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Informe de la Comisión Mixta del proyecto sobre conducción en estado de ebriedad no logra convertirse en ley

Pese a la aprobación del informe en el Senado, por el hecho de haber sido rechazado previamente, en la Cámara de Diputados, no hay iniciativa de ley, de acuerdo a la Constitución.

9 de abril de 2014

La denominada “Ley Emilia” no seguirá su tramitación en el Congreso y no podrá convertirse en texto legal.

 

Ello, porque el informe de la Comisión Mixta sobre el proyecto relativo a la conducción en estado de ebriedad, pese a ser aprobado por la Sala del Senado por 19 votos a favor, 4 en contra y dos abstenciones, ya había sido rechazado previamente, por la Cámara de Diputados.

 

De acuerdo a la Constitución, los informes de Comisión Mixta deben ser aprobados por ambas Cámaras, de lo contrario, no hay ley. Por lo tanto, las alternativas son: presentación de un veto presidencial o bien, la tramitación de un nuevo proyecto de ley; en esta línea un grupo de senadores formalizó la presentación de un proyecto de ley, durante la misma sesión. (Boletín 9305-07)

 

Esta situación quedó de manifiesto durante el debate realizado en la Cámara Alta y donde intervinieron los senadores Alberto Espina, Hernán Larraín, Andrés Zaldívar, Alejandro Guillier, Ricardo Lagos Weber, Jorge Pizarro, Víctor Pérez Varela, Patricio Walker, Adriana Muñoz, Guido Girardi y Jaime Orpis.

 

Imagen foto_00000016Cabe señalar que la Comisión Mixta se pronunció sobre las discrepancias surgidas entre ambas Cámaras, en el marco del proyecto que modifica el Decreto con Fuerza de Ley N° 1, que fija texto refundido, coordinado y sistematizado de la Ley de Tránsito N° 18.290, y sus modificaciones posteriores, en sus artículo 196 y 197, referidos al delito de manejo en estado de ebriedad, causando lesiones gravísimas o con resultado de muerte.

 

Entre las enmiendas  que fueron concordadas en la Comisión Mixta están en que se modifica la Ley de Tránsito en donde se reemplazaba “en el inciso tercero, la expresión “presidio menor en su grado máximo”, por “presidio menor en su grado máximo a presidio mayor en su grado mínimo”.

 

Asimismo, se agregaba el inciso cuarto, nuevo: “La pena prevista en el inciso anterior se aplicará en su grado máximo si se configurare alguna de las circunstancias siguientes:

 

1° Si el responsable hubiese sido anteriormente condenado por alguno de los delitos previstos en este artículo;

 

2° Si el delito hubiere sido cometido por un conductor cuya profesión u oficio consista en el transporte de personas o bienes y hubiere actuado en el ejercicio de sus funciones;

 

3° Si el responsable abandonare el lugar del accidente, a menos que ello resultare necesario para socorrer a la víctima.”.

 

TEXTO ALTERNATIVO

 

El senador Espina aclaró que el informe de la Mixta fue rechazado en la Cámara de Diputados, “por tanto la alternativa que queda es la presentación de otro proyecto o un veto presidencial”. El legislador explicó en forma detallada y cronológicamente la tramitación y los cambios del proyecto y anunció que  trabajaron una nueva moción para fijar marcos razonables, “y los jueces no podrán bajarse del mínimo, ni pasarse del máximo”.

 

El senador Larraín manifestó que estudiará la propuesta dada y lamentó el rechazo de la Cámara. “El tema ha sido muy difícil”, porque a su juicio “compartiendo el sentimiento en casos como estos, en el régimen penal uno debe siempre buscar una cierta proporcionalidad de las penas”; sin embargo aclaró que “el hecho de subirse al auto y manejar en estado de ebriedad debe ser siempre sancionado y si causa muerte o lesiones graves debe tener una gran sanción”.

 

A su turno, el senador Zaldívar coincidió en que la decisión de la Cámara “por desgracia nos deja sin una salida al problema”; y argumentó que “cuando hay un dolo eventual deberíamos buscar sancionar con el máximo rigor” y destacó las tres circunstancias que se contemplan en el informe para aplicar la pena máxima, pero recordó que al existir atenuantes es improbable que esto ocurra y se sumó a estudiar una propuesta alternativa.

 

“Por la sensibilidad del tema, sí tiene sentido que, a lo menos, lo conversemos antes de votar”, expresó el senador Guillier, para quien la propuesta del senador Espina es “bien intencionada” y agregó que se debería considerar, además del alcohol, el manejo bajo los efectos de cualquier tipo de drogas e hizo presente que la ley no solo debe castigar, sino que también educar y reparar.

 

PROPORCIONALIDAD DE LAS PENAS

 

Luego, el senador Lagos explicó el doble debate que se ha dado en el Congreso. “Por un lado, se busca cuidar la proporcionalidad de las penas; y por otro, castigar un delito de esta envergadura” resumió el legislador junto con declarar que por años el Código Penal ha sido distorsionado. En esa dirección, abogó por revisar el proyecto que modifica este cuerpo normativo y asegurar que en estos casos haya privación de libertad.Imagen foto_00000018

 

El senador Pizarro reconoció que este debate ha permitido generar conciencia social sobre los peligros que implica conducir habiendo bebido alcohol. Admitió que gran parte de la celeridad que se le dio en una primera etapa al proyecto, tuvo relación con la figuración pública de la muerte de Emilia, más que por “establecer penas concordantes con el Código Penal”. Se mostró partidario de analizar un nuevo texto, usando como ejemplo una moción que se tramita en la Cámara Baja  (Boletín N° 9244-15).

 

A su turno, el senador García Huidobro coincidió con sus pares que la mejor solución es asegurar que aquellos que cometan este delito estén privados de libertad y luego, al ser sancionados, se les obligue a permanecer en la cárcel. “Estoy a favor de la propuesta del senador Espina respecto a redactar un nuevo proyecto que fije un reproche ejemplar para evitar que estos casos se repitan”.

 

El senador Patricio Walker relató los cambios que experimentó la iniciativa en su tramitación. Dijo que “en la Cámara de Diputados, se optó por elevar las penas aprobadas en el Senado donde se había fijado entre 3 y 5 años de cárcel. Los diputados aprobaron entre 5 y 15 años. Luego acá en la Comisión Mixta se analizó fijar un piso mínimo de 5 años con una serie de agravantes de por medio, lo que fue respaldado”. Así explicó la dificultad que implica elevar el castigo para este delito y a la vez, equipararlo con un homicidio.

 

CASOS POLICIALES

 

La senadora Muñoz, aseguró que no es partidaria de aprobar el informe en votación, puesto que “se requiere un castigo mayor con el fin de realmente desincentivar el manejo en estado de ebriedad”. La legisladora confesó que su mirada es más bien de carácter práctico y no jurídico, a partir de la cual ha advertido que estos casos policiales terminan por tensionar lo doctrinario.

 

El senador Girardi dijo que “es una evidencia social que no se puede beber alcohol y conducir y quien viola esa norma no comete negligencia sino que lo hace a sabiendas y es un acto criminal”. Por eso se mostró partidario de “aplicar todo el rigor de la ley incluso trastocando posturas doctrinarias en materia jurídica, porque muchas veces las víctimas de estas conductas criminales son niños”.

 

A su vez, el senador Orpis constató que si bien “el proyecto ha fracasado porque no vamos a tener un cuerpo legal pero como parlamento debemos dar una respuesta rápida más allá de la solución”. Explicó que “en materia de doctrina es difícil igualar actitud dolosa y negligente pero uno se cuestiona porque muchas veces las muertes se producen en accidentes de tránsito que protagonizan personas bajo influencia de alcohol”.

 

 

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