Click acá para ir directamente al contenido

  La inconveniencia de las rebajas tributarias permanentes

  Por Jorge Pizarro, Presidente del Senado

28 de mayo de 2010

ImagenLa iniciativa del Ejecutivo para financiar la Reconstrucción es un proyecto engañoso. Sí, porque mientras por un lado eleva transitoriamente el impuesto a las empresas, por el otro dispone una rebaja permanente de otros tributos que, al realizar la raya para la suma, arrojan menores ingresos para el Estado desde el 2013 y francamente el dinero no alcanza para financiar los costos que el Gobierno necesita para la reconstrucción del país en el período 2010 - 2012.

El texto cumplió su primer trámite constitucional en la Cámara de Diputados gracias a la mayoría que tiene allí el Gobierno, por eso es en el Senado donde se librará la madre de todas las batallas.

Esta mezcla de herramientas de alzas transitorias y rebajas permanentes, desde la lógica gubernamental, representa el modus operandi con que ha venido actuando el gobierno en sus casi tres meses de gestión: iniciativas legales presentadas con mucha pirotecnia pero dando a conocer información muy vaga que no permite un primer análisis acertado y concreto de los números.

El proyecto del Ejecutivo no es una buena fórmula fiscal, especialmente a partir del 2013, donde el Fisco dejará de recibir cada año y para siempre la suma de 390 millones de dólares. Esto significa que desde ese año el país recaudará menos recursos que podrían financiar por ejemplo 27 mil subsidios de 380 UF para viviendas nuevas del fondo solidario 1.

Asimismo, en la etapa 2010 -2012 las alzas transitorias menos las rebajas permanentes permitirán una recaudación neta de sólo mil 840 millones de dólares, cifras que si se revisan de manera global revelan que estamos muy lejos de alcanzar el costo fiscal de la Reconstrucción que ha sido avaluada en torno a los 9 mil millones de dólares según la información oficial del propio Gobierno.

Entonces, esta iniciativa aporta sólo una parte del costo de la reconstrucción, alrededor del 20 por ciento, por lo que falta aún por conocer cuánto financiarán las otras medidas anunciadas tales como la emisión de deuda en los mercados internacionales y nacional y cuanto financiarán los ahorros fiscales del Fondo de Estabilización Económica y Social (FEES).

La Concertación ha dicho que está disponible para construir un consenso legislativo sobre la base de reconocer la inconveniencia fiscal de hacer rebajas tributarias permanentes e impedir que se erosione la recaudación fiscal para siempre. Los gobiernos de derecha han sido siempre destructores de la responsabilidad fiscal. La razón es muy simple: el listado de promesas sin financiamiento sostenible genera déficits que terminan -en el largo plazo- haciendo ajustes fiscales que reducen las prestaciones.

La crisis financiera que está ocurriendo en Europa provocada por los déficits fiscales nos debiera enseñar que la responsabilidad y disciplina fiscal desarrollada en el país durante los gobiernos de la Concertación debe ser cuidada.

La Reconstrucción necesita más recursos para el Estado y en el debate legislativo debiera insistirse en cumplir ese objetivo y no en Reformas tributarias regresivas como lo propone la iniciativa del Ejecutivo.
El Gobierno debe abandonar su intransigencia y negociar con la oposición. El Senado es el lugar idóneo para ello. Y hacerlo de cara al país, transparentemente, sin que tengamos que estar revisando punto por punto la letra chica de cada iniciativa presentada, porque lo que está en juego es también la credibilidad de un gobierno que, a todas luces, no termina de instalarse.

Imprimir