Click acá para ir directamente al contenido

"El derecho a respirar aire puro"

Por José García Ruminot, senador por la Región de la Araucanía

23 de mayo de 2014

Imagen foto_00000002Nos aprontamos a la llegada del invierno, estación del año que trae consigo mucha lluvia, frio y lamentablemente, abundante contaminación atmosférica en varias comunas del país. Un ejemplo de ellas son Temuco y Padre Las Casas.

 

La Organización Mundial de la Salud (OMS) es clara; el aire contaminado puede entrar en los pulmones, en la circulación sanguínea y provocar cardiopatías, cánceres del pulmón, casos de asma e infecciones respiratorias, causando la muerte. En todo el mundo, el material particulado en el aire está causando dos millones de fallecimientos prematuros cada año, atacando principalmente a niños y adultos mayores.

 

La contaminación atmosférica, mayoritariamente se debe a la combustión residencial de leña y las fuentes vehiculares. Son, esos focos, a los que tenemos que apuntar complementando el Plan de Descontaminación Atmosférica. Debemos disminuir el uso de leña de forma paulatina partiendo por los sectores de más altos ingresos.

 

Una medida complementaria podría estar en mejorar los materiales de construcción de manera de avanzar en el aislamiento térmico de las viviendas, a través de los subsidios correspondientes, es una alternativa que debe implementarse con renovada fuerza. En la medida que los hogares puedan disminuir las fuentes de calor para calefaccionarse, junto con el ahorro familiar que ello significa, tiene un alto impacto en el proceso de descontaminación.

 

Valoro la facultad entregada a los gobiernos regionales para decretar alertas ambientales en los días con mayor contaminación atmosférica, sin embargo es necesario el apoyo para las familias que deberán restringir el uso de leña para calefacción cuando ocurran episodios críticos.

 

Tomar conciencia de los altos índices de polución que nos afectan y el daño a la salud de la población, es la primera tarea, para cambiar nuestros hábitos y costumbres y asegurar el derecho a vivir en un medio ambiente libre de contaminación, como lo mandata nuestra Constitución Política.  

Imprimir