe hallarse el Estado, atento, para ir en ayuda de quienes lo necesitan.
Tenemos toda una batería de instrumentos de apoyo, que van desde el empleo directo hasta el fomento al microemprendimiento. Ello nos va a permitir generar 130 mil empleos en el tercer trimestre, en pleno invierno, que es el período en que aumenta estacionalmente el desempleo. Lo haremos, además, bajo un nuevo diseño de mayor rigor y transparencia que anuncié hace algunas semanas.
El país sabe que estamos cumpliendo. En el Plan de los Cien Días dijimos que iríamos en ayuda de aquellas ciudades que por diversas razones se encuentran especialmente deprimidas. Ya hemos anunciado 7 mil 500 puestos de trabajo para Talcahuano y 8 mil 600 para Valparaíso. Y pronto estaremos en Coronel y en San Antonio.
--(Aplausos en la Sala y en tribunas).
Déjenme decir que también estoy convencida de que el empleo decente se promueve fortaleciendo la organización sindical. Impulsaremos un programa de diálogo social que reúna a trabajadores, empresarios y Gobierno. Porque Chile lo construimos entre todos. Y, sin duda, las relaciones laborales modernas son parte fundamental de esta construcción.
De igual modo, avanzaremos en la lucha contra la pobreza. La meta para 2010 es ambiciosa: indigencia cero.
Este año ampliaremos el programa Chile Solidario a 7 mil 254 personas en situación de calle y casi 15 mil adultos mayores que viven solos. Además, incorporaremos 50 mil nuevas familias al programa Puente. Esto quiere decir que al terminar el año 2006 estarán protegidas 290 mil familias, que suman cerca de un millón de personas en extrema pobreza.
Quiero anunciar, además, que esas personas tendrán una tarjeta especial del Sistema Chile Solidario, para que accedan a una atención preferente en todos los servicios sociales.
Por cierto, los adultos mayores tendrán mi especial preocupación. Una mejor previsión, claro; pero igualmente programas para desarrollar otras áreas: salud, educación, recreación, turismo para la clase media. Pero también, para los más pobres, atención y respeto de parte de todos nosotros. No quiero que nos olvidemos de nuestros padres y abuelos.
Un Chile más seguro es un Chile más sano.
La puerta de entrada al sistema de salud es la atención primaria. Y quiero una salud más cercana, de mayor calidad, con consultorios dotados de mayor resolutividad. Tendremos más equipos, más medicamentos, especialistas, atención de salud mental y dental.
En estos días hemos avanzado en esa dirección. Estamos construyendo 65 Centros Comunitarios de Salud Familiar. Centros en los barrios, podríamos decir. Al cumplirse los cien días, 260 mil personas tendrán acceso a estos centros. Al cabo de mi Gobierno tendremos 100 centros comunitarios en todo el país.
Eso no quiere decir que no vamos a seguir con el resto, con consultorios y hospitales. Este año, además, vamos a inaugurar 31 nuevos consultorios, y seguiremos edificando más para terminar con el déficit durante mi Gobierno.
Continuaremos la reforma de la salud. El 1º de julio entrarán en régimen 15 nuevas patologías, con lo que sumaremos 40 en el sistema AUGE. Y al cabo de mi Gobierno tendremos las 80 principales patologías en el régimen de garantías.
FONASA continuará su importante labor. Ya aseguramos la gratuidad en la atención a los mayores de 60 años, pero hay otros sectores que requieren especial consideración, como son las temporeras y temporeros y los trabajadores independientes.
Queremos una salud más digna. El Chile más sano reconoce también los derechos y deberes de las personas. Voy a persistir en el actual proyecto de ley y enviaré próximamente indicaciones que den curso a la deliberación parlamentaria.
Seguiremos construyendo un nuevo trato a los pacientes. He instruido a la Ministra de Salud para que amplíe el horario de visitas a un mínimo de seis horas diarias. E iniciaremos un programa para que los padres puedan acompañar, incluso de noche, a los niños hospitalizados.
--(Aplausos en la Sala y en tribunas)
Y respecto de las personas que no pueden valerse por sí mismas, impulsaremos la capacitación de quienes estén a cargo de su cuidado y también un apoyo desde la atención primaria. Al mismo tiempo, hemos creado un beneficio especial para apoyar a los que deban cumplir con la abnegada tarea de atender a un familiar postrado. Es una de las 36 medidas y vamos a cumplirla.
Queremos salud de calidad, oportuna, eficiente. Construiremos, a través del sistema de concesiones, los hospitales de Maipú y La Florida. Renovaremos el hospital de Isla de Pascua. Mejoraremos y ampliaremos los hospitales de Concepción, Temuco, Antofagasta, Alto Hospicio, Talca, Curanilahue y Castro. El mismo esfuerzo de renovación haremos con los hospitales de Arica, Osorno, Copiapó, Punta Arenas, entre otros.
Queremos reforzar la prevención y la promoción de estilos de vida saludables. Promoveremos la alimentación saludable. Nos preocuparemos de la obesidad, fomentaremos el deporte y la recreación.
2. Un Chile más próspero
Pero ¿cómo lograr un mayor crecimiento económico? Ya he dado una clave: productividad.
Otra clave está en la inversión, y aquí andamos muy bien. La estabilidad, la confianza, las buenas políticas y las bajas tasas de interés dan frutos. Este año alcanzaremos un récord, llegando a una inversión de más de 30 por ciento del Producto Interno Bruto.
Actualmente, hay más de 25 mil millones de dólares en inversiones privadas proyectadas para 2006-2010. Mi Gobierno hará lo necesario para que éstas y otras inversiones se materialicen.
Asimismo, invertiremos en infraestructura e integración física. Lo que hemos hecho en los últimos años en obras públicas no tiene precedentes. Hoy iniciamos una segunda etapa.
Tenemos la obligación de velar por la calidad de lo que se construye y el deber de cuidar el patrimonio fiscal. Enviaré un proyecto de ley que crea una Superintendencia de Obras Públicas, que fiscalice que todas las obras públicas sirvan adecuadamente a la ciudadanía. Al mismo tiempo, perfeccionaremos el sistema de concesiones, para resguardar en debida forma el interés público.
Promoveremos la competitividad de los sectores productivos, especialmente de aquellos que sostienen el crecimiento del empleo, como la minería, la agricultura o el turismo.
Vamos a reforzar nuestra red de aeropuertos de alto estándar en todo el país. Aceleraremos la construcción de la ruta Interlagos hasta Cochamó. Avanzaremos en la ruta altiplánica hasta San Pedro de Atacama y en la ruta austral en la Décima Región.
Seguiremos avanzando en la integración física con Argentina y Bolivia, con obras como el tren trasandino y los pasos Pehuenche y Aguas Negras, entre otros. En el norte consolidaremos las rutas de Arica-Tambo Quemado e Iquique-Huara-Colchane.
También impulsaré un programa de Concesiones de Redes Viales para mejorar las rutas regionales. Porque junto con construir un país más competitivo, requerimos infraestructura que mejore la calidad de vida de las personas.
Habilitaremos la doble vía Copiapó-Vallenar-Caldera.
--(Aplausos en la Sala y en tribunas)
Mejoraremos la conexión intermodal en toda la zona patagónica, desde Puerto Montt hasta Puerto Natales, pasando por Chiloé, Palena y Puerto Yungay. Además, facilitaremos la conectividad de más de 54 localidades aisladas.
Esta preocupación por las zonas aisladas también se reflejará en territorios como Arauco, donde construiremos la doble vía desde los puertos de Biobío hasta Coronel, y desde éste hasta Tres Pinos.
--(Aplausos en la Sala y en tribunas).
En esta línea de mejoramiento de la calidad de vida, quiero anunciar que enviaré al Congreso Nacional una indicación al proyecto de ley sobre colectores de aguas lluvias, para facilitar la incorporación del capital privado en dichas obras. Se trata de solucionar el problema de las inundaciones de una vez por todas.
Al año 2010, completaremos la infraestructura portuaria de la pesca artesanal en la mayor parte de las caletas, favoreciendo a más de 19 mil pescadores.
Seguiremos priorizando la construcción de by-pass para sacar el tránsito de camiones de las ciudades. Lo haremos en San Pedro de la Paz y en Penco, entre otros lugares.
Estoy cierta de que todo este avance redundará en mayor competitividad, integración de zonas excluidas y mejoramiento de la calidad de vida de las personas.
Durante la campaña presidencial adquirí un compromiso con el mundo rural: tenemos las condiciones, si trabajamos bien, para convertir a Chile en una potencia alimentaria a nivel mundial.
Hoy, la industria agroalimentaria genera aproximadamente 25 por ciento del PIB y ocupa cerca de 20 por ciento de la fuerza de trabajo. Podemos crecer aún más. Como Estado, orientaremos todos nuestros esfuerzos, institucionalidad e instrumentos de fomento en ese sentido. Por cierto, eso incluye contar, al término de mi Gobierno, con un Ministerio de Agricultura y Alimentación.
Ya he mencionado el apoyo extraordinario que daremos a la agricultura con los recursos que hemos ahorrado. También fortaleceremos al Servicio Agrícola y Ganadero y apoyaremos aquellas obras hidráulicas que son indispensables para el desarrollo de la agricultura.
Incorporaremos más de 204 mil hectáreas de riego a la producción agrícola nacional. Terminaremos el Sistema Laja-Diguillín, Faja Maisan y Corrales, en el Valle del Choapa. Daremos inicio a la construcción de los embalses El Bato, en Illapel, y Convento Viejo, en Chimbarongo. Agregaremos Ancoa, en Linares, y mediante el sistema de concesiones, Punilla, en Ñuble, y Puntilla del Viento, en Aconcagua.
--(Aplausos en la Sala y en tribunas).
Queremos un desarrollo agrario inclusivo. El éxito de las grandes cifras es sólo aparente si no llega a las personas. Por eso, potenciaremos la agricultura familiar campesina y nos preocuparemos de sus deudas, su acceso al crédito y su inserción en la cadena exportadora.
--(Aplausos en la Sala y en tribunas).
Y, muy especialmente, nos preocuparemos de las condiciones laborales, seguridad e higiene de los trabajadores y trabajadoras del campo.
Pero cuando la economía crece, sin duda uno de los grandes desafíos es contar con la energía suficiente. Hemos planteado al país un plan ambicioso pero realista, que garantice autonomía e independencia, diversificación y eficiencia energética.
La seguridad energética tiene un costo; sin embargo, la falta de energía tiene un costo aún mayor.
En esta línea se enmarcan las acciones que estamos tomando, como son el proyecto de GNL en Quinteros; las prospecciones de gas en Tierra del Fuego; la puesta en marcha de un activo programa público-privado de eficiencia energética; el fomento al desarrollo de la agroenergía; así como una activa participación en instancias de diálogo con países de la región para fomentar la interconexión energética subcontinental.
Chile debe utilizar todos los recursos de los que dispone para la generación eléctrica, incluyendo los recursos renovables. Entre ellos, hidráulicos, eólicos y geotérmicos, por mencionar algunos. El agua, viento y vapor son parte de nuestra riqueza. El país no puede darse el lujo de no usar estos recursos, especialmente a la luz de un escenario mundial marcado por restricciones y altos precios.
Sé que existe preocupación en la gente, en la clase media, respecto de la inestabilidad y las alzas en el precio de los combustibles. Comparto esa preocupación. Por ello, tomaremos medidas.
Por una parte, renovaremos el Fondo de Estabilización del Precio de los Combustibles. Prontamente enviaremos un proyecto de ley para crear un nuevo fondo, similar en objetivo y operatoria al anterior, pero con algunas mejoras técnicas.
Pero quiero ser clara. En todo el mundo los combustibles son más caros que hace un año. Chile no es la excepción. El fondo sólo puede atenuar las fluctuaciones, no cambiar la tendencia de los precios.
Por eso he decidido proteger a los más afectados con esta alza. Entregaré un bono especial a todas las familias del Chile Solidario, a las familias que reciben el subsidio único familiar y a las familias que reciben asignaciones familiares por rentas inferiores a 180 mil pesos. Todas ellas, más de un millón 225 mil familias, percibirán este bono especial de 18 mil pesos este invierno.
--(Aplausos en la Sala y en tribunas).
Si la energía es un desafío para el crecimiento de la economía, otro gran desafío es nuestra estrategia de desarrollo del medioambiente.
El desafío es encontrar un buen equilibrio entre crecimiento, desarrollo y protección ambiental. Impulsaremos una nueva política ambiental, más exigente y moderna, basada en el desarrollo sustentable y la participación social.
Ningún proyecto de inversión podrá pretender hacerse rentable a costa del medioambiente. Tampoco evaluaremos proyectos aislados, sino que incorporaremos el ordenamiento territorial, el manejo integrado de cuencas, como eje de nuestra nueva política.
Ya he enviado al Parlamento un proyecto de ley que crea la figura de Presidente del Consejo de Ministros de CONAMA, quien tendrá rango de Ministro, porque queremos dar al tema la relevancia que merece.
Si el Congreso así lo aprueba, pronto podrá jurar, por primera vez en la historia de Chile, un Ministro o Ministra del Medioambiente. Esa persona tendrá la misión de reestructurar la nueva institucionalidad, lo que incluye, por cierto, la creación del Ministerio del Medioambiente y de una Superintendencia Ambiental, para privilegiar una fiscalización más activa y a la vez más preventiva.
--(Aplausos en la Sala y en tribunas).
3. Un Chile en que se vive mejor
Lo decía al comienzo: el norte de nuestra acción es el ciudadano. Él o ella estarán al centro de la política pública.
Y la seguridad comienza por lo más básico, que es la seguridad personal y familiar. No quiero barrios atemorizados. Quiero familias que puedan disfrutar de la vida del vecindario, de las calles. Quiero jóvenes que disfruten de su juventud.
Hemos tomado la iniciativa en muchas áreas ligadas a la seguridad. Hemos perfeccionado nuestro sistema procesal penal. Estamos construyendo cárceles. Hemos incorporado más comunas al Plan Cuadrante. A fines de este año, casi dos tercios de la población se encontrarán viviendo en una comuna acogida a ese plan. Estamos aumentando y modernizando nuestras policías. Y por eso también quiero agradecer a este Congreso el rápido despacho del proyecto de ley para aumentar la planta de Carabineros en mil 500 nuevos uniformados por año.
--(Aplausos en la Sala y en tribunas).
Pero sabemos también que la prevención es crucial si queremos derrotar la delincuencia. Iniciaremos y ampliaremos programas de empleo y capacitación juvenil, prevención de drogas, reforzamiento de programas contra la deserción escolar, diseño de espacios públicos, junto a una fuerte inversión en infraestructura y masificación del deporte a nivel comunal.
Mas queremos dar otro paso importante. En el mes de junio enviaré al Congreso Nacional un proyecto de ley que creará un Ministerio encargado de la seguridad ciudadana, donde se concentren las labores de prevención y control del delito, para hacer más eficiente nuestra lucha contra la delincuencia.
--(Aplausos en la Sala y en tribunas).
La calidad de vida está también asociada a la modernización de nuestros sistemas de transporte público.
Tenemos un compromiso con la plena aplicación del Plan Transantiago. El país ha visto cómo hemos enfrentado con decisión este tema, para asegurar que esté funcionando en febrero de 2007. Ese ambicioso plan, cuando esté operando en régimen, dará un servicio de mucho mayor calidad y seguridad a los usuarios, con menos congestión y, algo importante, con menos contaminación.
También completaremos la expansión programada de la red del Metro, con las obras de ampliación de la Línea 2 hacia al norte y la construcción del tramo de la Línea 4 que corre por Américo Vespucio y que la une por el sur con la Línea 2. Junto a ello, extenderemos el Metro hasta Maipú, lo que beneficiará a los vecinos de las comunas de Quinta Normal, Estación Central, Pudahuel y Lo Prado. Allí habrá, además, una conexión hacia Cerro Navia. Estamos hablando, entonces, de facilitar el traslado de 200 mil personas más cada día.
Con estas nuevas obras, en 2010 el Metro tendrá 105 kilómetros, servirá a 21 comunas del Gran Santiago y transportará a más de 785 millones de pasajeros al año.
Pero no todo va a ser en Santiago: también se piensa en Regiones.
En Valparaíso y Concepción continuaremos desarrollando los planes de transporte, avanzando en los procesos de licitación de vías. Seguiremos implementando planes complementarios a los servicios de transporte ya licitados en Iquique, Antofagasta y Rancagua. Mantendremos el fondo de subsidio para el transporte regional, que beneficia especialmente a las zonas extremas.
Nuestra tarea no estaría completa si no nos preocupáramos de aquellos chilenos excluidos de la música, de las artes, de la literatura o la poesía. La cultura es un derecho y debemos garantizar que todos puedan ejercerlo. Además, la cultura nos permite un desarrollo mucho más integral como país.
Reafirmo mi compromiso de habilitar al menos una biblioteca en cada comuna de Chile. Se trata de poner en el centro de la transmisión cultural al libro, como principal soporte de las ideas pero también de la creatividad.
Junto con ello, vamos a contar con un centro cultural en cada centro urbano que tenga más de 50 mil habitantes. Lo haremos con los municipios, apoyando las iniciativas locales de difusión artística y cultural.
Ratificaremos la Convención por la Protección y Promoción de la Diversidad Cultural aprobada por la UNESCO. Ésta es una oportunidad para reafirmar el valor de las expresiones culturales como parte del patrimonio de la Humanidad.
Ése es nuestro norte. Un Chile inclusivo es un país que democratiza también el acceso a la cultura.
4. Un Chile más integrado
Las transformaciones que proponemos tienen como telón de fondo una democracia cada vez más cohesionada. Una democracia donde todos los ciudadanos y ciudadanas tengan espacio para participar y deliberar, en que todos los derechos y libertades son respetados.
Queremos instituciones democráticas de calidad. Y ése es el desafío que tenemos hoy, después de las reformas introducidas el año 2005 a la Constitución. Enviaré prontamente al Congreso un proyecto de reforma al actual sistema electoral, tal cual fue mi compromiso de campaña.
Seguramente surgirán distintas opiniones. Sé que es un asunto muy controvertido. Pero espero que todos estemos de acuerdo en que resulta esencial para la calidad de nuestra democracia un sistema electoral más representativo, más competitivo y que garantice la gobernabilidad.
--(Aplausos en la Sala y en tribunas).
Hemos de cambiar la ley. Pero lo que hay que cambiar es bastante más que la ley. Nuestra democracia debe reflejar el país real. Y eso no está sucediendo en el caso de las mujeres.
--(Aplausos en la Sala y en tribunas).
Hay algo básico que no cuadra, y creo que los Honorables miembros del Parlamento estarán de acuerdo conmigo.
A veces se señala que hay que privilegiar a los grupos minoritarios, y se habla de las mujeres. Eso constituye una paradoja. Porque las mujeres son la mitad de los que nos miran desde las casas. Son la mitad de los que ahora mismo nos acaban de saludar alegremente en las calles. Son la mitad de los que están en las graderías, seguramente. Son más de la mitad de los que votan. Son la mitad del Gabinete aquí presente. Y la Presidenta de la República es mujer.
--(Aplausos en la Sala y en tribunas).
¡Y uno de los lugares donde estamos representadas tan bien, pero tan escasamente, es el Parlamento!
--(Aplausos en la Sala y en tribunas).
Digámoslo con fuerza: ¡Esto no sucede por falta de capacidad! ¡No se trata de que nos interese menos lo que le suceda a Chile! ¡No se trata tampoco de que no sepamos usar el poder!
Esto pasa porque se han mantenido barreras por siglos en nuestras instituciones, costumbres y mentes. Ha llegado el momento de levantar esas barreras. Y yo me propongo que sea en estos años cuando se termine por reconocer, en la vida diaria y en la vida pública, la mayoría de edad histórica de la mujer chilena.
¡Era que no¿! ¿No es verdad?
Otra reforma que es esencial: el reconocimiento constitucional de nuestros pueblos originarios. Insistiremos en ella, porque nos parece que es un acto de justicia,¿
--(Aplausos en la Sala y en tribunas).
¿es un acto de reparación histórica, es un imperativo ético que nos reconozcamos como lo que somos: una nación construida por muchos pueblos.
Queremos promover el desarrollo de nuestros pueblos originarios, rurales y urbanos, pero reconociendo y respetando su dignidad, sus derechos y sus raíces.
Deseo que nuestros pueblos indígenas se sientan incluidos en la sociedad chilena y representados por el Estado.
El Chile cohesionado que queremos construir también pasa por reconocer que hay muchas otras desigualdades y exclusiones de las que debemos hacernos cargo: la discriminación que sufren los discapacitados, los inmigrantes, las minorías sexuales, los más pobres, los más viejos. Muchas veces, producto de nuestros prejuicios, el país desperdicia el talento de tantas personas.
Comenzaremos, entonces, dando el ejemplo desde el Estado: dentro de los próximos días dictaremos un Código de Buenas Prácticas que prohíba la discriminación por cualquier tipo de razón, introduciendo medidas como la prohibición de exigir foto en el currículum al momento de contratar a alguien.
--(Aplausos en la Sala y en tribunas).
También pido al Congreso que apruebe prontamente el proyecto de ley contra la discriminación.
Les doy otro ejemplo de exclusión, señoras y señores Parlamentarios: ¿por qué no nos ponemos de acuerdo de una vez por todas y damos derecho a voto a los miles de chilenos que viven en el exterior?
--(Aplausos en la Sala y en tribunas).
Porque queremos ir a un Chile cada vez más incluyente, más inclusivo. Este Chile incluyente también se preocupa de incluir a las regiones en el desarrollo del país. No es posible que se desarrolle nuestra nación si no se desarrollan las regiones.
--(Aplausos en la Sala y en tribunas).
Quiero reafirmar hoy mi compromiso más profundo con la descentralización, con los ciudadanos de regiones y comunas.
Mi compromiso con los ciudadanos es que puedan elegir democráticamente a sus autoridades regionales.
--(Aplausos en la Sala y en tribunas).
Mi compromiso es traspasar muchas más atribuciones centrales a los niveles regionales.
Mi compromiso es también entregar a las Regiones más poder de decisión acerca de sus instrumentos de fomento, entre otras, a través de las Agencias Regionales de Desarrollo Productivo, que ya mencioné.
Mi compromiso es que las Regiones decidan sus proyectos de inversión.
--(Aplausos en la Sala y en tribunas).
Mi compromiso es también con la gestión municipal: que se entreguen mayores facultades y recursos a los municipios que demuestren una mejor gestión, por ejemplo.
--(Aplausos en la Sala y en tribunas).
Y, por supuesto, mi compromiso es fortalecer las organizaciones sociales con programas específicos de apoyo y capacitación.
Porque un Chile cohesionado se construye desde la base, en terreno, allí donde los ciudadanos hacen su vida cotidiana.
Hasta este instante nos habíamos estado preguntando qué tan lejos podemos llegar como nación. Ahora debemos plantearnos, con igual fuerza y determinación desde los poderes públicos, qué tan cerca podemos estar de la gente a la que servimos.
Porque, amigas y amigos, no es la gente la que debe estar al servicio del Estado: es el Estado el que debe estar al servicio de la gente.
--(Aplausos en la Sala y en tribunas).
En Chile las personas pueden ser más o menos prósperas, pueden tener más o menos problemas. Pero para el Estado y para el Gobierno no hay personas más o menos dignas. Todas -¡todas!- merecen respeto y tienen derecho a exigir respeto. Y no permitiré que ninguno de mis colaboradores lo olvide.
Quiero un Chile también más transparente. Respecto del Estado, queremos que se sepa qué, cómo y cuándo hacemos las cosas, cuánto valen, por qué las hacemos. Más información es más democracia.
Quiero un país donde la ética pública sea un bien preciado y extendido en todos los niveles del Gobierno.
Le pido a este Congreso que apruebe pronto el proyecto de ley sobre lobby, actualmente en discusión, para que ésta sea una actividad pública y abierta.
Modernizaremos la Contraloría General de la República, para que fiscalice preventivamente y con mayor eficacia.
Exigiremos mayor transparencia en todos los sectores: en el Gobierno central, municipios, empresas, partidos políticos.
Otro asunto muy importante: emprenderemos una reforma al sistema de notarios y conservadores de bienes raíces.
--(Aplausos en la Sala y en tribunas).
No es posible que los trámites demoren varios días o semanas, ni que su costo sea tan elevado. El Estado ha hecho gran parte de su tarea y es pionero en la tramitación electrónica en los Servicios de Impuestos Internos y de Registro Civil, entre otras instituciones. Ahora es el turno de notarios y conservadores.
Una democracia robusta es aquella que cuenta con una justicia imparcial, que sirve a los ciudadanos sin distinciones. Por ello, reforzaremos la acción de la justicia.
Hemos dado pasos enormes. La reforma procesal penal se extiende por todo Chile, y nos preocuparemos de su adecuada implementación. Ahora avanzaremos en ámbitos que emergen como prioritarios.
Este año daremos inicio al proceso de reforma de la justicia civil, la reforma procesal civil. Debemos terminar con procesos que se alargan por años y años sin que las partes tengan la certeza de una sentencia firme. Debemos premiar la agilidad y no la dilación en el otorgamiento de la justicia.
Vamos a ampliar la capacidad institucional de resolver las controversias en el ámbito vecinal. Se trata de acercar más y más el sistema de justicia a los ciudadanos. Fortaleceremos, además, todo el aparato que defiende los derechos ciudadanos y del consumidor.
Quiero reafirmar aquí mi compromiso de implementar la nueva Ley de Responsabilidad Penal Adolescente el próximo año. Nos preocuparemos por asegurar a estos jóvenes una infraestructura adecuada, verdaderas oportunidades de educación y programas de rehabilitación del consumo de drogas.
Y redoblaremos los esfuerzos conjuntos con el Poder Judicial para mejorar y agilizar la labor de los tribunales de familia y los nuevos tribunales del trabajo.
Pero hay un asunto que no puedo dejar de mencionar: una democracia sana se construye sobre la base de la verdad y la justicia. Miro hacia atrás y veo cuánto hemos avanzado en materia de derechos humanos. Ya nadie justifica en Chile lo injustificable. La memoria de miles no admite punto final.
Me hago cargo de una herencia dolorosa. Responder con verdad, justicia y reparación a las violaciones de los derechos humanos de nuestro pasado reciente es necesario para sentar las bases de una buena convivencia entre los chilenos.
Así lo han entendido los Gobiernos de la Concertación. Así lo entiendo yo.
Hemos aplicado medidas de reparación concretas, en reconocimiento de la verdad acerca de los detenidos desaparecidos y ejecutados políticos, así como de las víctimas de prisión política y tortura.
¡Escúchenme bien, conciudadanos: mientras haya detenidos desaparecidos, nunca dejaremos de buscarlos!
--(Aplausos en la Sala y en tribunas).
Hemos ido del dolor al dolor. Las dificultades parecen insuperables para despejar en cada caso toda sombra de duda. Pero aunque sé que en algunas situaciones la identificación será extremadamente difícil, quiero decir como Presidenta que nos sostendremos en la empecinada esperanza de que hoy o mañana podremos saber su suerte. ¡Ése es mi compromiso!
El proceso de identificación de los restos de personas inhumadas ilegalmente ha enfrentado múltiples dificultades y retrasos. Los informes hechos públicos hace algunas semanas, que indican eventuales errores en la identificación de algunos detenidos desaparecidos, nos conmueven a todos y hieren profundamente nuestra conciencia.
Comprometemos todos los esfuerzos a nuestra disposición. Queremos poder decir al final de este camino a los familiares de las víctimas y a todos aquellos que sufrieron violaciones graves de los derechos humanos: ustedes son acogidos por una sociedad que solidariza en su sufrimiento. Y esta sociedad se compromete: ¡hechos como éstos no volverán a ocurrir!
Para ello, hemos entregado y seguiremos entregando todos los recursos que se requieran. En colaboración con los tribunales de justicia, evaluaremos los procesos de identificación y definiremos los casos que requieran nuevas pericias, con apoyo de expertos nacionales y extranjeros.
Seremos claros y transparentes. Diremos lo que podemos y lo que no podemos hacer.
Esperamos que durante este año se apruebe el proyecto de ley que crea el Instituto Nacional de Derechos Humanos, de manera de contar con un organismo autónomo que vele por la promoción y protección de los derechos humanos y tenga capacidad de recomendar medidas que los garanticen.
Mi compromiso con los derechos humanos, con la persona, con el Derecho, tiene también expresión en nuestra política internacional.
El mundo nos respeta por lo que somos: un país institucionalmente serio, democrático, que busca su camino al desarrollo. Pero también nos respetan por lo que promovemos: los valores de la democracia, la paz, el multilateralismo, el respeto del Derecho Internacional, el comercio libre pero justo y los procesos de integración, a veces complejos, pero imprescindibles para el desarrollo de nuestros pueblos.
Sin descuidar las tareas globales ni la profundización de nuestros lazos económicos internacionales, mi Gobierno dará prioridad a nuestra política regional y vecinal, especialmente en un período en el cual parece haberse iniciado un debate acerca del futuro de la integración regional. Chile no ha sido ni será un actor pasivo en este debate y tiene un rol importante que jugar en esta etapa.
Continuaremos promoviendo la concertación política y el comercio intrarregional, y con especial énfasis, aquellas iniciativas de integración física, energética y de conectividad que mejoren la vida de los ciudadanos latinoamericanos.
Aumentaremos nuestro esfuerzo de cooperación regional. Queremos impulsar a más profesionales y técnicos chilenos para que brinden asistencia especializada a nuestros vecinos. Queremos estrechar lazos. Para eso ofrecemos a la región lo mejor que tenemos: nuestra gente.
Un desafío inmediato y concreto es el de aportar al éxito de la democracia en Haití, donde se encuentran en juego tanto la estabilidad de la cuenca del Caribe como la credibilidad de las Naciones Unidas y, por qué no decirlo, de nuestra región.
Haití es un desafío para los países latinoamericanos. Tenemos que demostrar que somos capaces de resolver nuestros problemas de desarrollo y de seguridad de manera concertada y que podemos buscar puntos de encuentro con la comunidad internacional, Europa y Estados Unidos.
Hemos tenido éxito. Haití ha realizado las mejores elecciones democráticas de su historia. Y quiero agradecer muy sinceramente a este Congreso por haber aprobado la mantención de nuestras tropas en ese país. Me siento orgullosa como chilena, porque estamos construyendo la paz.
Y estamos construyendo la paz con Fuerzas Armadas y de Orden que son de todos los chilenos. Fuerzas Armadas para la paz, modernas y profesionalizadas. Avanzaremos hacia un servicio militar voluntario, más soldados profesionales y, por cierto, más mujeres. Tendremos una política de defensa coherente con la estrategia de desarrollo del país, la que se manifiesta en un Libro de la Defensa que está allí, a disposición de todos los chilenos, pero también de la comunidad internacional.
Conciudadanas y conciudadanos del Honorable Congreso:
Hoy todos trabajamos para que Chile sea un país más próspero. Y en esta labor no cejaremos. Pero la prosperidad que buscamos puede ser excluyente o compartida. Chile puede ser un país dividido o un país solidario. Yo no dudo de cuál debe ser la opción.
El compromiso de mi Gobierno es abrir un amplio camino de oportunidades. Un compromiso para todos, no para un solo bando.
Quienes nos encontramos en este Salón de Honor, los hombres, las mujeres y los jóvenes que nos ven y nos escuchan, somos todos del mismo bando: del bando de los que amamos a nuestro país y queremos lo mejor para Chile. Es mucho más lo que nos une que lo que nos separa.
Amigas y amigos:
Les he hablado de números y programas, de transformaciones y metas. Pero hay algo más en mi tarea de gobernar. Para mí, gobernar es también ver, escuchar y responder a las personas.
Deseo leer una carta que me envió un niño. Aquí está; no la escribí yo. Dice:
"Hola señora Presidente, [¿]
"Quiero felicitarla porque Ud. sacará a Chile adelante.[¿]
"Usted puede lograr que Chile sea un mejor país para sus ciudadanos y ciudadanas. La pobreza se ve en las casas (es como un resfriado, hay que encontrar la cura: Ud. es la cura para los más necesitados).
"Señora Presidente, [¿] sé que Ud. puede salir adelante por un Chile nuevo y confiable.
"Se despide alegremente Rodrigo Valenzuela Mardones del sexto año "A" del Liceo Av. Principal [¿], Conchalí".
En su inocencia, el pequeño Rodrigo nos dice algo que jamás debemos olvidar: un gobierno comprometido con su gente puede hacer una diferencia enorme en la vida de las personas.
Quiero señalarle a Rodrigo -y a los Rodrigos- que, con la ayuda de todos, tendremos este Chile "nuevo y confiable" que él anhela.
El año 2010, cuando termine mi Gobierno, Rodrigo va a encontrarse en la enseñanza media. Estará pensando en rendir la PSU y en entrar a la universidad. Trabajaré a fin de que Rodrigo -y los Rodrigos y las Marías, ¡para que no me rete ninguna de las mujeres que están acá¿!- tenga una beca en premio a su esfuerzo y estudio. Para que su capacidad de crear no tenga límites. Para que pueda aprender, navegar en Internet, salir al mundo.
Trabajaré para que los vecinos más pequeños de Rodrigo puedan ir al jardín infantil y reciban allí cuidado y buena educación. Para que su madre pueda trabajar fuera de casa si lo desea, en un empleo digno, con un horario que le permita tener vida familiar.
El año 2010, la ciudad en que Rodrigo y su familia vivirán será más segura y amable. Rodrigo y su hermano viajarán al colegio en transporte público cómodo y limpio. Su abuelo recibirá una pensión digna y su abuela podrá atenderse en un consultorio cercano y bien equipado.
Así es el Chile que quiero para Rodrigo y para todos los chilenos y chilenas. Un "Chile nuevo y confiable", como nos dice él; "alegremente", como él señala. Un Chile de todos, más moderno y acogedor, más integrado y más integrador, más justo, más humano.
¡Ése es el Chile de 2010! ¡Y hacia allá vamos a avanzar!
Buenos días y muchas gracias.
--(Aplausos en la Sala y en tribunas).

El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- Habiéndose cumplido su objetivo, se levanta la sesión.
--(Aplausos en la Sala y en tribunas).
--Se levantó a las 11:19.
Manuel Ocaña Vergara,
Jefe de la Redacción