¿Chile necesitará una nueva Constitución?

El gobierno ha anunciado que trabajará en crear un proceso para concluir en una nueva Constitución. Al parecer las mega reformas que ha impulsado sobre tributos, educación, laboral, etc., y que son rechazadas por la inmensa mayoría de los chilenos, no les ha bastado.

El gobierno está absolutamente equivocado al pensar que los problemas reales de la gente se solucionaran dictando una nueva Constitución. De acuerdo a la ley de presupuesto ingresada al Congreso, el Estado gastará el próximo año más de $2.500 millones para efectos de avanzar en una nueva Carta Fundamental, la que, de acuerdo al anuncio que conocimos esta semana, no se encontraría aprobada antes del año 2018. Sabiendo que nuestra economía se está desacelerando cada vez más y que el precio del cobre no se ve que repunte hasta un largo tiempo, cabe preguntarse si es razonable gastar en 1 año esta cantidad de recursos en un proceso “constituyente”.

Los chilenos han aprendido en estas últimas décadas que para que surjan sus familias no se requiere dictar más leyes o, en este caso, crear una nueva Constitución. Lo que Chile le pide al gobierno son hechos y no discursos, obras o acciones concretas que vayan orientadas a que cada uno pueda salir adelante con su propio esfuerzo, pero con la ayuda del Estado en aquellas cosas que no podemos cubrir por nuestros propios medios.

Por otra parte, no deja de ser sorprendente que el gobierno anuncie el cambio más significativo que puede hacer un Estado cuando tiene niveles de rechazo y desaprobación tan altos. Estos cambios deben ser liderados cuando se goza de un respaldo ciudadano significativo y con amplios acuerdos nacionales de todos los sectores políticos. Sin embargo, ninguna de estas dos circunstancias se cumple.

Adicionalmente, Chile necesita traer inversión privada al país para generar más trabajo, sobre todo, para emplear a los miles de jóvenes que año a año se van titulando ¿Se da estabilidad y certeza para invertir cuando se anuncia que los próximos 2 años Chile estará discutiendo crear una nueva Constitución ¿Qué se dirá en ella respecto al rol del Estado en la economía, sobre el derecho de propiedad, de la libertad de expresión, sobre la reelección de los gobiernos, de la libertad de enseñanza, de la libertad para desarrollar cualquier actividad económica, etc. ¿Cuántos nuevos inversionistas no preferirán esperar el resultado de muchas de estas interrogantes antes de invertir un peso en nuestro país?.

Además, no deja de ser lamentable la oportunidad en que se pretende llevar a cabo este proceso constituyente, porque coincidirá con las elecciones municipales y la presidencial. Esto llevará a que el país se polarice y afectará la convivencia pacífica que siempre es necesaria para que los países puedan progresar.

Por último, la Concertación (ahora Nueva Mayoría) ha gobernado con esta Constitución por décadas, y han recorrido el mundo entero jactándose de los logros que ha obtenido nuestro país en variados índices que muestran a Chile como un país en vías de desarrollo. No debemos olvidar que esta Constitución, después de grandes reformas que se hicieron, fue firmada el año 2005, por el ex Presidente Lagos, quien señalo: “Tenemos hoy por fin una Constitución democrática, acorde con el espíritu de Chile, del alma permanente de Chile, es nuestro mejor homenaje a la independencia, a las glorias patrias, a la gloria y a la fuerza de nuestro entendimiento nacional".

Antes de asumir sus cargos, todos los Presidentes han jurado o prometido defender esta Constitución. Así las cosas, es de esperar que se mantenga este compromiso y que los cambios que se impulsen se hagan dentro del marco institucional.