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Donantes vivos de órganos

15 de octubre de 2014

Me dirijo a Uds. para solicitar su intervención, en mi caso. Tengo 42 años y, hace 14 que tengo una enfermedad  que ha desgastado mis riñones. Por lo que hoy tienen una función aproximada del 15%.  Afortunadamente no he necesitado diálisis hasta la fecha, pero ésta puede ser inminente en un futuro muy cercano. El año pasado se me incorporó al sistema GES, por medio de mi Isapre (Consalud).  A partir de marzo de este año, empezamos el estudio pre-trasplante con donante vivo.  Lamentablemente,  mi único hermano no puede ser donante, porque es hipertenso y está con un sobrepeso importante hace varios años. Mi hija y mi esposo son de diferente grupo sanguíneo.  Nadie en  la familia ha manifestado ser donante, excepto mi concuñada de 43 años, que  tuvo la generosidad y la grandeza humana, para donarme su riñón.    

 

 Ella se realizó todos los exámenes de rigor y efectivamente es una donante potencial, ya que su grupo sanguíneo concuerda con el mío (OIV Positivo).  Desgraciadamente es un grupo que sólo puede ser receptor de otro O.  Lamentablemente la ley vigente (20 413 Art. único N°4), indica que sólo podrá  realizarse un trasplante entre personas que tengan vínculo sanguíneo o de convivencia. Por lo que no se me permitió realizar el exámen de histocompatibilidad.  Como comprenderá, esto me dejó devastada tanto a mí como a mi familia y por supuesto a mí cuñada.

 

Somos parientes hace más de 22 años e íntimas amigas hace aproximadamente 25. Lo que es comprobable con documentos del registro civil, fotos, videos, etc. si así lo requirieren. Entiendo que la ley se hizo para evitar el tráfico de órganos y que existieran donaciones u/o trasplantes que alberguen intereses económicos.  Sin embargo junto con esto, se coartó la posibilidad de que otras personas tuviéramos oportunidad de tener una vida íntegra, tanto física, como síquica y emocional a la que tenemos derecho cada chileno,  como lo indica  la carta fundamental de los derechos humanos y nuestra constitución. En los últimos años se ha podido demostrar científicamente que los trasplantes de riñón, practicados antes de comenzar el tratamiento con diálisis, obtienen mejores resultados que los realizados ya en tratamiento con diálisis.

 

Constantemente se solicita a todo el pueblo chileno que sea solidario y done sus órganos, para mejorar la calidad de vida de quien se encuentra en diálisis, lo que claramente demuestra que no es lo óptimo para una persona.  A su vez, debemos tomar en cuenta que la tasa nacional de donaciones ha bajado considerablemente a partir del 2013 y la espera de un órgano, puede mantenerse durante varios años, por no presentarse un donante cadavérico.

 

Sé que en sus manos está el hacer modificaciones a esta ley, que nos prohíbe a tantos chilenos  desarrollarnos plenamente como seres humanos.

 

Hemos decidido como familia apelar a Uds., porque creemos firmemente en su labor social, y este  problema forma parte de la sociedad actual en la que nos encontramos.

 

Cabe señalar que mi Doctor, el Señor Andrés Boltansky B., Nefrólogo y director del área de trasplante en Clínica Dávila, no ha tenido objeción en que se le nombre en esta solicitud, y de ser parte de cualquier otra instancia que esté en vía de solucionar éstas dificultades, con el fin de que se privilegie, con el debido resguardo, la donación de órganos de donante vivo, por tratarse de una necesidad que cada día se acrecienta cada vez más y que tiene a más de 1.500 personas en espera de un órgano, número que podría disminuir,  si se consideraran estos casos como viables.

 

Esperando que el criterio prime sin contravenir el  ánimo de la ley, les agradeceremos considerar realizar modificaciones al artículo en cuestión, en el plazo más corto posible, ya que para los chilenos que nos encontramos en esta situación el tiempo es precioso.  (Por favor no entiendan, empaticen conmigo).

 

A la espera de su respuesta, les saludo fraternalmente.

 

Pamela Gutiérrez Ibarra

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