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Con el derecho internacional a nuestro favor

Por Patricio Walker, Presidente del Senado

2 de octubre de 2015

Imagen foto_00000015El pronunciamiento de la Corte Internacional de Justicia de La Haya respecto de las objeciones preliminares  presentadas por nuestro país, en el cual se declara competente ante la demanda presentada por Bolivia, no es un buen resultado, pero en ningún caso es una derrota para los intereses y la soberanía  de nuestro país. 

 

Estábamos esperanzados en que se acogieran los argumentos esgrimidos por nuestra defensa, que se basaban en que la Corte no tenía jurisdicción ni competencia sobre estos casos, porque en el Pacto de Bogotá, que se firmó el 30 de abril de 1948, se estableció que todas aquellas materias  que quedaron resueltas  por tratados vigentes a esa fecha, como es el tratado de 1904 entre Chile y Bolivia, quedaban excluidas.

 

Es importante recalcar que la Corte delimitó considerablemente la pretensión de nuestro país vecino, ya que afirmó que aún en el escenario que se estableciera que hay que conversar o negociar, ello jamás puede ser con un resultado predeterminado, es decir, es imposible que a Chile se le obligue a dar acceso soberano a Bolivia.

 

Tras este pronunciamiento vamos a entrar al fondo y tenemos todos los argumentos jurídicos para ganar este juicio. Hay dos hechos relevantes. El primero es que el Tribunal de La Haya reconoció que no está en discusión el Tratado de 1904, que estableció que Chile tiene soberanía territorial en 120 mil kilómetros cuadrados y que las fronteras están determinadas.

 

En segundo lugar, los argumentos esgrimidos por la corta internacional reafirman que el carácter o naturaleza del acceso que tiene Bolivia sobre el océano Pacífico no es soberano, sino un derecho de libre tránsito comercial perpetuo.

 

En los últimos días se han oído muchas voces críticas respecto a la opción procesal elegida de objetar la competencia de la Corte Internacional de Justicia, más aun se ha señalado que Chile debería abandonar el Pacto de Bogotá ante el resultado obtenido últimamente.  Sin embargo, debemos seguir nuestra hoja de ruta, debemos  actuar con seriedad, cabeza fría y responsabilidad, porque cualquier opción distinta a esta sería un error que nos dejaría en indefensión en este juicio.

 

Bolivia ha empezado una campaña comunicacional de victimización, de desinformación y de falta a la verdad. Aseguran que están enclaustrados, pero eso es falso, porque más del 80 por ciento del comercio internacional lo realizan a través del puerto de Arica, con una serie de privilegios que ningún país mediterráneo en el mundo tiene.

 

Por estos motivos, debemos redoblar nuestros esfuerzos para dar a conocer a la comunidad internacional con claridad y firmeza nuestros argumentos, para que el mundo sepa que Bolivia no está enclaustrada, que no hay asuntos pendientes en materia de soberanía y que no existe un ofrecimiento formal de Chile en relación a este tema. 

 

La Presidenta de la República, así como el canciller, el agente Felipe Bulnes y los coagentes tienen el respaldo de todos los sectores, pues Chile tiene una política de Estado sobre esta materia y ha actuado con unidad. Los chilenos tenemos que estar tranquilos, estamos en buenas manos. Tenemos el derecho a nuestro favor, lo que nos favorece en la discusión de fondo.

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