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Igualitarismo o movilidad social

Por Ena Von Baer, senadora por la región Los Ríos

30 de enero de 2015

Imagen foto_00000019La reforma de educación aprobada esta semana con los votos de la Nueva Mayoría en el Senado es paradojal, porque por buscar el igualitarismo termina matando la igualdad de oportunidades y la movilidad social. Termina ahogando las posibilidades de niños vulnerables y de clase media de llegar a ser lo que sueñan en la vida.

 

Una de las ideas centrales de este proyecto es terminar con la selección en los colegio,  según ha repetido el Ministro, generar igualdad impidiendo el descreme en los colegios. El proceso de admisión será ahora por tómbola, o sea decide la suerte.

 

 Esto impedirá que niños de familias vulnerables y de clase media puedan acceder a colegios que les permitan desarrollar talentos específicos. Porque las escuelas de música o deportivas que sean financiadas por la subvención del estado no podrán seleccionar a sus alumnos.

 

Se dará entonces la siguiente situación: dos niñas que tienen talento para la música, la primera tiene padres que pueden pagar un colegio donde desarrollar su talento, y la segunda, cuyos padres dependen de la subvención estatal no tendrá  opción porque no quedó seleccionada  después de la tómbola.

 

La búsqueda de la igualdad terminará también con los colegios que seleccionan según rendimiento académico. Entre ellos están también los colegios públicos emblemáticos como el Instituto Nacional o el Armando Robles. Estos colegios sólo podrán seleccionar al 30% de sus alumnos, el resto entrará al azar.

 

Se puede dar entonces el siguiente caso: dos niños que son compañeros en la enseñanza básica uno se esfuerza y estudia, el otro no. El primero rinde el examen para entrar en un liceo emblemático y no queda dentro del 30%, el segundo que siempre tuvo malas notas, entra a través de la tómbola. La pregunta es entonces: ¿Qué señal le estamos dando a los niños de nuestro país? No te esfuerces, total da lo mismo, todo depende de la suerte y no del esfuerzo.

 

Sin duda una  mala noticia para Chile. Una reforma ciega frente a la calidad, una reforma que sepulta los talentos de miles de niños chilenos, talentos que obviamente necesitamos para ser un país desarrollado. Una reforma cuyo resultado será una educación para ricos y otra para los pobres y la clase media. Una reforma que da una señal clara: da lo mismo si te dedicas y te esfuerzan. Una reforma que generará mayor desigualdad.

 

Durante la discusión dejamos establecido como Alianza que creemos firmemente que  la construcción de una sociedad inclusiva no tiene por qué ir en contra del trabajo duro, de la dedicación y el esfuerzo. Y que  la urgencia está en mejorar la educación pública y garantizar la calidad, sin la necesidad de ahogar la educación particular subvencionada.  Ahora depende de los propios chilenos decidir si quieren igualitarismo o movilidad social.

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