Discriminaciones positivas para las personas con capacidades especiales
Por Isabel Allende, senadora por la Región de Atacama
13 de diciembre de 2013
En el mundo de la discapacidad estamos al debe, y aún existe un tremendo vacío sobre la forma en que el Estado aborda este trabajo. Necesitamos reafirmar la posibilidad de hacer, conscientement, discriminaciones positivas que cumplen el objetivo esencial que las personas con capacidades especiales puedan ejercer todos sus derechos, en plena dignidad.
Es importante y necesario hacer una reforma constitucional para que el Estado elimine los obstáculos, que de hecho, impiden el pleno desarrollo de las personas con capacidades distintas, para garantizar y asegurar sus derechos. Es imposible no mencionar que, lamentablemente, la ley N° 20.422 no se cumple cabalmente, aunque hemos mejorado. Hoy día los nuevos edificios tienen acceso universal, existe mayor preocupación, pero hemos recibido también muchas denuncias.
Cuando estuve en la Cámara de Diputados fui integrante permanente de la Comisión de Discapacidad y puedo decir que recibíamos denuncias de gente que tenía un perro guía y había medios de transportes que se negaban a llevarlos; o restoranes que incluso les cerraban las puertas porque les decían que ellos no admitían perros, sin considerar la excepción de lo que significa un perro guía. Entonces, todavía como país, en términos de cultura cívica y a nivel de políticas públicas, tenemos un tremendo déficit.
En el ámbito laboral esta realidad se repite. Necesitamos un instrumento que permita efectivamente que la persona con discapacidad pueda integrarse y salir adelante en sus desafíos para sentirse digna y con sus derechos plenos.
Pertenezco hace muchos años a la Fundación Organización Nacional de Ciegos de España (ONCE), que financia la Fundación para la Solidaridad con Personas Ciegas de América Latina (FOAL) y es notable el trabajo que se ha venido haciendo en la región. Las consecuencias que ha tenido y que se ha aplicado en una decena de países ha sido justamente el capacitar a personas ciegas o con discapacidad visual, para que puedan integrarse laboralmente.
El resultado concreto para Chile ha sido 700 personas que hoy día han ingresado al mundo laboral, con contrato de trabajo regular, como debe ser. Esta capacitación previa partió con ayuda del Banco Mundial y otros financiamientos, unidos al importante apoyo de la Fundación ONCE.
Quiero reiterar que estoy completamente de acuerdo con esta moción y felicito a sus autores. Me parece necesaria y creo que nuestra experiencia nos demuestra que solo con políticas proactivas, lograremos contribuir a que todas las personas, sin distinción, puedan ejercer con plenitud sus derechos.